sábado, 15 de noviembre de 2014

NO HAY DIFERENCIA ENTRE NARCO, BURGUESÍA Y ÉLITES...

COMPRENDER QUE EL NEGOCIO DE LAS DROGAS
ES PARTE DE ACUMULACIÓN POR DESPOSESIÓN, 
TANTO EN SU FORMA COMO EN SU CONTENIDO.
FUNCIONA COMO UNA EMPRESA CAPITALISTA

Escribe
RAÚL ZIBECHI (*) 
Columnista habitual en 
“La Jornada” de México 
14 de Noviembre 2014

(*) RAÚL ZIBECHI- (Uruguay 1952) Periodista, docente, investigador y escritor  Analista internacional en Red Voltaire. Logró en 2003 Premio José Martí por sus crónicas sobre Argentina. En diversos medios del continente y del exterior, incursiona en una visión panorámica sobre las luchas sociales en nuestra América. Escribe la sección internacional de “Brecha” (Uruguay). Profesor en “Multiversidad Franciscana” de América Latina

Propongo que dejemos de hablar de narco (narcotráfico o tráfico de drogas) como si fuera un negocio distinto a otros que realizan las clases dominantes. Atribuir los crímenes a los narcos contribuye a despolitizar el debate y desviar el núcleo central que revelan los terribles hechos: la alianza entre la élite económica y el poder militar-estatal para aplastar las resistencias populares. Lo que llamamos
narco es parte de la élite y, como ella, no puede sino tener lazos estrechos con los estados. La historia suele ayudar a echar luz sobre los hechos actuales. La piratería, como práctica de saqueo y bandolerismo en el mar, jugó un papel importante en la transición hegemónica, debilitando a España, potencia colonial decadente, por parte de las potencias emergentes Francia e Inglaterra. La única diferencia entre piratas y corsarios es que éstos recibían patentes de corso, firmadas por monarcas, que legalizaban su actuación delictiva cuando la realizaban contra barcos y poblaciones de naciones enemigas. Las potencias disponían así de armadas adicionales y utilizaban los servicios de los corsarios sin pagar costos políticos. Es bien conocido el caso de Lucky Luciano, jefe de la Cosa Nostra preso en Estados Unidos. Cuando las tropas

estadunidenses desembarcaron en Sicilia, en 1943, para combatir al régimen de Mussolini, contaron con el apoyo activo de la mafia. El gobierno de Estados Unidos había llegado a un acuerdo con Luciano, por el cual éste movilizó a sus partidarios a favor de los aliados a cambio de su posterior deportación a Italia, donde vivió el resto de su vida organizando sus negocios ilegales. Los mafiosos eran, además, fervientes anticomunistas, por lo que fueron usados en el combate a las fuerzas de izquierda en el mundo y como fuerza de choque contra los sindicatos estadunidenses. La superpotencia utilizó el negocio de las drogas en su intervención militar en el sureste de Asia, en particular en la guerra contra Vietnam. Pero también a escala local, en el mismo periodo, para destruir al movimiento revolucionario Panteras Negras.       Colombia ha sido el


principal banco de pruebas en el uso de las bandas criminales contra las organizaciones revolucionarias y los sectores populares. Un informe de Americas Watch de 1990 establece que el cártel de Medellín, dirigido por Pablo Escobar, atacaba sistemáticamente a líderes sindicales, profesores, periodistas, defensores de los derechos humanos y políticos de izquierda. Todo indica que la experiencia colombiana –en modo particular, la alianza de los narcos y los demás sectores de las clases dominantes– está siendo replicada en otros países como México y Guatemala, y está disponible para aplicarla donde las élites globales lo crean necesario.  

BRASIL: EL PAISAJE DESPUÉS DE LA BATALLA

MÁS ALLÁ DE LA GEOGRAFÍA ELECTORAL, 
¿CÓMO SE PRESENTA EL ESCENARIO PARA LOS
PRÓXIMOS CUATRO AÑOS CON EL 
SEGUNDO MANDATO DE DILMA ROUSSEFF?

Escribe 
EMIR SADER (*) 
Fuente BLOG del autor 
en “Publico.es” España. 
9 de Noviembre 2014

(*) EMIR SADER (BRASIL 1943): Sociólogo y científico. Es profesor Y Doctor de Ciencia Politica de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad  do Estado do Río de Janeiro (Uerj),  miembro de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales). Reseña las consecuencias del modelo neoliberal que dejó a América Latina sumida en la precarización laboral en su Blog  que es “Carta Maior”


Tras la intensa marea de la campaña electoral, la espuma de las olas baja. Se presenta ahora un nuevo escenario en el que hay que descubrir qué Brasil emerge de las urnas y con qué perspectivas. El apretado resultado final sugiere un país dividido. ¿Pero entre quiénes? Una visión apresurada diría que entre el atrasado noreste y la avanzada Sao Paulo. Cardoso, el expresidente, llegó a decir, como casi siempre de forma torpe, que los petistas no son pobres, sino que están
“mal informados”. Es la visión de la élite paulista, que se considera la locomotora de la nación, que arrastra, con dificultades, vagones perezosos. Se sienten casi un Estado de primer mundo, frente al retraso del noreste. Sao Paulo se ha vuelto el bastión de la derecha brasileña. Fue ahí donde el candidato de la oposición tuvo su mejor resultado, similar a los resultados que Dilma Rousseff obtuvo en el noreste de Brasil, facilitando así las contraposiciones simplistas entre lo moderno y lo viejo y dividiendo al país. Si es verdad que el noreste es el bastión del Gobierno del PT (Partido de los Trabajadores) —donde su candidata obtuvo en todas las provincias más del 70% de los votos—, se debe justamente a los espectaculares avances en la zona desde el comienzo de sus gobiernos. Los datos son impresionantes, pero la visión del nuevo noreste lo es

todavía más. Al punto de que ya no se le puede caracterizar como expresión del atraso: la región es la segunda en estudiantes universitarios en todo el país y las cinco nuevas universidades públicas creadas durante los gobiernos de Lula y Dilma están fuera de las capitales, en un formidable proceso de descentralización. Pero los votos de Dilma se distribuyen de forma prácticamente homogénea entre las tres principales regiones del país: el sur, el sureste y el noreste. Desde este punto de vista, Brasil no está dividido. Sí lo está, en cambio, entre los electores de Aécio Neves, que obtuvo siempre menos del 30% en el noreste y los mayores votos en el sur y en el sureste, la principal zona del país. Allí Neves triunfó en Sao Paulo, pero perdió en las otras dos grandes provincias: en la suya, Minas Gerais,
donde fue derrotado tres veces —por Dilma Rousseff en primera y segunda vuelta, y con la victoria de un candidato del PT en la primera vuelta frente a su candidato a gobernador—, y en Río de Janeiro, donde también Dilma salió victoriosa. La reelección y su gran desempeño en la campaña la fortalecen políticamente pero, a la vez, debe contar con una fuerte presencia de Lula, lo cual mejorará su capacidad de articular tanto el terreno político como el económico. Lo va a necesitar. Si Dilma tiene problemas a los que hacer frente, la situación de la derecha es mucho peor. Derrotada por cuarta vez consecutiva, ha perdido la segunda provincia del país, Minas Gerais, y sólo dispone del gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, como candidato, quien, además de no disponer de ningún carisma, ya fue derrotado por Lula en 2010, con quien posiblemente tenga que enfrentarse de nuevo. 

miércoles, 12 de noviembre de 2014

AYOTZINAPA Y LA NUEVA INSURGENCIA CÍVICA

 22 DE LOS 81 MUNICIPIOS FUERON TOMADOS.
LA CUENTA CRECE.  LA REVUELTA BLOQUEA LOS CABILDOS. 
LA MULTITUD ANALIZA ORGANIZAR GOBIERNOS PARALELOS.

Escribe 
LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO (*) 
Fuente “La Jornada” de Mexico 
11 de Noviembre 2014

(*) LUIS HERNÁNDEZ NAVARRO (*) (MEXICO 1957) Periodista. Escritor. (Profesor de Estructura Social Contemporánea de la UCM), Es Director editorialista y coordinador de la sección de Opinión del diario La Jornada de Mexico. Integra Red Voltaire. Conferencista en temas de la Reforma Eduactiva.


La lumbre que devora edificios públicos y automotores expresa la rabia y la indignación crecientes de cada vez más jóvenes en la entidad. Es el termómetro de una insurgencia cívica y popular de largo aliento que sacude todo su territorio, y se extiende a más municipios y sectores. Es la evidencia de una ira que cada
día que transcurre se radicaliza más y más. En un primer momento las protestas se centraron a las autoridades locales y el Partido de la Revolución Democrática. Edificios municipales y las oficinas del sol azteca fueron incendiadas. Las flamas de la cólera se extendieron después contra el gobernador con licencia Ángel Aguirre. Hoy han alcanzado al presidente Enrique Peña Nieto. La exigencia de su renuncia es un clamor a lo largo y lo ancho de la entidad y del país. Como resultado del alzamiento cívico, la economía local funciona a trompicones. Los hoteles se han vaciado. Los interminables bloqueos carreteros estrangulan el transporte de carga y de pasajeros. El cerco a los grandes centros

comerciales frena las transacciones comerciales. Esta nueva insurgencia cívica y popular recuerda la vivida en la entidad entre 1957 y 1962, en contra del despótico gobernador Raúl Caballero Aburto y en favor de la democratización, a la que el gobierno federal respondió con dos masacres (Chilpancingo, en 1960, e Iguala, en 1962), y que culminó, años después, con la formación de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria (ACNR), conducida por el profesor Genaro Vázquez Rojas. La revuelta actual tiene en normalistas, maestros, policías comunitarias y organizaciones campesinas su columna vertebral. Su larga tradición de lucha y su experiencia organizativa son el sustrato que sostiene la


movilización. Sin embargo, el levantamiento va mucho más allá de ellas. En algunas regiones participan hasta empresarios. En Guerrero existen desde hace 45 años organizaciones insurgentes. Según un recuento periodístico, desde 1994 se han manifestado públicamente 23 de ellas. Hay evidencias serias de la presencia y actuación de, al menos, cinco. Tienen implantación social en varias regiones, capacidad de fuego y experiencia en la acción. Varias han acordado formas de entendimiento y coordinación. La expansión de la insurgencia cívico popular guerrerense ha sido acompañada y cobijada por un amplísimo y creciente movimiento nacional de

solidaridad. El mundo universitario está en ebullición. Al menos 82 escuelas y centros de educación superior pararon exigiendo la presentación con vida de los 43 normalistas rurales desaparecidos. En las redes sociales son apabullantes las muestras de descontento contra Enrique Peña Nieto. La estrategia gubernamental para enfrentar la crisis ha sido desastrosa. Error tras error, cada paso que las autoridades dan las acercan irremediablemente al borde del abismo. Incapaces de comprender la naturaleza de la insurgencia cívica que tienen frente a sí, han respondido echando mano de politiquería barata y maniobras burdas. Su apuesta de ganar tiempo y esperar un milagro tiene saldos cada vez más negativos. El gobierno federal pretende establecer un relato oficial de la masacre y una verdad jurídica para evadir su negligencia y responsabilidad en los hechos y librar posibles demandas internacionales en su contra. Busca ocultar que se trató de un crimen de Estado y de delitos de lesa humanidad. Sin embargo, su explicación está llena de omisiones, inconsistencias y contradicciones. No es creíble.  


  VIDEO del AUTOR SOBRE ESTE TEMA:  
   al inicio de la COLUMNA… A SU DERECHA… 

MARX HABLA SOBRE LA CAÍDA DEL MURO DE BERLÍN

LA DERECHA SABE QUE EL BARRIL DE PÓLVORA 
SOBRE EL QUE SE SIENTA PUEDE EXPLOTAR. 
YA SUCEDIÓ VARIAS VECES EL SIGLO PASADO

Tradujo y publica: 
MARCELO COLUSSI (*) 
Fuente “Rebelion” 
10 de Noviembre 2014

(*) MARCELO COLUSSI- (1985- Argentina- Mar del Plata) Escritor.  De profesión Arquitecto. Es un conceptuado periodista de invesigación que publica en diversos medios de la prensa alternativa del continente.  Se especializa en temáticas de vertiente sociológica, tanto en la prensa escrita, como en muchas páginas Web y del periodismo on line.

No puedo dar los detalles precisos, sino simplemente hacer saber que recibí esta carta. Con mi pobre alemán me permití hacer la traducción, y como creo que esto es muy importante, hago circular el texto de marras en su versión española.

“Las fuerzas de la derecha internacional festejan alborozadas estos 25 años de la Caída del Muro de Berlín. Pero se equivocan. ¿Qué festejan en realidad? ¿El fin del socialismo? La historia, contrariamente a como dijo ese apologista del sistema de apellido Fukuyama hace algunos años atrás, no ha terminado. ¿De dónde saldría tamaño disparate? La historia continúa su paso sin que sepamos hacia dónde va. Hoy, sin temor a equivocarnos, dadas las características que ha tomado el sistema capitalista internacional, perfectamente podría estar
dirigiéndose hacia la aniquilación de la especie humana, dado el afán de lucro imparable que lo alimenta, y que bien podría llevar al holocausto termonuclear de activarse todas las armas de destrucción masiva que existen sobre la faz del planeta. O también, dado ese afán insaciable de obtención de ganancia que no puede eliminar, a la destrucción del planeta por el consumo irracional que se está llevando a cabo. Las fuerzas de la derecha cantan victoriosas su supuesto triunfo, pero en realidad no hay ningún triunfo. Como escribí alguna vez en mis años mozos, siendo discípulo del Profesor Hegel: el amo tiembla aterrorizado delante del esclavo porque sabe que inexorablemente tiene sus días contados. ¿Qué quise decir en su momento con esta frase, algo enigmática quizá, antes de ponerme a estudiar economía política para luego redactar el Tomo I de El Capital? Pues no es nada complicado:

aparentemente el sistema capitalista “triunfó” de manera inexorable sobre las experiencias socialistas que se estaban construyendo, siendo la demostración palpable de ello la caída de este muro de la que ahora se cumplen 25 años. Supuestamente, según la fanfarria con que esa derecha presenta las cosas, la misma población alemana del este, “sojuzgada” por el yugo socialista, habría derrumbado el tal muro para “liberarse” y acceder a las bondades del capitalismo. ¡Pamplinas! Puras pamplinas, estupideces con que los actuales medios masivos de comunicación presentan las cosas. En realidad lo que esta derecha, por ahora ganadora, festeja es que el Amo, para tomar la metáfora hegeliana (léase: la clase capitalista) alejó por un tiempo el fantasma que la persigue (la clase trabajadora y la posibilidad que alguna vez la misma se
organice, abra los ojos y la expropie, tal como pasó varias veces durante el siglo XX, en Rusia, en China, en Cuba). Es decir: la clase por ahora dominante (industriales, banqueros, terratenientes) sabe que está sentada sobre un barril de pólvora; sabe que los trabajadores del mundo (obreros industriales urbanos –que fue lo que yo más estudié en su momento–, campesinos, trabajadores explotados de toda índole, sub-ocupados y desocupados –lo que yo en otro tiempo llamé Lumpenproletariät, es decir: población excluida y marginalizada) en algún momento van a explotar. La historia de la humanidad, y también la historia del capitalismo, se los muestra. Las clases oprimidas aguantan (porque no tienen otra alternativa, porque están sojuzgadas, reprimidas brutalmente a veces, manipuladas en otras ocasiones). Aguantan hasta que, llegado a un punto de la acumulación de contradicciones, estalla un período de violencia revolucionaria, transformándose las relaciones de poder, pasando la propiedad de los medios de producción de una clase a otra. Esto la derecha lo sabe.  

martes, 11 de noviembre de 2014

GOBIERNOS POPULARES EN EL OJO DE LA TORMENTA

COMO MUESTRAN EXPERIENCIAS DE LOS PROCESOS 
POLÍTICOS LATINOAMERICANOS ACTUALES, 
SE CONFIGURA UN ESCENARIO CONTRADICTORIO  

Escribe
ISABEL RAUBER (*) 
Fuente “Rebelión” 
10 de Noviembre 2014

(*) ISABEL RAUBER -  Periodista y escritora. Politologa. Profesora titular de la Universidad Nacional de Lanús. Pensadora investigadora. Académica y educadora popular, con amplia trayectoria docente. Doctora en Filosofía de la Universidad de Lanús. Asesora en Formación y Estudios con Movimientros Sociales en Instituto Nacional de la Administracion Publica. Coautora del libro “ Crisis y desafíos de la izquierda. Un esquema de análisis de coyuntura”


Los recientes procesos electorales que finalizaron en Bolivia y Brasil sintetizan las diferentes dimensiones, los alcances estratégicos y los ejes políticos de las transformaciones sociales en curso en Latinoamérica; ponen al descubierto sus logros y carencias, sus horizontes y –en virtud de ello, sus desafíos. Está claro que ganar elecciones no es equivalente a “tomar el poder” mediante las urnas.
Pero según interpreten esta afirmación, los gobiernos populares progresistas configuran distintas estrategias políticas y definen sus agendas políticas locales y regionales. Hay gobernantes que optan por lograr una administración prolija para mostrar su eficiencia a los poderosos o para conservar su posición, esperando ser aprobados por ellos. Otros, empeñados en realizar cambios sociales raizales, buscan caminos para hacer de sus administraciones herramientas políticas capaces de impulsar procesos socioculturales de cambios revolucionarios. Esta posibilidad fue clara a partir del triunfo de Hugo Chávez en 1998, cuando replanteó a su gobierno como una herramienta política para
construir con el pueblo el sujeto político colectivo capaz buscar nuevos caminos revolucionarios y construirlos. Desde entonces, y con el impulso que ha significado para los pueblos del continente el triunfo de los movimientos sociales encabezados por Evo Morales en Bolivia, se afianza cada vez más la hipótesis política de que la disputa electoral puede abrir caminos democráticos para la realización de transformaciones revolucionarias. Para quienes actualmente ganan elecciones desde posiciones populares, de izquierda o progresistas, la disyuntiva es clara: Convierten a sus gobiernos en herramientas políticas para impulsar procesos populares revolucionarios de cambios raizales, o se limitan a hacer un “buen gobierno” conservador, reciclador del sistema. La respuesta a esa disyuntiva
política y los consiguientes posicionamientos políticos que de ella se derivan, devienen el parte aguas político del quehacer de los gobiernos populares latinoamericanos: mantenerse en los cauces fijados por el poder y cambiar “algo” cuidando que “nada” cambie, o colocarse en la senda de las revoluciones democrático - culturales e impulsarlas. Esta opción revolucionaria está marcada por un factor político clave: la participación protagónica de los pueblos en el proceso de cambios, es decir, para crear, definir y realizar las transformaciones en la concepción y el quehacer del Estado, la democracia, el desarrollo, el buen vivir, la descolonización, la interculturalidad, la despatriarcalización… Ciertamente, a pesar de las diferentes opciones políticas estratégicas, los gobiernos populares convergen hoy al compartir una postura posneoliberal o antineoliberal, centrada en la recuperación del papel socioeconómico del Estado en pos de obtener recursos
para fomentar la inclusión social, recuperar índices positivos en la salud y la educación masiva, erradicar la pobreza extrema, apostar a la integración comercial regional y continental. Estas convergencias no indican, sin embargo, que los diversos gobiernos estén abocados a la realización de cambios estructurales orientados a la superación raizal del capitalismo. Va de suyo que cualquier opción de cambio político-social transcurre hoy dentro del sistema del capital. Sin embargo, unas se abocan a crear las bases sociales, culturales, políticas y económicas para transitar hacia su superación, mientras que otras buscan reacomodarse a lo existente para disputar en el mismo terreno del mercado, un lugar de poder desde donde constituirse en el “contrapeso” del Sur a la tendencia neoliberal global asfixiante. La creación del bloque BRICS es un claro ejemplo de ello. 

DE LA LUCHA DE CLASES Y LAS COSAS DEL COMER

EL CAPITALISMO,TRANSFORMANDO NECESIDADES 
EN MERCANCÍAS  CONVIERTE ALIMENTOS,
 Y AÚN MÁS AQUELLOS DE CALIDAD, EN OBJETO DE LUJO

Escribe 
ESTHER VIVAS (*) 
Fuente “Eco Portal” 
 10 de Noviembre 2014

(*) ESTHER VIVAS (Sabadell, 1975) Es una activista española autora de diversos libros y publicaciones sobre movimientos sociales. Licenciada en periodismo y diplomada en estudios superiores de sociología por la Universitat Autònoma de Barcelona. Desmonta uno a uno los mitos sobre los cuales está construído el actual sistema agroalimentario. Explica el criminal negocio de las técnicas y empresas alimentarias. Con JOSEPH MARIA ANTENTAS Profesor de Sociología de la Universitat Autónoma de Barcelona (UAB).  escribió el libro “Planeta Indignado”, son militantes de Izquierda Anticapitalista, miembros de la redacción de la revista Viento Sur y columnistas en varios medios.


¿Comen lo mismo ricos y pobres? ¿Nuestros ingresos determinan nuestra despensa? Hoy, ¿quiénes son los gordos? A pesar de que a menudo, y desde determinados ámbitos, se asocia con desdén la apuesta por una comida sana y saludable a “una cosa” de “pijos”, “hippies” o “comeflores”, la realidad, como a menudo sucede, dista mucho de los comentarios cortos de miras. Defender una alimentación ecológica, local y campesina es de lo más “revolucionario”. 
mirando de cerca al modelo agroalimentario vemos como éste viene determinado, sin lugar a dudas, por los intereses del capital, o lo que es lo mismo los intereses de las grandes empresas del sector (agroindustria y supermercados), las cuales buscan hacer negocio con algo tan esencial como es la comida. Del mismo modo que ha hecho de la vivienda un bien solo accesible a quienes se lo pueden permitir, y misma suerte corren nuestra sanidad y educación. Aunque no solo la lógica del capital golpea el modelo alimentario, la mano invisible del patriarcado mueve también los hilos de este sistema. Sino, ¿cómo se explica que aquellas que más producen comida, las mujeres, sean las que más pasan hambre? No olvidemos que entre el 60% y el 80% de la producción de alimentos en los países

del Sur, según datos de la FAO, está en manos de las mujeres, sin embargo estás, paradójicamente, son las que sufren el 60% del hambre crónica global. La mujer trabaja la tierra, pero no tiene acceso a la propiedad de la tierra, a los medios de producción, al crédito agrícola. He aquí la cuestión. No se trata de ideologizar los discursos, pero si dejar claro a todos aquellos que consideran que esto del “comer bien” es solo cosa, como dirían en francés, de “bobos”, de “bourgeois bohème”, que nada más lejos de la realidad. ¿Comen lo mismo ricos y pobres? No. ¿Nuestros ingresos determinan nuestra despensa? Efectivamente. Un estudio de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca pone blanco sobre negro: un 45% de los afectados por desahucios tiene
dificultades para comprar los alimentos necesarios para comer. Los ingresos económicos ponen límites a lo que adquirimos: disminuye el consumo de carne de vacuno y pescado y, en relación al período anterior a la crisis, el consumo de fruta y verdura fresca. Por contra, aumenta la adquisición de productos menos nutritivos, altamente procesados y ricos en calorías, como los dulces envasados: galletas, chocolates y sucedáneos, bollería y pastelería. Nuestra clase social, formación y poder adquisitivo, determina qué comemos. Entonces, hoy, ¿quiénes son los gordos? En general, quienes menos tienen, y peor comen.  

lunes, 10 de noviembre de 2014

QUINCE DÍAS DE AJUSTE DEL NUEVO ORDEN MULTIPOLAR

NACE EL ACTUAL 
COMANDO DEL PODER MUNDIAL: 
   G-3: ESTADOS UNIDOS/RUSIA/CHINA   
  

Escribe 
ALFREDO JALIFE-RAHME (*)
  Columnista de Internacionales
 en “La Jornada” de Mexico 
http://www.jornada.unam.mx/ 
– 9 de Noviembre 2014

(*) ALFREDO JALIFE-RAHME- Escritor y periodista. Profesor de Ciencias Políticas y Sociales en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Especialista en relaciones internacionales. Publica crónicas sobre política internacional en el diario “La Jornada” de Mexico,  el semanario “Contralínea” y  otros importantes medios del continente. Editorialista y maestro de postgrado en geopolítica y negocios internacionales de la UNAM. Edito varios libros de éxito. Último publicado: “El Híbrido Mundo Multipolar: un Enfoque Multidimensional, “(Orfila, 2010)..


Pocas veces se escenifican cumbres y reuniones trascendentales en un corto plazo de tan sólo 15 días, como el presente lapso del 10/11 de noviembre –Cumbre del Foro Económico Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en Pekín– pasando del 15/16 –G-20 en Brisbane (Australia)– hasta la fecha límite del 24 sobre la negociación del contencioso nuclear iraní con el P5+1 –los cinco
miembros del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania. No faltarán analistas que agreguen la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) del 27 de noviembre, la cual, a mi juicio, exhibirá las consecuencias del ajuste y/o acomodamiento del nuevo orden multipolar geoestratégico entre las tres superpotencias: Estados Unidos (EU), Rusia y China –un tímido G-3 que no se atreve a pronunciar su nombre.   La oficiosa guerra multidimensional incluye el choque en los frentes de Ucrania y el Medio Oriente –donde EU hubo presuntamente plantado con los yihadistas la semilla desestabilizadora contra Rusia, China e India, tres miembros nucleares prominentes del BRICS   las

sanciones a Rusia, el desplome orquestado del precio del petróleo y otras materias primas, la guerra de divisas, etcétera. Como consecuencia de la disolución del bloque soviético, se supone que los cancilleres de EU y la ex URSS, el texano James Baker III y el georgiano Eduard Shevardnadze, habían delimitado las respectivas zonas de influencia, con la gravísima salvedad de que el compromiso fue oral y sin rúbrica notarizada, lo cual permitió la expansión vertiginosa de los dos brazos irredentistas de EU hasta las fronteras del corazón ruso traumatizado: la OTAN y la Unión Europea. Un entendimiento implícito sin firma de por medio –que aprovechó estupendamente EU al haberse valido de la ingenuidad rusa en la etapa post-Andropov y pre-Putin– ha sido la causa de la disputa por el alma de Ucrania cuando Vlady Putin intenta regresar en la medida de lo posible al statu quo ante la doble humillación de

Gorbachov y Yeltsin, lo cual se desprende de su histórica filípica contra EU en el Club Valdai, que consideré, no como una amenaza, sino como su última exhortación para reconfigurar el nuevo orden multipolar, que por necesidad es ya tripolar entre EU/Rusia/China y que podría asentar sus reales en los 15 trascendentales días desde Pekín pasando por Brisbane hasta Teherán, en caso de que los actores históricos no deseen declarar oficialmente el estallido de la tercera guerra mundial que sería termonuclear. Pese a que el presidente Obama fue literalmente ultrajado, como era de esperarse, por el Partido Republicano en las elecciones intermedias, sigue siendo el presidente de EU, una superpotencia en declive que intenta imponer aún su agenda global hasta que sea detenido por los únicos dos países que lo pueden impedir: Rusia y China.   

LA TUMBA DEL ALCA

“CONDICIONES PARA EL ALCA NO ESTÁN 
DADAS SI HAY SUBSIDIOS Y ASIMETRÍAS.
INTEGRACIÓN DEBE SER DE IGUAL A IGUAL”

Escribe 
MARIO RAPOPORT (*)  
Columnista en "Página 12"  
de Buenos Aires Argentina 
9 de Noviembre 2014 

(*) MARIO RAPOPORT -  Escritor. Periodista. Economista y Doctor en Historia Universidad de Paris - Pantheón-Sorbonne. Dirige el Instituto de Investigaciones de Historia Económica y Social de la UBA. Destacado profesor e investigador de la historia económica, política y social de la Argentina y de otros países así como de las relaciones internacionales. Autor de "Las grandes crisis del capitalismo contemporáneo"  " El Cono Sur. Una historia común" entre otras obras.


El rechazo del ALCA, el 4 y 5 de noviembre de 2005, en la Cumbre de las Américas, en Mar del Plata fue una fecha decisiva para la historia de nuestro continente. En estos días se cumplió un nuevo aniversario. En ese momento, el presidente Kirchner lo calificó como un “día histórico”. Sin ocultar su satisfacción,
 agregó: “Esto es, que las condiciones para el ALCA no están dadas mientras existan subsidios y asimetrías. La integración tiene que discutirse de igual a igual teniendo en cuenta las asimetrías de cada país”. Hoy en día, el Mercosur está en una encrucijada, cuyas raíces se encuentran no sólo en la región sino en la crisis mundial. Asistimos a un relativo estancamiento del volumen del comercio entre sus miembros y se profundizan los desequilibrios regionales. Brasil controla cada vez mayores segmentos de la industria argentina y se transformó en uno de los principales inversores en el país. Este hecho, más las dificultades en el sector automotor, genera tensiones en el cual se encuadra el conflicto suscitado por los intentos de

la Argentina de promover su reindustrialización, lo que compite con el aparato industrial brasileño, construido sobre la base de una histórica y sostenida estrategia económica por parte del país vecino. Es evidente, sin embargo, que pese a los problemas existentes, gran parte de un eje geoeconómico e industrial en Sudamérica pasará necesariamente por acoplar los sectores relevantes de la Argentina y Brasil, sin que esto implique connotación excluyente alguna en referencia a otros países. De la misma manera en que la construcción europea inicial fue básicamente una alianza de intereses franco-alemana, un salto cualitativo en simbiosis y pactos estratégicos tiene que
hacerse a nivel de gobiernos y empresas, entre dos o tres países, por razones de manejabilidad y eficacia organizacional, al menos inicialmente. Por otra parte, expandiendo el horizonte de lo posible, la capacidad futura de penetración en los mercados internacionales seguirá descansando en gran parte en la formación de un vasto mercado interno continental, en un proceso que incluye sucesiva o simultáneamente un respeto por las estrategias nacionales, y una amplia diversificación hacia otras regiones. El rechazo del ALCA supuso dejar de dar la espalda a nuestros vecinos y extender nuestras fronteras naturales, económicas y humanas hacia aquellos con los que podemos entendernos mejor sin transformarnos de vuelta como en el pasado en una dependencia de la metrópolis de turno. Las recientes victorias electorales de fuerzas pro Mercosur en Brasil, Uruguay y Bolivia alientan a una continuación de ese proceso.   

domingo, 9 de noviembre de 2014

EL ESTADO MEXICANO, ACUSADO DE JUVENICIDIO

EN MÉXICO, DESDE  2006 MÁS DE 120 MIL 
HAN SIDO EJECUTADOS. MILES HAN SUFRIDO
DESAPARICIÓN FORZADA, Y  DE ELLOS
LA GRAN MAYORÍA SON JÓVENES Y POBRES.

Escribe 
GILBERTO LÓPEZ Y RIVAS (*) 
Columnista habitual de 
“La Jornada” de Mexico 
– 7 de Noviembre 2014

(*) LOPEZ RIVAS GILBERTO . Antropólogo, ensayista y político mexicano. Es un destacado intelectual latinoamericano. Profesor-investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Doctor en Antropología por la Universidad de Utah, Estados Unidos (1976), y Maestro por la Universidad Nacional Autónoma de México. Conferencista internacional en temas  del extractivismo y es también un estudioso y militante en  la cuestión de los pueblos originarios en México y en Latino América.


El brutal crimen perpetrado contra los jóvenes normalistas de Ayotzinapa, que ha horrorizado a la sociedad mexicana y provocado la indignación  en el mundo, no ha sido una acción aislada,sino una constante y sistemática política de Estado
durante décadas. Desde ese 2 de octubre de 1968 en que el Ejército asesinó a estudiantes en la Plaza de Tlatelolco. Desde ese 10 de junio de 1971 en que el grupo paramilitar disparó contra una manifestación estudiantil pacífica. Desde la guerra sucia de los años 70 y 80, cuando Mexico, como hoy, se llenó de cárceles y fosas clandestinas y los militares mexicanos  inauguraron los vuelos de la muerte. Técnica de desaparición forzada exportada por los asesores franceses, que lanzaban al mar desde aviones a revolucionarios argelinos. No sólo la violencia política, sino también la de carácter estructural contra los jóvenes, la trasnacionalización capitalista neoliberal las ha incrementado. La “gran prensa” internacional no lo ha

hecho público. En México, desde 2006, más de 120 mil personas han sido ejecutadas. Mientras miles han sufrido desaparición forzada, y que de ellas, la gran mayoría son jóvenes y pobres. La mayor parte de las mujeres asesinadas y víctimas de la violencia son jóvenes. La generación que nació en estas décadas de barbarie neoliberal sufre la pérdida de conquistas civilizatorias del llamado Estado benefactor, que ha significado una reducción drástica de sus posibilidades de acceso a educación, salud, cultura, a los espacios y tiempos lúdicos y a la inserción laboral en la ciudad y el campo. La juventud padece, asimismo, formas preferentes de sobrexplotación, y de precarización en las


condiciones de vida. Desempleo y subempleo en el ámbito laboral. De ahí la importancia y pertinencia de la Audiencia Temática sobre la Destrucción de la Juventud y las Generaciones Futuras del Tribunal Permanente de los Pueblos, capítulo México, del 8 al 10 de noviembre en el Museo de la Ciudad de México, y en cuyo proceso de preparación de la acusación  han participado cientos de jóvenes de más de 20 estados del país. La acusación en torno a la juventud parte de una autodefinición de este sector, no sólo como un rango demográfico, el 32 por ciento del total de la población del país, sino también como una relación social de la actual

mundialización del capital: "Somos la parte más agraviada de la nación destruida, del suelo ocupado. Somos la generación que nació con el libre comercio, la última generación joven del país. Somos las secuelas y vestigios de lo que el neoliberalismo aún no ha barrido. Somos el presente al que se le niega el pasado y se le cierra toda posibilidad de futuro. Somos las generaciones pasadas de un futuro que amenaza con no existir, las generaciones de un pasado liquidado. Somos las y los jóvenes de México, las y los condenados de la patria "