
CARTA del Compañero
EDUARDO PICERNO
Soy jubilado bancario, y ahora dedico mi tiempo a aportar nuevos datos históricos acerca de la destrucción de los charrúas. Por suerte he descubierto algunos documentos que no fueron vistos o no quisieron verlos desde hace años. Bueno ahora se publicarán en foto digital, en un libro que traerá todo lo que existe referido al tema. Será el aporte de Derechos Humanos que está faltando de hace 200 años. Empecemos por lo antiguo y sigamos con lo presente.
Bueno respecto a la Caja comprendo muy bien que no es correcto que se nos quite amparo, ni tampoco que se nos pongan impuestos a quienes no superan el valor de la canasta básica. Eso seria emparejar para abajo, y hemos aprendido lo contrario que es lo realmente positivo.
Pero hay un punto oscuro para mí, y siempre traté de ser objetivo, y aunque la verdad duele debo reconocer que hubo un descuido, aunque no se quien fue el responsable.
Ustedes sabrán que en mi Banco, por ejemplo, llegado el momento de la jubilación, muchos compañeros optaron por hacer 3 horas extras por día durante 3 años. Son esas cosas que si uno las decía en su momento, parecería que era un entrometido, un aguafiestas. Pero no puedo dejar de reconocer que eso infló algo y en forma incorrecta, a mi juicio, el monto de pagos totales que hace la Caja.
A mi me parecía poco ético hacerlo, ya con nuestro Banco o con la Caja, pero quizás pocos se dieron cuenta. Ahora, yo no tengo el rostro como para decir que no hubo ningún tipo de irregularidad, porque esa creo que fue una. Esto es algo que me debilita para defender a capa y espada la pureza de los procedimientos de la Caja o de algunos compañeros. Ellos no pensaron que obtenían un beneficio a costa de los demás. No, no lo pensaron, seguramente. Bueno y ahora? Agradecería si alguien puede justificar que se hayan aumentado los montos jubilatorios en esos casos, quizás no sean muchos, pero … no estuvo bien. Eso perjudicó a los afiliados. Para mí fue casi algo semejante a la corrupción. Me parece a mí. Quizás alguno de Uds. me demuestre que no, y entonces mi fe ante una situación en que somos víctimas sin culpa alguna volverá a su nivel.
Quizá el porcentaje ha sido despreciable, no sé. Pero pienso que faltó visión. Y si no fuera así, agradezco que me lo expliquen. Para mi propia tranquilidad, y saber que estoy apoyando algo absolutamente justo, para hablar con otros y hacerlo con mayor convicción.
Saludos cordiales, Gracias por todas estas gestiones en nombre de tantos que esperamos de Uds.Disculpen la franqueza, pero si no lo hago así, para que serviría escribir?
PSIC. JOSÉ EDUARDO PICERNO
INVESTIGADOR DEL PASADO URUGUAYO Y DE LOS CHARRÚAS
Contesta el Delegado de los Jubilados en la Caja Bancaria
Compañero JORGE ANICETO MOLINARI:
El que esté libre de pecados que arroje la primera piedra. Lo que dice el compañero Eduardo Picerno, es así para ese caso que el menciona y para una multitud de casos que ocurrieron y ocurren todos los días. Lo que la Caja puede hacer es aplicar la ley, toda otra pretensión choca contra la realidad. Lo que el compañero señala, con razón, no es que sean hechos ilegales, sino su moralidad, y ahí los ejemplos son múltiples. En el tema horas extras hay y hubo una variedad increíble de situaciones, pero además saturados del manejo indiscriminado de los jerarcas de turno, que además manejaban los ascensos.
Entonces la justicia o injusticia de esas horas extras quien puede determinarla, cuando todos sabemos que hay oficinas que tienen trabajo, y hay oficinas que inventan trabajos. La injusticia de la actividad se traslada a la propia pasividad. Conocemos casos por ejemplo de doble empleo, donde el funcionario, iba al Banco a cumplir un horario, y por otro lado en su otro trabajo, cobraba un importe que no figuraba en planilla, y aportaba al BPS, por ejemplo por el mínimo.- Otro ejemplo muy común en los bancos y en las distintas oficinas, el vendedor de los corredores,
¿Quién reclamó alguna vez su boleta para controlar sus aportes por IVA?.- Pero además estamos en un país donde los propios gobernantes admiten que hay un 40% de evasión, y otro tanto de informalismo. Y que si se aplicara el régimen impositivo a rajatabla habría un sin número de establecimientos que tendrían que bajar la cortina. ¿Que podemos hacer?:
Buscar mejorar las formas legales, pero buscar además, un régimen impositivo, que no promueva el fraude y la evasión.- Ya existen medios técnicos para lograrlo, falta voluntad política para hacerlo.- No es de recibo decir somos todos pecadores, que si lo somos, si no buscar la forma de promover soluciones que busquen la defensa del interés colectivo. Además la preocupación del compañero está contemplada, en alguna medida, en la ley propuesta por la Caja en 2001.-
JORGE ANICETO MOLINARI
Soy jubilado bancario, y ahora dedico mi tiempo a aportar nuevos datos históricos acerca de la destrucción de los charrúas. Por suerte he descubierto algunos documentos que no fueron vistos o no quisieron verlos desde hace años. Bueno ahora se publicarán en foto digital, en un libro que traerá todo lo que existe referido al tema. Será el aporte de Derechos Humanos que está faltando de hace 200 años. Empecemos por lo antiguo y sigamos con lo presente.
Bueno respecto a la Caja comprendo muy bien que no es correcto que se nos quite amparo, ni tampoco que se nos pongan impuestos a quienes no superan el valor de la canasta básica. Eso seria emparejar para abajo, y hemos aprendido lo contrario que es lo realmente positivo.
Pero hay un punto oscuro para mí, y siempre traté de ser objetivo, y aunque la verdad duele debo reconocer que hubo un descuido, aunque no se quien fue el responsable.
Ustedes sabrán que en mi Banco, por ejemplo, llegado el momento de la jubilación, muchos compañeros optaron por hacer 3 horas extras por día durante 3 años. Son esas cosas que si uno las decía en su momento, parecería que era un entrometido, un aguafiestas. Pero no puedo dejar de reconocer que eso infló algo y en forma incorrecta, a mi juicio, el monto de pagos totales que hace la Caja.
A mi me parecía poco ético hacerlo, ya con nuestro Banco o con la Caja, pero quizás pocos se dieron cuenta. Ahora, yo no tengo el rostro como para decir que no hubo ningún tipo de irregularidad, porque esa creo que fue una. Esto es algo que me debilita para defender a capa y espada la pureza de los procedimientos de la Caja o de algunos compañeros. Ellos no pensaron que obtenían un beneficio a costa de los demás. No, no lo pensaron, seguramente. Bueno y ahora? Agradecería si alguien puede justificar que se hayan aumentado los montos jubilatorios en esos casos, quizás no sean muchos, pero … no estuvo bien. Eso perjudicó a los afiliados. Para mí fue casi algo semejante a la corrupción. Me parece a mí. Quizás alguno de Uds. me demuestre que no, y entonces mi fe ante una situación en que somos víctimas sin culpa alguna volverá a su nivel.
Quizá el porcentaje ha sido despreciable, no sé. Pero pienso que faltó visión. Y si no fuera así, agradezco que me lo expliquen. Para mi propia tranquilidad, y saber que estoy apoyando algo absolutamente justo, para hablar con otros y hacerlo con mayor convicción.
Saludos cordiales, Gracias por todas estas gestiones en nombre de tantos que esperamos de Uds.Disculpen la franqueza, pero si no lo hago así, para que serviría escribir?
PSIC. JOSÉ EDUARDO PICERNO
INVESTIGADOR DEL PASADO URUGUAYO Y DE LOS CHARRÚAS
Contesta el Delegado de los Jubilados en la Caja Bancaria
Compañero JORGE ANICETO MOLINARI:
El que esté libre de pecados que arroje la primera piedra. Lo que dice el compañero Eduardo Picerno, es así para ese caso que el menciona y para una multitud de casos que ocurrieron y ocurren todos los días. Lo que la Caja puede hacer es aplicar la ley, toda otra pretensión choca contra la realidad. Lo que el compañero señala, con razón, no es que sean hechos ilegales, sino su moralidad, y ahí los ejemplos son múltiples. En el tema horas extras hay y hubo una variedad increíble de situaciones, pero además saturados del manejo indiscriminado de los jerarcas de turno, que además manejaban los ascensos.
Entonces la justicia o injusticia de esas horas extras quien puede determinarla, cuando todos sabemos que hay oficinas que tienen trabajo, y hay oficinas que inventan trabajos. La injusticia de la actividad se traslada a la propia pasividad. Conocemos casos por ejemplo de doble empleo, donde el funcionario, iba al Banco a cumplir un horario, y por otro lado en su otro trabajo, cobraba un importe que no figuraba en planilla, y aportaba al BPS, por ejemplo por el mínimo.- Otro ejemplo muy común en los bancos y en las distintas oficinas, el vendedor de los corredores,
¿Quién reclamó alguna vez su boleta para controlar sus aportes por IVA?.- Pero además estamos en un país donde los propios gobernantes admiten que hay un 40% de evasión, y otro tanto de informalismo. Y que si se aplicara el régimen impositivo a rajatabla habría un sin número de establecimientos que tendrían que bajar la cortina. ¿Que podemos hacer?:
Buscar mejorar las formas legales, pero buscar además, un régimen impositivo, que no promueva el fraude y la evasión.- Ya existen medios técnicos para lograrlo, falta voluntad política para hacerlo.- No es de recibo decir somos todos pecadores, que si lo somos, si no buscar la forma de promover soluciones que busquen la defensa del interés colectivo. Además la preocupación del compañero está contemplada, en alguna medida, en la ley propuesta por la Caja en 2001.-
JORGE ANICETO MOLINARI
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