viernes, 29 de mayo de 2015

EL DERECHO CONTRA LA DERECHA

EL CAPITALISMO  NO CONSIGUE IR MÁS ALLÁ;
NO TIENE NADA MÁS QUE OFRECER, 
A NO SER MÁS DE LO MISMO, 
QUE ES AQUELLO QUE PRODUCE LA CRISIS: 
SU ILIMITADA VORACIDAD.

Escribe 
LEONARDO BOFF (*) 
Fuente Web del autor
 29 de mayo 2015

(*)LEONARDO BOFF (BRASIL) Teólogo, filósofo y escritor Uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. en 1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Cardenal Ratzinger (ex Papa) le silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder” . Profesor de ética y filosofía en Brasil. Conferencista en muchas universidades, como Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín entre otras. Escribió más de 100 libros, traducidos a diversas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio Right Livelihood, considerado el Nobel Alternativo.


Prolongando reflexiones anteriores, veo que para intentar salir de la crisis actual (si es que es posible) hay dos presupuestos que deben ser considerados seriamente. De lo contrario corremos el riesgo de perder todo lo que hayamos proyectado: el colapso del orden capitalista y los límites de la Tierra que no se pueden traspasar. Naturalmente se trata de hipótesis, pero creo que fundadas. Primer
presupuesto: el sistema del capital ha entrado en colapso, lo que significa su fin en un doble sentido: fin en el sentido de que ha alcanzado su propósito fundamental: aumentar la acumulación privada hasta su límite extremo. Como constató Thomas Piketty en El capital en el siglo XXI: «los pocos que están arriba tienden a apropiarse de una gran parcela de la riqueza nacional». Hoy esa tendencia es no sólo nacional sino global. Los datos varían de año en año, pero en el fondo se resumen en esto: un grupo cada vez menor detenta y controla gran parte de la riqueza mundial. Hoy son, según datos de la respetada Escuela Politécnica Federal de Zurich (ETH), 737 actores que controlan cerca del 80% de los flujos financieros mundiales. Dentro de poco serán muchos menos. Pero ese fin significa también fin como colapso y desenlace final. La agonía puede prolongarse, pues usa mil estratagemas para
perpetuarse, pero la crisis es inevitablemente terminal. El capitalismo ha tocado techo y no consigue ir más allá; peor aún, no tiene nada más que ofrecer, a no ser más de lo mismo, que es aquello que produce la crisis: su ilimitada voracidad. Ocurre que sobrepasó los límites físicos de la Tierra; el agotamiento de los bienes naturales es de tal orden que ya no tiene condiciones para autorreproducirse, pues los necesita. Al forzar su lógica interna, puede volverse biocida, ecocida y, en el límite, geocida. Como no puede autorreproducirse más, se vuelve sobre sí mismo, acumulando con más y más furia, vía especulación financiera: dinero haciendo dinero. El lema sigue siendo el mismo, el perverso “greed is good” (la codicia es buena). Que se
dañe la humanidad, la naturaleza y el futuro de las próximas generaciones. Si en Brasil queremos salir de la crisis a base de esta lógica, estamos escogiendo el camino del abismo. Dentro de poco, todos experimentaremos en carne propia el sentido de la metáfora de Sören Kirkegaard: el payaso pidió a los espectadores que ayudasen a apagar el fuego de las cortinas de atrás del teatro. Todos reían y aplaudían pues pensaban que era parte del espectáculo. Nadie hizo caso al payaso hasta que el fuego quemó el teatro entero y a todos los que estaban dentro y aún en los alrededores. El segundo presupuesto, ausente casi siempre en los analistas económicos convencionales, es el estado gravemente enfermo del planeta Tierra. La aceleración productivista está destruyendo rápidamente las bases físico-químicas que sustentan la vida, además de producir una espantosa erosión de la biodiversidad (cerca de cien mil especies, según E. Wilson, desparecen cada año) y el imparable calentamiento global, cuyos
gases de efecto invernadero han alcanzado en la actualidad los niveles más elevados desde hace 800 mil años. Con la subida de la temperatura 2 grados centígrados podremos todavía gestionar la biosfera. Sin embargo, si no hacemos nada a partir de ahora, como afirmó ya en 2002 la sociedad científica norteamericana, aun en este siglo podríamos conocer el “calentamiento abrupto”. Este podría llegar a 4-6 grados centígrados más. Bajo esa temperatura, advierte la comunidad científica, las formas de vida conocidas no podrían subsistir y gran parte de la humanidad se vería afectada gravemente
con millones de víctimas. ¿Cómo salir de ese impasse? Tal vez nadi etenga condiciones para ofrecer una alternativa realmente viable, porque tiene una dimensión que va más allá de Brasil, pues es global. A nosotros, los intelectuales, nos toca reflexionar, alertar y urgir medidas concretas. Es nuestro imperativo ético. El primero, ante la gravedad de la crisis, consiste en crear un consenso mínimo, suprapartidario, que incluya a parlamentarios progresistas, sindicatos, empresas, intelectuales, ONGs, iglesias y pueblo de la calle en torno a un proyecto mínimo de Brasil fundado en algunos principios y valores asumidos por todos (seguramente se exigirá una reforma política, tributaria y fuerte inversión en la agroecología). Estimo que el liderazgo de Lula sería suficientemente fuerte todavía para encabezar esta propuesta. El Gobierno de Itamar Franco, pos-crisis Collor, podría servir de referencia inspiradora.      

LA NOTICIA DE LOS ÚLTIMOS TIEMPOS

EXIGE AUDACIA POLÍTICA RESTABLECER RELACIONES
 CON LA GRAN POTENCIA EN TAN ASIMÉTRICO CUADRO, 
DONDE CUBA NO TIENE  CONCESIÓN  QUE HACER

Escribe 
ÁNGEL GUERRA CABRERA (*) 
Fuente “La Jornada” de México
28 de Mayo 2015

(*) ANGEL GUERRA CABRERA -Periodista cubano residente en México y columnista del diario La Jornada y en CubaDebate, entre otros medios del continente. Latinoamericanista. Analista internacional, graduado de periodismo en la Universidad de La Habana. Participante frecuente en teleSUR. Protagonista  en la lucha contra la dictadura de Batista y después del triunfo de la revolución cubana ocupó diversas funciones en las Milicias Nacionales.


Cuba será excluida muy probablemente esta semana de la espuria lista estadunidense de países patrocinadores del terrorismo y ya el gobierno de ese país otorgó licencia a un banco para abrir la cuenta
de la actual sección de intereses y futura embajada cubana en Washington. Bien por Obama. La noticia de los últimos tiempos es el enorme éxito de la política exterior de La Habana y su modélico desempeño en el diálogo con Estados Unidos para restablecer relaciones diplomáticas. Resultado de una política de principios y una gran acumulación cultural y política desde el triunfo rebelde de 1959. Cuba debió inventar cómo construir el

socialismo en un país pobre y subdesarrollado con menos habitantes que la ciudad de México y menor extensión que cuatro de los estados de la Federación. Cómo hacerlo bajo una guerra no declarada de la vecina potencia del norte, que aún no concluye puesto que se mantienen intactos el bloqueo, incluida la prohibición de utilizar el dólar en las transacciones cubanas y la amenaza de sanciones a


entidades de otros países que comercien con ella. También, la prohibición de comprar nada que no sean alimentos en el mercado estadunidense y de vender allí producto alguno. Continúan los millonarios fondos para el fomento de la democracia en Cuba, eufemismo que designa los planes subversivos del orden revolucionario, incluyendo los honorarios de la mercenaria contrarrevolución. Prosiguen miles de horas de transmisiones ilegales y ponzoñosas al territorio cubano

pagadas por el contribuyente estadunidense. Permanece la Base Naval de Guantánamo, territorio ilegalmente ocupado, impuesto en la intervención militar estadunidense de 1898. La lista es larga. Es fácil comprender la audacia política que exige restablecer relaciones diplomáticas con la gran potencia en ese cuadro tan asimétrico, donde Cuba no tiene apenas concesión alguna que hacer puesto que ni es el agresor, ni el bloqueador, ni el que mantiene planes para cambiar el régimen de aquella, ni ocupa allí
territorio, ni amenaza su seguridad nacional. Precisamente lo más relevante del proceso negociador es que La Habana no ha hecho, y seguramente no hará, ni una concesión en lo que concierne a su soberanía y principios revolucionarios. Allí está el contundente rechazo del gobierno de Raúl Castro al decreto presidencial estadunidense que declara a Venezuela amenaza a la seguridad nacional. En los últimos dos años hemos visto a Cuba crear un modelo novedoso y útil para los países del tercer mundo de conducir las negociaciones con Estados Unidos constructivamente pero sin dejar de ser la revolución que ha sido.
Como ha explicado Raúl desde que anunció el 17D el acuerdo a que había llegado con el presidente Obama, falta resolver lo fundamental, que es el levantamiento del bloqueo, razón por la cual este será un proceso largo y complejo. El presidente de Cuba descolló en la Cumbre de las Américas. Allí donde Maduro, Correa, Cristina, Dilma, Evo y los caribeños dieron muestras notables de inteligencia e independencia, mientras el partido mediático intentaba proyectar a Obama como la única estrella. Qué decir de las deferencias hacia el mandatario cubano en Argelia, Rusia y el Vaticano, donde el papa
Francisco, contra la costumbre, lo recibió en domingo y se les vio gran empatía en casi una hora de plática, que el pontífice no dedica usualmente a ningún jefe de Estado. Un anuncio de lo que será su próxima estancia en la isla. Sin olvidar la visita de Hollande a Cuba, primer presidente francés en hacerlo. Subrayo la diestra actuación de Josefina Vidal, encargada de Estados Unidos en la cancillería cubana, y su delegación, en las conversaciones con la

subsecretaria Roberta Jacobson y su relación con la prensa. El nombre de la cubana fue el segundo tema entre los 10 más comentados vía Twitter en Washington al concluir las pláticas de la semana pasada.Para los periodistas estadunidenses fue una revelación ver la desenvoltura de sus pares de los medios públicos cubanos. De la joven Cristina Escobar dijo Bloomberg que se comportó como la élite de veteranos reporteros que tienen una silla en esta sala. A la editora de Cubadebate, Rosa Miriam Elizalde, una representante de CBS le comentó: no esperaba que Cuba fueran ustedes, que están outside the box. “Es que Cuba ha estado siempre fuera del molde, respondió Elizalde, sólo que ustedes acaban de enterarse”. Por cierto, son muy sabrosas sus notas desde Washington. 
(…Texto completo aquí)

jueves, 28 de mayo de 2015

… SI ROBAS MILES DE MILLONES TE VAS DE ROSITAS

UNA VERGONZOSA DERIVA  APLASTA DERECHOS 
MÁS DÉBILES, Y  PROTEGE PRIVILEGIOS DE  PODEROSOS.
A LAS CULPAS  LAS NEUTRALIZA EL SISTEMA, 
QUE TIENE  LA CORRUPCION EN SU ADN.


Escribe 
LUIS MATÍAS LÓPEZ  (*)  
Fuente: 
Blog del autor en “Público.es” 
20 de mayo 2015

(*) LUIS MATÍAS LÓPEZ. Exredactor jefe y excorresponsal en Moscú de EL PAIS de España, miembro del Consejo Editorial de PUBLICO hasta la desaparición de su edición en papel, con la columna ¨El Mundo es un Volcán¨ en la que pretende analizar sin sectarismos la actualidad internacional, y en ocasiones la española.


El cáncer de la desigualdad y el doble rasero  se refleja en un puñado de fríos datos. La explicación  es el meollo de un libro imprescindible del periodista y escritor norteamericano Matt Taibbi publicado en
castellano por Capitan Swing: “La brecha. La injusticia en la era de las grandes desigualdades económicas.” Que el imperio está podrido no es ninguna novedad. Lo reflejan libros recientes como “El desmoronamiento”, de George Parker, “En deuda”, de David Graeber, “El problema de los supermillonarios”, de Linda McQuaig y Neil Brook y “El color de la justicia”, de Michelle Alexander. La brecha, que recoge numerosos casos individuales se centra en la denuncia de la doble vara de medir de una justicia que debería ser ciega e igual para todos,
pero que funciona según una doble escala. Fumar un porro, colarse en el metro, orinar en la calle, vagabundear, ir en bicicleta por la acera, detenerse a la entrada de casa, dormir en un parque, conducir sin carné, llevar una luz de posición rota en el coche o no pagar una multa puede hacer que cualquiera sea detenido e incluso que dé con sus huesos en la cárcel. Sobre todo si es negro, hispano o sin papeles. La brecha permite que, en la misma época en que las detenciones por delitos menores entre las minorías se multiplican, EEUU haya sufrido los megaescándalos económicos que hicieron eclosión en 2008 y sumieron al mundo en la peo
r depresión desde 1929. Han sido delitos financieros a gran escala, genocidios económicos que destruyeron el 40% de la riqueza del planeta y empobrecieron a miles de millones de personas. Pero, ¿cuántos de los responsables han dado por ello con sus huesos en la cárcel? ¿Qué ocurrió, por ejemplo, con el HSBC, el primer banco de Europa, que blanqueó miles de millones de dólares de terroristas de Oriente Próximo, de la mafia rusa y de cárteles de la droga colombianos y mexicanos responsables de 20.000 asesinatos? Pues que hubo un acuerdo de procesamiento diferido, se   suspendió de forma parcial del pago de bonificaciones a los
ejecutivos y se impuso a la entidad una multa de 1.900 millones. ¿Responsables a la trena? Ni uno solo. ¿Qué ocurrió con el Caso LIBOR, la manipulación de tipos de interés a nivel mundial que, por su magnitud, ha sido quizás el mayor escándalo financiero de todos los tiempos y que implicó a gigantes como UBS, Barclays y Royal Bank of Scotland? UBS, explica Taibbi, fue pillado con las manos en la masa, había pruebas escritas de sobornos para amañar los tipos, de modificación del precio de cientos de miles de millones de productos financieros. Pero la casa matriz –y sus directivos- se
salvaron de la quema, libres de cualquier acusación penal, aunque con una multa de 1.500 millones. Solo la filial japonesa se declaró culpable de un delito. ¿Por qué tanta comprensión? La respuesta es sencilla: como no podían alegarse motivos de equidad, el aparato de justicia recurrió a la teoría del mal menor y de los efectos colaterales, un término que Eric Holder, un hombre de Wall Street, esbozó antes de ser fiscal general con Obama. Consiste en determinar que el interés nacional implica evitar la caída de las grandes entidades financieras, porque tendría consecuencias catastróficas sobre pensionistas, empleados, accionistas y el propio sistema. Es la
doctrina de demasiado grande para caer. En varias ocasiones, antes de actuar en casos de gran repercusión económica, se consultaba a Wall Street sobre las posibles consecuencias sistémicas. Forzando límites, podría entenderse que convenía rescatar a los bancos pero ¿por qué salvar también a los banqueros que los llevaron al borde de la quiebra? El doble rasero es clamoroso incluso en el propio mundo económico. ¿Cuál fue el único banco que terminó con sus dirigentes esposados ante un juzgado de Nueva York y con el fiscal Cyrus Vance –el mismo que enchironó a Dominique Strauss
Kahn- buscando la gloria al presentarle como ejemplo de las malas prácticas que provocaron la gran recesión? Pues una pequeña entidad propiedad de chino-americanos, solvente, con un índice de morosidad del 0,5%, con la práctica totalidad de sus hipotecas pagadas puntualmente pero con algunas irregularidades en la exigencia de solvencia en los créditos y, sobre todo, perfectamente situado para convertirse en cabeza de turco. Era, en definitiva, pecata minuta en una pandemia de fraude y delincuencia económica a gran escala. Ocurría al mismo tiempo que JP Morgan Chase –otro banco demasiado grande- era pillado en operaciones de lavado de dinero negro, manipulación de tarifas energéticas, falsificación de firmas en documentos y violación de leyes antimonopolio. La factura fue alta, 16.000 millones de dólares de multa, pero los culpables se fueron de rositas.    

COHERENCIA DE POLÍTICAS EN TRATADOS COMERCIALES

EN LOS TRATADOS,  HAY ESTUDIOS CONTRADICTORIOS 
EN AUMENTO O PÉRDIDA DE EMPLEOS TOTALES
  EN VARIOS SECTORES  EN CORTO Y MEDIO PLAZO.

Escribe 
SANTIAGO GONZÁLEZ VALLEJO (*) 
Fuente “Rebelión”  
Miercoles 27 de mayo 2015

(*) SANTIAGO GONZÁLEZ VALLEJO, Periodista. Economista en el área de Servicios de Unión Sindical Obrera (USO).  Miembro cofundador del Comité de Solidaridad con la Causa Árabe. Publica en “Rebelión” y varios otros medios  de la prensa alternativa del continente . Se le acredita competencia en el análisis de los Convenios de  Comercio. (entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP) o entre éste último y países del Pacífico (la Alianza Transpacífica, TPP) o entre otros asiáticos,  a través de la APEC, etc.,)


Hay un consenso en admitir que los presupuestos de cooperación al desarrollo son marginales con respecto a los flujos económicos que se producen con el comercio, las inversiones y hasta con las remesas de
los emigrantes de un país. Es muy relevante fijarnos en las causas de la pobreza y la desigualdad y que esas causas sean atajadas por una política al desarrollo. Eso es en el fondo lo que tendría que significar el cambio de paradigma de pasar de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, sectoriales y con mirada a los países empobrecidos, a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que se plantean como universales. de esos objetivos. En el plano laboral, los trabajadores y sindicatos hemos abogado siempre por cláusulas sociales y ambientales en los Tratados comerciales. Una manera de
poner ‘suelo’ y mejorar los estándares laborales. En estos momentos a un lado y otro de los océanos, sea entre la Unión Europea y Estados Unidos (TTIP) o entre éste último y países del Pacífico (la Alianza Transpacífica, TPP) o entre otros asiáticos (a través de la APEC), etc., se quieren conformar bloques comerciales donde se quiere que el comercio (y las inversiones y flujos de capital) se incremente sin cortapisas. Que sea el precio el que marque la competencia. No el cómo se produce, ni cómo se
distribuya la cadena de producción y la participación de los beneficios de la misma. Rebajar aranceles, liberalizar inversiones y flujos de capital. Sortear a la Organización Mundial del Comercio y no buscar mecanismos compensadores, de control y participación. Tampoco, el cómo evitar los paraísos fiscales o la elusión fiscal de las multinacionales. Los negociadores de esos acuerdos repiten que se respetarán las normas internas y reglamentos de cada parte en múltiples temas, entre ellos, el laboral. En lo que respecta al plano económico-laboral siempre hay estudios contradictorios que
señalan aumento o pérdida de empleos totales y muy dispares en determinados sectores y territorios en el corto y medio plazo. Poco o nada se ha puesto a la luz sobre la mejora o pérdida de las condiciones laborales que se desarrollarían una vez que esos acuerdos estuvieran en vigor y en plena aplicación. Pero el comercio, con esas leyes selváticas, lo que produce es un aumento de las desigualdades, según si la empresa, sector e incluso región, están especializadas en bienes o servicios que cuentan con una mayor demanda por ser un bien ‘diferente’, escasez, precio, cualificación laboral, etc., frente a lo contrario, producto homogéneo, no diferenciado, hecho por una oferta
grande. Por eso hay que fijar ‘suelos’ normativos, las Convenciones Fundamentales de la OIT. Pero también reclamar el trabajo decente y el diálogo social para lograr estándares mejores en cada país. Y las prisas de los gobiernos en crear toda una red de acuerdos comerciales, sin haber paralelamente consolidado una equiparación normativa socio-laboral, quiere decir que ellos apuestan por un incremento de la competencia desleal que desarbole las condiciones laborales de todos los países, incluyendo a los de los países desarrollados. Éstos no serán competitivos en muchos sectores porque los precios de muchos productos, de libre acceso en su mercado, podrán ser realizados en otras zonas con unos costes laborales (porque no hay negociación
colectiva, por ejemplo) y ambientales inferiores. Si bien, ese dumping ha existido siempre, la globalización y las prácticas a ella asociados (elusión de las multinacionales, facilidad de transporte, incremento del comercio,..) ha agravado y puede agravar aún más la perversión del comercio. Por ejemplo, podemos fijarnos en la desigual ratificación en un lado y otro del Atlántico, UE-EE.UU, de las Convenciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Estados Unidos no ha ratificado seis de las ocho principales convenciones de la OIT, entre ellas las que conciernen a la libertad sindical (nº 87) y a la negociación colectiva (nº 98). Sólo ha ratificado 14 de los 189 actuales convenios internacionales. Por el contrario, todos los países de la Unión Europea han ratificado los ocho convenios fundamentales, y en el caso de España, por ejemplo, se han ratificado 133 de los 189 vigentes. Como sobre cosas de espíritu hay bastante escepticismo, es rechazable esa postura acomodaticia a favor de los ‘business’. No es suficiente que se hable en ese o en otro Tratado de ‘trabajo decente’, una supuesta concesión a los sindicatos que, al despreciar una posible inserción normativa, lo devalúa

miércoles, 27 de mayo de 2015

¿SON REALMENTE NECESARIOS LOS PARTIDOS POLÍTICOS?

VEO AL MENOS CUATRO INSTITUCIONES   RESPETABLES, QUE SON:   
 BANCOS,  CORPORACIONES,   CENTROS TECNOCRÁTICOS 
Y ESPECIALMENTE ME REFIERO A PARTIDOS POLÍTICOS. 
CUATRO DINOSAURIOS DE LA CIVILIZACIÓN INDUSTRIAL.


Escribe 
VÍCTOR M. TOLEDO (*) 
Fuente
 “La Jornada” de México. 
Martes 26 de junio 2015

(*) VÍCTOR M TOLEDO (Mexico) Doctor en ciencias, Investigador  de Etnoecología del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Autor de más de 100 publicaciones científicas. Editó 8 libros.,.Ha realizado valiosas aportaciones sobre las relaciones entre las culturas indígenas y la naturaleza. Militante .politico y social. Periodista .


Si estamos inmersos en una transformación civilizatoria, en una época en que todo lo sólido se desvanece en el aire, se hace necesario el cuestionamiento radical de aquellos puntales del mundo moderno que
hoy operan como fuentes invisibles de la crisis. El asunto no es sencillo porque no sólo entre los defensores del sistema, sino incluso entre aquellos que buscan remplazarlo existe un conjunto de mitos que parecen inamovibles o intocables. La diferencia entre una crisis social (digamos del capitalismo) y una crisis de civilización es que la segunda requiere de una actitud radicalmente diferente, pues se trata de modificar todo un
estilo de vida y de reformular los principales bastiones, las costumbres, las vías normales de la reproducción social. Visualizo la desaparición, gradual o súbita, de al menos cuatro instituciones tan decentes y respetables como los bancos, las corporaciones, los centros cientificistas y tecnocráticos y los partidos políticos. Se trata de cuatro pesados dinosaurios de la civilización industrial. En esta ocasión me ocupo de los partidos y utilizo el caso de México para ilustrarlo. No sólo en el país, sino en buena parte del mundo los partidos políticos sufren un notable
deterioro moral, una falta de eficacia y se han convertido en simples administradores de los intereses de los poderes económicos, del capital corporativo. Lejos ha quedado el mundo de las ideas, pues los partidos son por lo común bolsones neutros o anodinos, que rara vez representan los intereses de la ciudadanía. Surge entonces la pregunta, ¿realmente se necesitan partidos políticos para elegir a los gobernantes y para hacer funcionar los procesos democráticos? Veamos lo que sucede en México en vísperas de las elecciones de 2015. En el país existen dos mecanismos para elegir representantes sin partidos políticos. El primero es el derecho que tienen los pueblos originarios o indígenas para elegir de manera directa a sus autoridades a escala comunitaria y municipal. Esta vía ha sido formalmente promulgada en, por ejemplo, el estado de Oaxaca, y se utiliza en 80 por ciento de los
570 municipios. Por vez primera en la historia electoral del país, y gracias a una reforma constitucional concretada en 2012, en México son ya válidas las candidaturas independientes, es decir, candidatos a todos los niveles sin pertenencia a un partido político. Para las elecciones de 2015, 122 ciudadanos solicitaron en diciembre del año pasado ser avalados como candidatos independientes por la autoridad electoral. De éstos el INE aprobó 52, entre los cuales 17 aspiran a ser gobernadores. (…..)México vive una situación bochornosa. Es el tercer
país con mayor número de asesinatos dolosos en el mundo, después de Siria e Irak, y mantiene el mismo porcentaje de población en pobreza desde hace 30 años. México requiere urgentemente de cambios profundos y la vía electoral enfrenta una crisis de legitimidad. Noventa por ciento de los mexicanos desconfía de los partidos políticos y el árbitro electoral ha tolerado tres grandes fraudes en la elección presidencial (1988, 2006 y 2012). Hoy resulta obligatorio plantearse seriamente la
posibilidad de utilizar los procedimientos legales, aún limitados, para acceder al poder político sin partidos. Una real convergencia de movimientos sociales en resistencia, organizaciones independientes e iniciativas y fuerzas emancipadoras podrían dar la sorpresa en 2018. El cambio se avecina y no necesita de partidos políticos. Ambas rutas, resquicios ganados al monopolio de los políticos (partidocracia), son de enorme interés porque conforman ventanas para una democracia directa y participativa.    

MALASIA E INDONESIA ACOGERÁN A LOS NÁUFRAGOS

MILES DE INMIGRANTES  AUN CONTINÚAN 
A LA DERIVA EN EL MAR ASIÁTICO.  
LUEGO DE LA CAMPAÑA CONTRA EL TRÁFICO HUMANO,  
PESE  A QUE UNOS 3.500 HAN SIDO RESCATADOS...


Escribe 
MÓNICA G. PRIETO(*)
 Desde Tailandia.
 Fuente 
“Periodismo Humano) 
22 de mayo 2015

(*) MÓNICA GARCÍA PRIETO, Nació en España en 1974 donde se graduó. Periodista freelance de 41 años galardonada este año con la novena edición del premio José Couso de Libertad de Prensa. Ha cubiertos guerras como  Irak, Afganistan entre otras. Ha sido corresponsal de El Mundo en Beirut y trabaja para varios medios de comunicación. Fue una de las primeras en atravesar la frontera siria para narrar desde dentro la guerra. corresponsal en Oriente Próximo


Tras expulsar a los barcos que se aproximaban a sus costas, Indonesia y Malasia han rectificado su postura: aceptarán a los desventurados por un año, hasta que la comunidad internacional les
facilite el reasentamiento. Ni Birmania, responsable del éxodo, ni Tailandia, donde actúan las mafias de trata humana que secuestran a las víctimas, participan del compromiso. Aquel barco de niños aterrados y hambrientos, de adultos demacrados que lloraban a cámara pidiendo agua y comida, se convirtió en la pelota de ping pong de la crueldad regional. Tras dos meses navegando y abandonados por la tripulación que les conducía a Malasia, sus 350 pasajeros parecían condenados a morir
en su ataúd flotante. Pidieron auxilio a cada costa a la que arribaban, pero de todas les expulsaban: contaba un superviviente que la Fuerza Naval tailandesa llegó a amenazar con dispararles si volvían a Tailandia. Pescadores de la isla de Sumatra, apiadándose de los desventurados pasajeros, les llevaron a tierra firme en sus embarcaciones contraviniendo las órdenes de la Fuerza Naval indonesia, que había prohibido
expresamente conducirles a puerto. Ocurrió el miércoles 20 de mayo, el mismo día en que Malasia, Indonesia y Tailandia celebraban una cumbre para estudiar cómo encarar una crisis de refugiados e inmigrantes perdidos en las aguas del Golfo de Bengala y el Estrecho de Malacca desde que el 1 de mayo Tailandia actuase contra las redes de tráfico humano instaladas con total impunidad en su territorio: secuestran a los pasajeros en su travesía hacia Malasia (destino final
elegido) para encerrarles en campos de la muerte donde son extorsionados. Si no pagan el equivalente a unos 2.000 dólares, quedan indefinidamente en los emplazamientos criminales sometidos a todo tipo de violencia. Muchos mueren por inanición, deshidratación o enfermedad. La aparición de uno de esos campos, con capacidad para un millar de personas, en Padang Besar, en la frontera entre Malasia y Tailandia, desató la actual crisis: en un cementerio improvisado fueron encontradas 30 tumbas. Sólo un joven, en estado de desnutrición extrema, fue hallado
campo descubierto en Padang Besar
con vida junto a dos cadáveres sin sepultar: sus captores pensaron que no aguantaría la huída y le abandonaron. El escándalo fue mayúsculo y la Junta militar que rige el país con mano de hierro ordenó la desarticulación de los campos: se calcula que cuatro similares al de Padang Besar y una veintena de instalaciones más pequeñas han sido halladas, pero como puede comprobarse en la anterior imagen, no han sido destruidas. Temerosos de ser detenidos, las mafias se vieron obligadas a cambiar su método de actuación: en lugar de atravesar Tailandia por tierra rumbo a Malasia, se quedaron en alta mar. A medida que pasaban las semanas sin que se dieran

condiciones seguras para desembarcar, las tripulaciones les fueron abandonando y miles (entre 6.000 y 10.000) quedaron abandonados entre las olas, sin comida, agua ni esperanza. Ataúdes flotantes, les llamaron las ONG, cargados con cientos de personas en riesgo de morir de hambre y sed o, simplemente, de ahogarse después de que las autoridades de Malasia, Tailandia e Indonesia anunciasen que rechazarían toda embarcación que se acercara a sus costas. En la citada cumbre, Indonesia y Malasia cambiaron su postura y se ofrecieron a acoger a quienes atracaran en sus costas por un plazo máximo de un año, siempre que fueran reasentados por la comunidad internacional en ese tiempo, y advirtiendo inicialmente que no lanzarían operaciones de rescate en alta mar. Finalmente Malasia ordenó a su Fuerza Naval que fuera en auxilio de los refugiados y días después lo hacía indonesia. Según el ministro de Exteriores indonesio, Anifah Aman, unas 7.000 personas podrían seguir en el mar, vagando en barcos de mafias, una cifra que Naciones Unidas reduce a 4.000. Imposible saber de cuántos seres humanos se trata, dado que es una actividad clandestina. 

martes, 26 de mayo de 2015

CONTRA LA ESPIRAL TÓXICA

POR SU GRAN USO HAY MÁS DE 20 PLANTAS INVASORAS 
QUE RESULTAN RESISTENTES AL GLIFOSATO POR LO QUE     
SE AGREGAN VARIOS QUÍMICOS AÚN MÁS VENENOSOS...

Escribe 
SILVIA RIBEIRO (*)
 Fuente  “Alai” 
Publica “Rebelion” 
Lunes 25 de mayo 2015

(*) SILVIA RIBEIRO – Escritora. Periodista. Militante ambientalista. Directora para América Latina del Grupo ETC y trabaja en la oficina de México.. Ha sido periodista y coordinadora de campañas en temas ambientales. Especialista en cambio climático. Escribe sobre biotecnología y agro negocios. Impactos de los transgénicos; concentración corporativa, propiedad intelectual, el papel de la ciencia y las nuevas tecnologías y sus peligros. Ha dicho: “Es grave e irresponsable el intento de FAO de legitimar los transgénicos como solución al hambre y la crisis climática”. 


Crece en el mundo la demanda de prohibición del glifosato, el herbicida inventado por Monsanto, el agrotóxico más usado del planeta, especialmente para maíz, soya y algodón transgénicos. Se
comercializa como RoundUp, Faena, Rival y otras marcas, según país y empresa. Sus impactos potenciales se revelan cada vez más graves, incluyendo cáncer y malformaciones neonatales, autismo y aumento de enfermedad celíaca. Las comunidades afectadas, especialmente en Argentina y Paraguay lo decían desde hace años: el glifosato nos envenena a todos y mata nuestros niños, las mujeres tienen abortos espontáneos, muchos niños nacen deformes y
otros mueren por caminar cada día para ir a la escuela o a buscar agua, al lado de un campo de soya transgénica fumigado con glifosato. Hasta en barrios urbanos, como Ituzaingó, Córdoba, las madres denunciaron que sus hijos mueren por las fumigaciones en transgénicos. Científicos responsables, como Andrés Carrasco, y médicos comprometidos con los pueblos fumigados en Argentina, confirmaron los datos y agregaron que el porcentaje de cáncer en esos poblados aumentó notablemente, en
algunos lugares más de 400 por ciento con respecto a la media nacional. Finalmente, en marzo 2015, un grupo de expertos de la “Organización Mundial de la Salud”, provenientes de once países, declaró que el glifosato es cancerígeno en animales de laboratorio y se lo asocia al surgimiento de cáncer en humanos. El 7 de abril, día mundial de la salud, basándose en ese informe y datos de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, la Federación Sindical de Profesionales de la Salud de Argentina, que representa a 30,000 médicos y profesionales de la salud, demandó al Ministerio de Salud
que se prohibiera el uso de este agrotóxico. Afirman que El glifosato no sólo produce cáncer. También está asociado al aumento de abortos espontáneos, malformaciones genéticas, enfermedades de la piel, respiratorias y neurológicas. La doctora Stephanie Seneff, investigadora del Instituto Tecnológico de Massachusetts, (MIT), agregó a esa lista el autismo y enfermedad celíaca
(intolerancia al gluten). Seneff investiga desde hace años los impactos del glifosato y explica que por la ruta de acción de este herbicida, hay altas probabilidades de que sea uno de los causantes de estas enfermedades y otras disrupciones metabólicas. Obviamente, Monsanto y otros fabricantes de agrotóxicos se dedican a denostar estos estudios y evidencias, pero el informe de la OMS se mantiene firme, y mucho más quiénes están directamente afectados en sus familias y pueblos. Las demandas de prohibir el
glifosato avanzan en Europa, América Latina y Asia. Colombia prohibió el uso de glifosato para fumigación en combate a drogas. Es una medida insuficiente, pero una muy buena noticia para las comunidades fronterizas de Ecuador y Colombia que desde hace años denuncian que son gravemente contaminadas con este tóxico, como efecto secundario del supuesto combate a drogas. El glifosato se usaba en muchos cultivos, pero su uso y concentración aumentó
exponencialmente con los cultivos transgénicos resistente a este herbicida, ya que permiten aplicar cantidades mucho mayores de una sola vez, en lugar de un poco varias veces para no matar el propio cultivo. Este uso intensivo ha generado más de 20 plantas invasoras resistentes al glifosato en varios países, por lo que ahora la tendencia es aplicarlo en paquete con otros químicos aún más venenosos. Es una espiral tóxica que perjudica a todos y todo, sólo para lucro de unas pocas multinacionales. Exigir la prohibición del glifosato puede parecer limitado, pero es importante por ser un detonador y por nuestra salud. Rompe otro eslabón de las cadenas que quieren terminar la vida campesina y dejarnos sin opción más que comer sus venenos.