"EL COSTO DE NO HACER NADA AHORA,
SERÁ MUCHO MAYOR, Y
NOSOTROS,
NUESTROS HIJOS Y NUESTROS
NIETOS,
TENDREMOS QUE PAGAR MÁS DESPUÉS."
ENTREVISTA A MICHEL JARRAUD,
Secretario General de Organización
Meteorologica Mundial (OMM)
PARIS, NN.UU. 7 a 10 Julio 2015
Secretario General de Organización
Meteorologica Mundial (OMM)
PARIS, NN.UU. 7 a 10 Julio 2015
Interroga
FABÍOLA ORTIZ (*)
Fuente
IPS,
Publica “Rebelión”
11 de Julio 2015
(*) FABIOLA ORTIZ
- periodista brasileña que
colabora con IPS, produciendo reportajes desde Río de
Janeiro sobre derechos humanos, política, ambiente, genero, sociedad. En este caso se origina en la Conferencia
“Nuestro futuro común con el cambio climático”, (Paris, Julio 2015) Editado por PHIL HARRIS / Traducido por
VERÓNICA FIRME
(Michael Jarraud, sacado de contexto de entrevista) Uno de los objetivos de esta conferencia es reunir a
los científicos, además de lograr una mayor interacción entre ellos y las
autoridades. Tenemos
que verlo como un proceso. Cada COP da un paso más hacia
la definición de los objetivos, pero también hacia la búsqueda de soluciones. Lo
que se decida en París, con suerte será un plan ambicioso para reducir de forma
significativa las emisiones contaminantes, que se disminuirán en los próximos
20, 30 y 40 años.
Michael Jarraud |
Se pidió a los países que se
comprometieran con lo que están dispuestos a hacer y en qué plazo. Hasta ahora,
las promesas no alcanzan. Vemos países que se suman con compromisos
significativos. Confío en que haya avances.
Hay dos facetas en las
negociaciones climáticas y una es lo que llamamos mitigación. Es importante
reducir las emisiones de gases invernadero lo más posible. Como hay algunos
gases invernaderos que ya estuvieron mucho tiempo en la atmósfera, quiere decir
que ya comprometimos cierto grado de recalentamiento global.
Por lo tanto, tenemos que
adaptarnos a las consecuencias, como el aumento del nivel del mar, el impacto
en los cultivos, la salud y los eventos climáticos extremos. Los países en
desarrollo y más industrializados no tienen las mismas capacidades financieras,
humanas y técnicas para adaptarse. ¿Cómo podemos achicar esa brecha
asegurándonos de que haya una adecuada transferencia de tecnología y de
mecanismos financieros? Esa es una de las partes difíciles de las
negociaciones. Debemos atender ese asunto en forma prioritaria. La clave es ver
esa financiación no como un gasto, sino como una inversión.
Es mucho más que la temperatura.
Tiene un impacto en el ciclo
hidrológico, por ejemplo más precipitaciones en
lugares donde ya llueve mucho, y menos en lugares que ya son secos. Amplificará
el ciclo del agua, por lo que las regiones que ya tienen escasez hídrica,
tendrán más sequías y olas de calor y viceversa, habrá más inundaciones en
regiones que ya tienen demasiada agua. Tendrá un impacto en los eventos
climáticos extremos, como las olas de calor,
que se vuelven cada vez más
frecuentes e intensas y los ciclones tropicales y tifones. El aumento del nivel de mar es una gran preocupación de las
pequeñas islas del océano Índico, el Pacífico y el Caribe, así como de las
áreas costeras.
En países con grandes deltas como
el del Nilo o en Bangladesh, el aumento del nivel del mar elevará enormemente
la vulnerabilidad de esos países. En otras partes, el riesgo de desertificación
aumentará en
varias regiones subsaharianas, en partes de América Latina, Asia
central y en torno a la cuenca del Mediterráneo. Afectará a muchos países de
diferentes formas. La temperatura solo es parte de la ecuación, porque el
aumento de dos grados no será uniforme. El recalentamiento será mayor en los
continentes y océanos, y cuanta más altura, mayor será. Uno de los desafíos es
traducir ese panorama a gran escala a nivel regional y nacional. Todavía es un
desafío científico.Lo que se propone ahora para los
ODS es que el clima sea un factor que debe considerarse para casi todos los
objetivos propuestos de forma individual. Las autoridades toman la información de los
científicos con mayor seriedad. Eso se debe a que el consenso científico es
enorme. Todavía hay algunos escépticos, pero esencialmente, la comunidad
científica es casi unánime. La mayoría de las interrogantes científicas, ahora
tienen una respuesta clara. ¿Cambia el clima? Sí, sin duda. ¿Se debe a las
actividades humanas? Sí, con una probabilidad de más de 95 por ciento.
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