sábado, 18 de abril de 2015

LA GRAN HIPOCRESÍA: CASOS LAGARDE Y GALEANO

 “GRANDES” MEDIOS CELEBRAN VOCES CRÍTICAS AL MORIR.  
PÁGINAS LAUDATORIAS A EDUARDO GALEANO
SON HOJAS DE PARRA QUE OCULTAN LA DESNUDEZ.  

Escribe 
VICENÇ NAVARRO (*) 
Fuente BLOG del autor 
en “Público.es” España. 
17 de abril 2015-04-17

(*) VICENÇ NAVARRO-  Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España). También profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales de la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University.Es uno de los investigadores españoles más citados en la literatura científica internacional en ciencias sociales


Han ocurrido en estas últimas semanas unos hechos cuya cobertura mediática merece especial atención. Uno ha sido las declaraciones de la Presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), la Sra.
Christine Lagarde, subrayando que un fenómeno muy negativo y preocupante que ha estado ocurriendo en el mundo, incluyendo en los países a los dos lados del Atlántico Norte, es el enorme crecimiento de las desigualdades que está interfiriendo, no solo en la eficiencia de las economías, sino también en el bienestar de las poblaciones. Estas declaraciones han sido transmitidas y comentadas positivamente por los mayores medios de información en España, presentándolas como indicador de la sensibilidad social del FMI e incluso como muestra de una preocupación de tal institución por la calidad de vida de la mayoría de las poblaciones afectadas
negativamente por tal incremento de las desigualdades. En ninguna parte de estos mayores medios se ha publicado, sin embargo, que el FMI ha sido y continúa siendo una de las instituciones más responsables de dicho crecimiento de las desigualdades. Veamos, por ejemplo, lo que ha pasado y continua pasando en Grecia. La falta de protección que el Banco Central Europeo, BCE,, (que ha sido más bien un lobby de la banca en vez de un Banco Central) ha ofrecido a los Estados de la Eurozona, incluyendo al Estado griego, frente a la especulación de los mercados financieros explica que los bancos privados alemanes, franceses, españoles y griegos, entre otros, se forraran de dinero comprando deuda pública al Estado

griego a unos intereses abusivamente altos. Estos bancos privados conseguían dinero a unos intereses bajísimos del BCE y con este dinero compraban deuda pública griega a unos intereses altísimos. Sin duda era el chollo del año para el capital financiero. Pero, como sanguijuelas que son, tales bancos privados chuparon tanto del cuerpo (en este caso, el Estado griego) que éste estuvo a punto de morir. Y si hubiera muerto, los bancos habrían sufrido unas enormes pérdidas. De ahí que el  FMI, el BCE y los Estados de la Eurozona les compraran enseguida a los bancos

privados la deuda pública que tenían, evitando por tanto que éstos colapsaran. Es lo que se llamó “rescate bancario”. Tanto los Estados como el FMI y el BCE son organismos públicos, es decir, financiados públicamente, lo cual quiere decir que la ciudadanía de esos Estados –gente como usted y yo, lector- pagó millones y millones de euros a los bancos privados para su rescate. Y ahora la Sra. Lagarde le está exigiendo al Estado griego que le pague a la institución que dirige, el dinero que se gastó salvando a los bancos. ¿Y quién se benefició de este rescate? ¿Quiénes dentro de los bancos? Pues les aseguro que no fue la gente normal y corriente. Los que se beneficiaron enormemente fueron los banqueros y los accionistas de tales bancos, además de los depositarios de grandes fondos de depósitos. El otro hecho
remarcable estos días ha sido la cobertura mediática en los grandes medios de la muerte de Eduardo Galeano, uno de los escritores más coherentes que ha producido Latinoamérica, cuya pluma estaba al servicio de la población súper explotada que vive en aquel continente. Conocí a Eduardo cuando los dos servimos en el Tribunal de los Pueblos, un tribunal popular establecido para juzgar las enormes violaciones de derechos humanos que estaban ocurriendo en aquel continente. El Tribunal se reunió en
varios Estados en Latinoamérica, no siempre en condiciones fáciles ni normales, donde estaban teniendo lugar tales violaciones. Era una persona que irradiaba sencillez, camaradería, bien hacer y compromiso con aquellos que no tienen voz. No hay duda que es el autor más conocido y estimado a nivel de calle en Latinoamérica. Ignorado y marginado por los grandes centros del establishment latinoamericano y europeo, sus escritos han sido leídos y han impactado a millones y millones de lectores que siempre terminaban la lectura agradeciéndole, como amigo, que hablara y escribiera en nombre de todos ellos. Era la voz de los sin voz, que son la mayoría.      

EL PODER SIGUE NACIENDO DEL FUSIL

 ANÁLISIS SOBRE LA RELACIÓN ENTRE FUERZAS ARMADAS  
Y  LUCHAS ANTICAPITALISTAS NO SON FRECUENTES. 
COMO VIOLENCIA DE ARRIBA PARA "ACOMDAR" EL MUNDO.

Escribe 
RAÚL ZIBECHI(*) 
Columnista habitual 
en “La Jornada” de México 
Viernes 17 de abril 2015

(*) RAÚL ZIBECHI- (Uruguay 1952) Periodista, docente, investigador y escritor uruguayo. Analista internacional en Red Voltaire. Logró en 2003 Premio José Martí por sus crónicas sobre Argentina. En diversos medios del continente y del exterior, incursiona en una visión panorámica sobre las luchas sociales en nuestra América. Escribe la sección internacional de “Brecha” (Uruguay). Profesor en “Multiversidad Franciscana” de América Latina


En los momentos difíciles, durante los grandes traumas sociales, cuando la confusión y la opacidad se vuelven norma, acudir a los clásicos puede ayudar a despejar el panorama. Como sabemos, vivimos un periodo especialmente complejo, oscuros nubarrones asoman en el horizonte. A modo de ejemplo: no son pocos los

analistas que consideran que una guerra nuclear es una de las posibilidades para resolver las múltiples crisis en curso. Una conocida carta de Marx a Engels (del 25 de septiembre de 1857) revela la importancia que el primero concedía al papel del ejército en la historia. Recordaba que el primer sistema de salarios nació en los ejércitos antiguos, así como la primera forma legal del derecho a la propiedad, el primer uso de la maquinaria en gran escala y hasta la primera forma de división del trabajo dentro de una rama productiva. Su conclusión, a la luz de lo que nos está sucediendo, parece tanto premonitoria como agobiante: Toda la historia de las formas de la sociedad burguesa se resume notablemente en la militar (Correspondencia Marx-Engels, Ediciones 
William McNeill

de Cultura Popular, México, 1972, tomo I, p. 135). En la actualidad los debates y análisis sobre la relación entre las fuerzas armadas estatales y las luchas anticapitalistas son poco frecuentes. Tanto como la comprensión del papel de la violencia de arriba en la remodelación del mundo. Probablemente la centralidad que han adquirido las democracias electorales en las sociedades occidentales y la difusión de una cultura consumista (ambos fenómenos estrechamente ligados) parecen haber evaporado la hipótesis de Marx sobre el paralelismo entre la economía y la guerra. Para el siglo XX, William McNeill establece la relación entre el crecimiento demográfico y las dos guerras mundiales, como causa del conflicto y como forma de mitigar la superpoblación europea; pero también nos recuerda que el control biopolítico de las poblaciones arranca con la movilización en masa para hacer la guerra y, finalmente, destaca que la 
Anne Louise Strong

industrialización y el nacimiento del estado de bienestar estuvieron estrechamente ligados al estallido del conflicto armado, en particular en la Segunda Guerra Mundial (La búsqueda del poder, Siglo XXI, México, 1988, capítulo 9). Se trata de pistas generales, de indicaciones que nos fuerzan a colocar la cuestión militar en un lugar destacado de nuestros análisis. Un esfuerzo, por cierto, en el que las personas y los movimientos anticapitalistas estamos muy retrasados. Una de las limitaciones es que conocemos sólo parcialmente los planes y objetivos de los poderosos. Otra consiste en focalizar la cuestión militar en el armamento, en particular en el desarrollo tecnológico de nuevas y sofisticadas armas. Por eso es bueno recordar que no son las armas las que ganan las guerras. En 1946, tres años antes de tomar el poder, Mao Tse Tung concedió una entrevista a la periodista Anne Louise Strong. Ésta le preguntó qué

sucedería si Estados Unidos usara la bomba atómica contra la Unión Soviética o contra China, países que aún no poseían el arma nuclear. La bomba atómica es un tigre de papel que los reaccionarios norteamericanos utilizan para asustar a la gente. Parece terrible, pero de hecho no lo es. Por supuesto, la bomba atómica es un arma de matanza en vasta escala, pero el resultado de una guerra lo decide el pueblo y no uno o dos tipos nuevos de armas, dijo Mao (Obras Escogidas de Mao Tse-tung, Fundamentos, Madrid, 1974, tomo 4, pp. 98-99). Mao sostenía que China podía derrotar a los ejércitos reaccionarios sólo con mijo y fusiles, algo que poco después confirmaron los campesinos vietnamitas. Estamos ante principios éticos y políticos básicos, sin los cuales no vale la pena siquiera pensar en combatir, porque colocar la tecnología militar en el centro es tanto como

rendirse a la lógica del enemigo. Las guerras populares siempre se ganaron con pueblos decididos, no con armas. Sin embargo, lo anterior no resuelve el problema de cómo enfrentar a enemigos que están dispuestos a exterminar a los sectores populares del mundo para salir del atolladero en que se encuentran. Sobre todo, no sirve para tomar decisiones ante lo que se adivina como un largo periodo de acoso (campañas de cerco y aniquilamiento, las definían los comunistas chinos).Sin la intención de agotar un debate que apenas comenzamos, puedo observar cuatro necesidades de los movimientos para enfrentar esta nueva etapa. La primera, comprender la lógica de los de arriba. Lo que supone estudiar, analizar y deducir qué planes tienen contra nosotros, qué objetivos se trazan. No en general, sino en cada región, en cada país y en cada área.    

viernes, 17 de abril de 2015

SITUACIÓN CAMBIA Y OPOSICIÓN NO SE DA CUENTA

A PESAR DEL TERRORISMO  DE LOS MEDIOS,
LAS  AGENCIAS DE RIESGO HAN DICHO 
QUE LA ECONOMÍA NO PRESENTA 
FRAGILIDADES QUE LA OPOSICIÓN INVOCA .

Escribe
EMIR SADER (*) 
Fuente: ALAI
Publica “Rebelión”
16 de abril 2015

(*) EMIR SADER (BRASIL 1943): Sociólogo y científico. Es profesor Y Doctor de Ciencia Politica de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad  do Estado do Río de Janeiro (Uerj),  miembro de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales). Reseña las consecuencias del modelo neoliberal que dejó a América Latina sumida en la precarización laboral en su Blog  que es “Carta Maior”


Confiada en las movilizaciones de hace un mes, la oposición convocó a nuevas manifestaciones preparadas de la misma manera, con el rol determinante,  de los medios de comunicación. TV Globo no transmitió el partido de futbol como   lo hace, en São Paulo, para dejar espacio a
la cobertura de lo que creía sería una manifestación todavía más grande que la anterior. Folha de São Paulo publicó una cuestionable encuesta, justo en vísperas de las manifestaciones, intentando animar a los opositores a seguir movilizados. Pero el fracaso fue rotundo. No hubo nada que se pareciera a lo de hace un mes. En ciudades donde docenas de miles se habían movilizado –como Brasilia o Belo Horizonte o Rio de Janeiro– poca gente se ha dispuesto a hacerlo de nuevo. La Agencia Reuters calculó en 140 mil personas los manifestantes del domingo 12, cifra muy por debajo de lo que había sido calculado para un mes antes. La repercusión general demuestra

que el momento más fuerte de la oposición ha quedado atrás. ¿Qué es lo que ha cambiado en este último mes, para que las cosas se muestren ya distintas en Brasil?. En primer lugar, el gobierno ha retomado la iniciativa política, avanzando en la recomposición política de sus alianzas. Si hasta recientemente, el PMDB se acercaba a la oposición, el nombramiento de su presidente y vice-presidente de la república, Milton Temer, como coordinador político del gobierno, ha revertido la correlación de fuerzas interna en ese partido, que así se reposiciona dentro de la base política del gobierno. Por otra parte, hay síntomas de que la situación económica, si bien no presenta todavía señales de
retomar el crecimiento, demuestra que el estancamiento va quedando hacia atrás y presenta perspectivas de reactivación en varios sectores importantes. Incluso los niveles de inflación apuntados –muy por debajo de los que Fernando Henrique Cardoso dejó a Lula– no están descontrolados y, sobretodo, el nivel de empleo, a pesar de actitudes de sabotaje de sectores del gran empresariado, no se ha alterado. El gobierno, a su vez, ha tomado medidas de simpatía popular, sea respecto a los descuentos del impuesto a la renta, sea en el diseño de la política salarial de aumentos por encima de la inflación, estableciendo un
equilibrio respecto a las medidas de ajuste de las cuentas públicas. Por su parte, el movimiento popular vuelve a ocupar las calles, con movilizaciones nacionales como la del día 15 y una huelga general contra el proyecto de ley de tercerización de la mano de obra que la Cámara de Diputados ha aprobado en primera votación. Otro factor que ha contribuido al cambio de la situación está el hecho de que Lula ha retomado su actuación como coordinador ad hoc del gobierno y movilizador del PT y de los movimientos sociales. Al mismo tiempo, el gobierno ha hecho nombramientos –en el Ministerio de Educación, en la Secretaria de Comunicaciones y en el Instituto de Investigación Aplicada, IPEA,– de
personas claramente identificadas con la izquierda, atendiendo a demandas de ese sector. El otro factor nuevo ha sido la explosión de los casos de corrupción –cada uno, muy por encima de los costos que envuelven las denuncias sobre Petrobras– tanto del HSBC, como de una gran cantidad de empresarios que han logrado evitar el pago de impuestos con propinas millonarias a funcionarios encargados de recaudar el impuesto a la renta. Así, parte importante de opositores que estaban promoviendo y financiando las movilizaciones en contra de la corrupción, se han visto comprometidos en casos mucho más
graves de corrupción, debilitando el ímpetu de la oposición y de las movilizaciones. El gobierno Dilma ha completado sus primeros 100 días atravesando crisis de distinto orden: de alianzas políticas, de enfrentamiento con los medios de comunicación y con el gran empresariado. Han enfrentado su peor momento, porque la arquitectura que Lula había montado se estaba deshaciendo. La recomposición de las alianzas con sectores partidarios de centro y con sectores del gran empresariado es lo que está cambiando, permitiendo que el gobierno salga del asedio al que ha sido sometido en su primer momento. El fracaso de las manifestaciones de esta semana confirman las señales de cambio favorables al gobierno. 
(…texto completo aquí) 

DEUDA, BIENES COMUNES Y DOMINACIÓN

DEUDA EXTERNA EN EL MUNDO: 
HIPOTECA QUE SE OFRECE A LOS PUEBLOS 
PARA CONDICIONAR PRESENTE Y FUTURO. 
FIN DEL CAPITAL PARA SUPERAR LA CRISIS

Escribe 
JULIO C. GAMBINA (*) 
Fuente: BLOG del autor
15 de abril 2015

(*) GAMBINA JULIO CESAR – (Argentina) Doctor en Ciencias Sociales (UBA). Profesor de Economía Política en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario. Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP, e Integrante del Comité Directivo del consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO. Miembro del Consejo Académico de ATTAC-Argentina y dirige el Centro de Estudios Formación de la Federación Judicial Argentina.


CONFERENCIA INTERNACIONAL EN BUENOS AIRES, 3, 4 Y 5 DE JUNIO  (https://asambleadeudaybienescomunes.wordpress.com/ ) En la sede de la CTA viene funcionando desde mediados del 2014 la “Asamblea por la suspensión del pago y la investigación de la deuda y por la defensa del patrimonio nacional y los bienes comunes”. La deuda es un mecanismo privilegiado de dominación capitalista. Es una
realidad en Grecia, en España, en Japón y EEUU y aunque se manipule, es un tema trascendente en nuestros países. El sólo hecho de registrar una deuda de más de 209.000 millones de dólares y haber pagado más de 110.000 millones de dólares en una década, según informes oficiales, da cuenta de la gravedad del tema.Por cierto que la investigación impone la suspensión de los pagos. Con ese espíritu   los titulares del CADTM y la CTA Autónoma sugirieron al día siguiente de la Audiencia Pública, convocar a una Conferencia Internacional en 2015 para generar una iniciativa política popular que ponga en evidencia ante los pueblos del mundo el cáncer del endeudamiento. Ni bien se publicó en internet, los interesados se

multiplican y la Conferencia ya no pertenece a sus promotores, sino que se constituye en una iniciativa política en construcción, tan extendida y potente como seamos capaces de organizarla. Se convoca a la organización auto-gestionada de acciones de debate sobre la DEUDA y la economía, la dependencia del régimen del capital, las transnacionales y los organismos internacionales; las experiencias de auditorías o resistencias de los pueblos, casos de Ecuador e Islandia; pero también a discutir sobre la Deuda y los bienes comunes, el modelo productivo y de desarrollo, la educación y la salud, las jubilaciones y pensiones: el hábitat popular y la Justicia; las problemáticas de las mujeres, los jóvenes, los pueblos originarios. No existe tema que no esté


atravesado por el condicionante de la deuda. La iniciativa tiene una variada cantidad de organizaciones que la promueven, a la que se suman redes nacionales e internacionales, de movimientos populares e intelectuales. Incluso, existen foros de debate en el mundo donde la Conferencia Internacional ya es parte de la discusión. El FMI volvió a tener funciones gracias al G20 y multiplicó sus recursos, por lo que volvió a las andadas. Acaba de otorgar 17.500 millones de dólares a Ucrania.  La deuda pública es uno de los mecanismos privilegiados de las clases dominantes y el imperialismo para intentar superar la crisis mundial en curso desde 2007/8. Eso lleva a cifras alarmantes del endeudamiento en los principales países del capitalismo mundial, con EEUU a la cabeza con la mayor deuda pública del mundo. La deuda actual es la hipoteca que se ofrece a los pueblos para condicionar el presente y el futuro. La convocatoria a una “Conferencia Internacional” en la Ciudad de Buenos Aires entre el 3 y
Alejandro Olmos

5 de junio del 2015 constituye un desafío político para instalar una posición política alternativa. Vale recordar que el 24 de abril se cumplen 15 años del fallecimiento de Alejandro Olmos, quien denunció a la Dictadura y especialmente a las autoridades económicas y monetarias de entonces sobre la responsabilidad del fraude de la deuda. A quince años de la muerte de Alejandro Olmos y en un año concentrado en elecciones de renovación presidencial, nos proponemos articular la militancia con un importante activo militante.  Gracias a la iniciativa política y judicial de Olmos, en Junio del 2000, la justicia formuló un fallo denunciando 477 casos de fraude, que duerme el sueño de los justos. Pretendemos recuperar la brega del patriota Olmos y al mismo tiempo reivindicar los procesos de investigación existentes en nuestra historia reciente, y exigir se investigue la deuda, y claro, mientras, suspender los pagos.   

jueves, 16 de abril de 2015

¡ CUBA SÍ, YANQUIS SÍ..!

EN CUBA HABRÁ UN RELEVO GENERACIONAL, 
SIN  NADA QUE VER CON LA FAMILIA CASTRO. 
SI SE ATENDRÁN A LA ORTODOXIA POLÍTICA, 
AFERRADOS A LA IDEA DEL PARTIDO ÚNICO, 
ES ALGO QUE ESTÁ POR VERSE...

Escribe
SERGIO RAMÍREZ (*)
 Columnista habitual de 
“La Jornada” de México” 
15 de abril 2015

(*) SERGIO RAMIREZ – (Nicaragua, Masatape, 1942), Escritor, abogado, periodista y político nicaragüense. Fue vicepresidente de su país entre 1986 y 1990 durante el mandato de Daniel Ortega. En el gobierno de Violeta Chamorro, fue legislador. Se graduó en Leyes por la Universidad Nacional Autónoma de León. En Costa Rica fundo revista “Repertorio” Integro la lucha contra el dictador Somoza, desde el FSLN.  Ha sido analista político internacional. Autor de varios libros de éxito. Se consagró internacionalmente en 1998 cuando ganó el Premio Alfaguara. Referente ineludible en la joven historia del continente latinoamericano.


A estas alturas es ya un lugar común repetir que el encuentro entre Barack Obama y Raúl Castro durante la Cumbre de las Américas en Panamá representa un hito histórico. Por supuesto que lo es, y tiene consecuencias para todo el continente, porque cambia la naturaleza de las relaciones entre América Latina y Estados Unidos, dándoles un
nuevo tono. Y echa la última palada de tierra a la guerra fría y a su retórica altisonante. Si el entendimiento entre los dos países sigue progresando, hay dos fantasmas que parecen destinados a regresar a sus tumbas, y son el antimperialismo y el anticomunismo, aunque por supuesto seguiremos escuchando sus aullidos. La extrema derecha del Tea Party en Estados Unidos y los adalides del socialismo del siglo XXI entre nosotros van a agitar esos fantasmas mientras su vocinglería pueda darles réditos políticos. La frase bien meditada de Raúl Castro exculpando a Obama de las agresiones imperialistas del pasado, y dándole la calificación de hombre honesto, encuentra un complemento adecuado en otra del propio Obama, cuando dijo:

Nuestras naciones deben liberarse de los viejos argumentos, debemos compartir la responsabilidad del futuro. Este cambio es un punto de inflexión para toda la región. Es un acercamiento que promete; pero para que pueda volverse irreversible será necesario que algunos de los pasos previstos se den a lo inmediato, como son el que Estados Unidos ponga a Cuba fuera de la lista de países terroristas, y que se establezcan las plenas relaciones diplomáticas. Esto abriría el camino para que las restricciones del bloqueo económico puedan seguir siendo aligeradas, y el sucesor de Obama en la Casa Blanca se encuentre con una situación de no retorno, si es que ese sucesor viene de las filas republicanas más radicales. El argumento de quienes adversan este entendimiento en marcha es que el gobierno


de Cuba pone muy poco de su parte, en cuanto a derechos humanos y libertades democráticas, mientras todas las concesiones vienen a ser hechas por Estados Unidos. Pero, a su vez, la concesión fundamental que Cuba espera, el levantamiento del bloqueo, es bien sabido que no está en manos de Obama, y de aquí a que en el Congreso en Washington haya una mayoría favorable a esa medida falta aún mucho camino que recorrer. Ya Raúl Castro lo sabe, y por eso ha insistido en repetir que hay que tener mucha paciencia. Mucha


paciencia. Cuando se habla de derechos humanos y libertades civiles en Cuba, no se trata de meras concesiones, sino de asuntos que conciernen a la naturaleza del sistema político: el poder de un solo partido, el control de la sociedad civil y el monopolio de los medios de comunicación. Aquí es donde Raúl Castro se ha mostrado intransigente al afirmar que Cuba no cambiará su sistema, y entonces todo parece quedar en un punto muerto. Pero no hay puntos muertos de aquí en adelante. Obama, que se acerca al fin de su último mandato, y quiere que su apertura con


Cuba sea parte visible de su legado presidencial, tiene al otro lado de la mesa de negociaciones a un líder histórico de la Revolución cubana que pasa ya de los 80 años, y que ha anunciado él mismo que no buscará un nuevo periodo a la cabeza del régimen. Raúl Castro representa una generación que se despide. Por tanto, en Cuba habrá necesariamente un relevo generacional, con dirigentes que ya nada tendrán que ver con la familia Castro. Si estos nuevos dirigentes se atendrán a la ortodoxia política y se aferrarán a la idea del partido único, es algo que está por verse. Seguramente todo está siendo minuciosamente planeado para que los actores del relevo no se aparten de la línea tradicional, y sigan tolerando la apertura económica, pero no la apertura política. 

“A contracorriente” EL NEOCOLONIALISMO INTELECTUAL

LIBERALISMO FUE LA IDEOLOGÍA DE LOS SECTORES 
QUE VIVÍAN DEL LIBRE COMERCIO.  
LOS INTERESES DE LAS OLIGARQUÍAS TRADICIONALES,
 DEL CONJUNTO DE LA DERECHA

Escribe 
EMIR SADER (*) 
Blog del autor en “Publico.es” 
11 de abril 2015

(*) EMIR SADER (BRASIL 1943): Sociólogo y científico. Es profesor Y Doctor de Ciencia Politica de la Universidad de São Paulo (USP) y de la Universidad  do Estado do Río de Janeiro (Uerj),  miembro de CLACSO (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales). Reseña las consecuencias del modelo neoliberal que dejó a América Latina sumida en la precarización laboral en su Blog  que es “Carta Maior”


La izquierda occidental tuvo siempre un fuerte acento eurocentrista. Las mismas definiciones de izquierda y de derecha en Europa se han difundido por todo el mundo. La izquierda europea fue básicamente socialista –o socialdemócrata– y comunista. Tenía como sus componentes esenciales a sindicatos y a partidos políticos con
representación parlamentaria, disputando elecciones, aliados entre sí. Como uno de sus componentes –que se volvería un problema– el nacionalismo fue clasificado como una ideología de derechas, por su modalidad chovinista en Europa. La responsabilidad atribuida a los nacionalismos en las dos guerras mundiales consolidó esa clasificación. En otros continentes, especialmente en América Latina, esa clasificación aparecía como esquemática, mecánica. Ocurre que en Europa la ideología de la burguesía ascendente fue el liberalismo, oponiéndose

a las trabas feudales para la libre circulación del capital y de la mano de obra. El nacionalismo se ubicó a la derecha del espectro político e ideológico, exaltando los valores nacionales de cada país en oposición a los de los otros países y, mas recientemente, oponiéndose a la unificación europea, porque debilita a los Estados nacionales. Mientras que en la periferia del capitalismo, el nacionalismo y el liberalismo tienen rasgos distintos, hasta opuestos a los que tienen en Europa. El liberalismo fue la ideología de los sectores primarios-exportadores, que vivían del libre comercio,


 expresando los intereses de las oligarquías tradicionales, del conjunto de la derecha. El nacionalismo, al contrario de Europa, siempre tuvo un componente antiimperialista. La izquierda europea tuvo grandes dificultades con el nacionalismo y el liberalismo en regiones como América Latina. Como uno de los errores provenientes de la visión eurocéntrica, líderes como Perón y Vargas llegaron a ser comparados por partidos comunistas de América Latina con dirigentes fascistas europeos –como Hitler y Mussolini– por su componente nacionalista y anti-liberal. A  la vez, varias fuerzas liberales latino-americanas fueron aceptadas en la Internacional Socialista porque estarían defendiendo sistemas políticos “democráticos” (en realidad, liberales) en contra de “dictaduras”, que serían protagonizadas por líderes nacionalistas con sus carismas y su supuesta ideología “populista” y autoritaria.
Procesos como las revoluciones mexicana, cubana, sandinista, y liderazgos nacionalistas como los mencionados, fueron difícilmente asimilables por la izquierda tradicional, por las improntas eurocéntricas de ésta. Lo mismo ocurre, en cierta forma, con las características de la izquierda latinoamericana del siglo XXI, con la cual la izquierda tradicional europea tiene dificultades para comprender su carácter y sus luchas. Esas mismas limitaciones afectan a la intelectualidad de izquierda europea, que ha heredado el eurocentrismo y lo ha adaptado a sus visiones de América Latina. Por
una parte están los intelectuales socialdemócratas que, conforme esacorriente ha asumido el neoliberalismo, han perdido cualquier posibilidad de comprender a América Latina y a la izquierda posneoliberal de nuestra región. Pero hay también intelectuales libre tiradores o vinculados a corrientes de ultra izquierda europea, que lanzan sus análisis críticos sobre los gobiernos progresistas latinoamericanos, con gran desenvoltura, diciendo lo que esos gobiernos harían de equivocado, lo que debieran hacer, lo que no debieran hacer, etc. Hablan como si sus tesis hubieran sido confirmadas en algún lugar, sin poder presentar ningún ejemplo concreto de que sus ideas hayan cuajado y demostrado así que se adecuarían mejor a la realidad que los caminos que esos gobiernos siguen.   


miércoles, 15 de abril de 2015

SUICIDIO COPILOTO: ¿NIHILISMO DE LA CULTURA?

LAS EMPRESAS LLEVAN LA COMPETITIVIDAD
HASTA UN LÍMITE EXTREMO,  INFUNDIENDO 
ANGUSTIAS, MIEDO Y SÍNDROME DE PÁNICO...
  

Escribe 
LEONARDO BOFF (*) 
Fuente Web del autor
Martes 14 de abril 2015

(*)LEONARDO BOFF (BRASIL) Teólogo, filósofo y escritor Uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. en 1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Cardenal Ratzinger (ex Papa) le silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder” . Profesor de ética y filosofía en Brasil. Conferencista en muchas universidades, como Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín entre otras. Escribió más de 100 libros, traducidos a diversas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio Right Livelihood, considerado el Nobel Alternativo.


El suicidio premeditado del copiloto Andreas Lubitz de la compañía Germanwings, llevando consigo a 149 personas, suscita varias interpretaciones. Seguramente había un componente psicológico de depresión, asociado al miedo de perder el puesto de trabajo. Pero
llegar a esta solución desesperada de poner voluntariamente fin a su vida, llevando consigo a otras 149 personas, implica algo muy profundo y misterioso que necesitamos tratar de descifrar de alguna forma. Actualmente este miedo a perder el empleo y vivir bajo una grave frustración por no poder realizar nunca su sueño lleva a no pocas personas a la angustia, de la angustia a la pérdida del sentido de la vida, y de esta pérdida al deseo de morir. La crisis de la geosociedad está haciendo surgir una especie de “malestar en la globalización” replicando el “malestar en la cultura” de Freud. A causa de la crisis, las empresas y

sus gestores llevan la competitividad hasta un límite extremo, estipulan metas casi inalcanzables, infundiendo en los trabajadores angustias, miedo y, no es raro, síndrome de pánico. Se les exige todo: entrega incondicional y plena disponibilidad, lastimando su subjetividad y destruyendo las relaciones familiares. Se estima que en Brasil cerca de 15 millones de personas sufren este tipo de depresión, ligada a las sobrecargas de trabajo. La investigadora Margarida Barreto, médica especialista en salud del trabajo, observó, en una investigación llevada a cabo en el año 2010 oyendo a 400 personas, que cerca de la cuarta parte de ellas había tenido ideas suicidas a causa de la

excesiva exigencia del trabajo. Continúa ella: «es necesario ver el intento de quitarse la vida como una gran denuncia de las condiciones de trabajo impuestas por el neoliberalismo en las últimas décadas». Resultan especialmente afectados los empleados de banca del sector financiero, altamente especulativo y orientado a la maximización de los lucros.Una investigación hecha en el 2009 por el profesor Marcelo Augusto Finazzi Santos, de la Universidad de Brasilia, averiguó que entre 1996 y 2005, cada 20 días se suicidaba un empleado de banca a causa de las presiones por metas, exceso de tareas y pavor al desempleo. La
Organización Mundial de la Salud estima que se suicidan cerca de tres mil personas diariamente, muchas de ellas por causa de la abusiva presión del trabajo. Le Monde Diplomatique de noviembre de 2011 denunció que entre los motivos de las huelgas de octubre en Francia se encontraba también la protesta contra el ritmo de trabajo acelerado impuesto por las fábricas causando nervosismo, irritabilidad y ansiedad. Se volvió a lanzar la frase de 1968 que rezaba: “metro, trabajo, cama” , actualizándola ahora como “metro, trabajo, túmulo” . Es decir, enfermedades letales o suicidio como efecto de la superexplotación del proceso productivo al modo ultra acelerado norteamericano. Estimo que, en el fondo de todo, estamos frente a aterradoras dimensiones nihilistas de nuestra
cultura. El término nihilismo fue introducido en 1793 durante la Revolución Francesa por Anacharsis Cloots, un francoalemán, y fue divulgado por los anarquistas rusos a partir de 1830, que decían: «todo está equivocado, por eso todo tiene que ser destruido, y hay que recomenzar de cero». Después Nietzsche retoma el tema del nihilismo, aplicándolo al cristianismo que, según él, se opone al mundo de la vida. En la posguerra, en su seminario sobre Nietzsche, Heidegger va más lejos al afirmar, creo que de forma exagerada, que todo el Occidente es nihilista porque olvidó el Ser en favor del ente. El ente, siempre finito, no puede llenar la búsqueda de sentido del ser humano. Alexandre Marques Cabral dedicó dos volúmenes al tema: Nihilismo e Hierofanía: Nietzsche y Heidegger (2015). En sectores de la posmodernidad, el nihilismo se transformó en la enfermedad difusa de nuestro tiempo, es decir, todo es relativo y, en el fondo, no vale la pena; la vida es absurda, los grandes relatos de sentido perdieron su valor, las relaciones sociales se licuaron y está en vigor un aterrador vacío existencial. 

PANAMÁ: DOS RELATOS

OBAMA PRONUNCIÓ UN DISCURSO A LA DEFENSIVA, 
MANTUVO EN TODO MOMENTO EL CEÑO ADUSTO 
  SU HABILIDAD ORATORIA SE QUEDÓ EN WASHINGTON.

Escribe 
PEDRO MIGUEL – 
Periodista. Columnista 
en “La Jornada” de México 
y otros medios del continente.
Martes 14 de abril 2015.


No deja de ser gracioso que el encuentro de presidentes del hemisferio que ocurrió en Panamá hace tres días haya dado pie a historias tan contrastadas como las que se pudo ver, escuchar y leer en los medios de derecha y las que uno pudo colegir de los videos sin editar y de la consignación puntual y fáctica de lo allí sucedido. Como en la película Rashÿmon, de Akira Kurosawa, una misma serie de interacciones da lugar a relatos diversos y hasta contrapuestos. Notas, artículos y editoriales del llamado mainstream mediático vieron en la reunión una clara victoria de Estados Unidos, de Barack Obama concretamente: hablaron de un regreso de
Washington a la escena continental, de una Casa Blanca triunfante ante La Habana (porque pudo colgarse el crédito histórico de la normalización de relaciones como un trofeo) y ante Caracas (porque Obama aflojó la presión pero no dio marcha atrás en su declaratoria de Venezuela como amenaza grave e inusual a la seguridad nacional estadunidense) de una superpotencia que ha recuperado la iniciativa en su patio trasero. No lo dicen así sino de manera tangencial: Obama ha logrado inaugurar una nueva era en las maltrechas relaciones con sus vecinos del sur y ha dejado atrás la historia de conflictos y desencuentros que se remonta a medio siglo

, en el caso de Cuba, o a tres o cuatro lustros, por lo que hace a la mayoría de las naciones sudamericanas. Bravo. En contraste –prosigue el relato–, los presidentes del campo latinoamericano (léase Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y Brasil, principalmente) exhibieron una vieja y cansada retórica ideológica sin grandes recursos argumentales y, para colmo, acudieron al encuentro panameño abrumados por la caída de las materias primas en los mercados internacionales, por el agotamiento del ciclo de crecimiento económico de hace unos años y por el desgaste del poder, expresado sobre todo en escándalos de corrupción. Así se ve, desde el aparato mediático dominante y
hegemónico, lo ocurrido en Panamá este fin de semana. Pero si uno acude a YouTube y se toma la molestia de observar los discursos de los ahí reunidos se encontrará con una realidad diametralmente opuesta: de entrada, Obama pronunció un discurso a la defensiva, mantuvo en todo momento el ceño adusto y, lo que es peor, su conocida habilidad oratoria se quedó en Washington. Parecía un hombre que se refugia en un eficientismo impaciente porque sueña con la jubilación y proyectaba en todo momento su necesidad de salir del paso. Salió, en efecto, y abandonó
la reunión en forma prematura porque, como lo definió él mismo, no quería escuchar más clases de historia. En todo caso, el gobierno que tuvo que formular propósitos de enmienda fue el de Washington, no el de La Habana. En cambio, lo que se mira en las vibrantes intervenciones de Cristina Fernández de Kirchner, Rafael Correa y Nicolás Maduro –y, en menor medida, de Tabaré Vázquez, conocido por su estilo moderado, y de Evo Morales, quien tampoco tuvo una jornada oratoria particularmente buena– es un consenso en defensa de la autodeterminación de las naciones del subcontinente y un acuerdo básico acerca de la necesidad de avanzar en el deslinde con respecto
del modelo neoliberal. La alocución de Raúl Castro fue caso aparte porque era la primera ocasión en que su país era admitido en esos cónclaves y no iba a romper lanzas con Washington cuando apenas se está impulsando el proceso de normalización de relaciones. Otro caso especial era el de Juan Manuel Santos, involucrado en el decisivo proceso de paz con las organizaciones guerrilleras de su país y quien, sin dejar de ser un conservador y de derecha, exhibió visión de Estado. Los
latinoamericanos hicieron ver al estadunidense como un hombre aislado e incómodo y, desde luego, no estuvieron dispuestos a renunciar a los reclamos históricos. No había, de hecho, razones para hacerlo porque en este hemisferio la historia y el presente se funden en un continuo que arranca con las invasiones y el saqueo territorial contra México y desemboca en el hostil decreto antivenezolano emitido apenas el mes pasado por la Casa Blanca; que va de los tratados colonialistas impuestos a Cuba en los albores de su vida independiente a un embargo económico que persiste, y sobre cuya pronta terminación no hay certeza alguna.