domingo, 12 de julio de 2015

“CAMBIO CLIMÁTICO ES MÁS QUE LA TEMPERATURA”

"EL COSTO DE NO HACER NADA AHORA, 
SERÁ MUCHO MAYOR, Y NOSOTROS,  
NUESTROS HIJOS Y NUESTROS NIETOS,
TENDREMOS QUE PAGAR MÁS DESPUÉS."

ENTREVISTA A MICHEL JARRAUD, 
Secretario General de Organización
 Meteorologica Mundial (OMM)
PARIS, NN.UU. 7 a 10 Julio 2015  


Interroga 
FABÍOLA ORTIZ (*)  
Fuente IPS, 
Publica “Rebelión”
11 de Julio 2015

 (*) FABIOLA ORTIZ - periodista brasileña que colabora con IPS, produciendo reportajes desde Río de Janeiro sobre derechos humanos, política, ambiente, genero, sociedad.   En este caso se origina en la Conferencia “Nuestro futuro común con el cambio climático”, (Paris, Julio 2015)  Editado por PHIL HARRIS / Traducido por VERÓNICA FIRME

 (Michael Jarraud, sacado de contexto de entrevista) Uno de los objetivos de esta conferencia es reunir a los científicos, además de lograr una mayor interacción entre ellos y las autoridades. Tenemos
Michael Jarraud
que verlo como un proceso. Cada COP da un paso más hacia la definición de los objetivos, pero también hacia la búsqueda de soluciones. Lo que se decida en París, con suerte será un plan ambicioso para reducir de forma significativa las emisiones contaminantes, que se disminuirán en los próximos 20, 30 y 40 años.
Se pidió a los países que se comprometieran con lo que están dispuestos a hacer y en qué plazo. Hasta ahora, las promesas no alcanzan. Vemos países que se suman con compromisos significativos. Confío en que haya avances.
Hay dos facetas en las negociaciones climáticas y una es lo que llamamos mitigación. Es importante reducir las emisiones de gases invernadero lo más posible. Como hay algunos gases invernaderos que ya estuvieron mucho tiempo en la atmósfera, quiere decir que ya comprometimos cierto grado de recalentamiento global.
Por lo tanto, tenemos que adaptarnos a las consecuencias, como el aumento del nivel del mar, el impacto en los cultivos, la salud y los eventos climáticos extremos. Los países en
desarrollo y más industrializados no tienen las mismas capacidades financieras, humanas y técnicas para adaptarse. ¿Cómo podemos achicar esa brecha asegurándonos de que haya una adecuada transferencia de tecnología y de mecanismos financieros? Esa es una de las partes difíciles de las negociaciones. Debemos atender ese asunto en forma prioritaria. La clave es ver esa financiación no como un gasto, sino como una inversión.
Es mucho más que la temperatura. Tiene un impacto en el ciclo
hidrológico, por ejemplo más precipitaciones en lugares donde ya llueve mucho, y menos en lugares que ya son secos. Amplificará el ciclo del agua, por lo que las regiones que ya tienen escasez hídrica, tendrán más sequías y olas de calor y viceversa, habrá más inundaciones en regiones que ya tienen demasiada agua. Tendrá un impacto en los eventos climáticos extremos, como las olas de calor,

que se vuelven cada vez más frecuentes e intensas y los ciclones tropicales y tifones. El aumento del nivel de mar es una gran preocupación de las pequeñas islas del océano Índico, el Pacífico y el Caribe, así como de las áreas costeras.

En países con grandes deltas como el del Nilo o en Bangladesh, el aumento del nivel del mar elevará enormemente la vulnerabilidad de esos países. En otras partes, el riesgo de desertificación aumentará en
varias regiones subsaharianas, en partes de América Latina, Asia central y en torno a la cuenca del Mediterráneo. Afectará a muchos países de diferentes formas. La temperatura solo es parte de la ecuación, porque el aumento de dos grados no será uniforme. El recalentamiento será mayor en los continentes y océanos, y cuanta más altura, mayor será. Uno de los desafíos es traducir ese panorama a gran escala a nivel regional y nacional. Todavía es un desafío científico.Lo que se propone ahora para los ODS es que el clima sea un factor que debe considerarse para casi todos los objetivos propuestos de forma individual.  Las autoridades toman la información de los científicos con mayor seriedad. Eso se debe a que el consenso científico es enorme. Todavía hay algunos escépticos, pero esencialmente, la comunidad científica es casi unánime. La mayoría de las interrogantes científicas, ahora tienen una respuesta clara. ¿Cambia el clima? Sí, sin duda. ¿Se debe a las actividades humanas? Sí, con una probabilidad de más de 95 por ciento.   

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