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UN SISTEMA QUEBRADO
por Félix Duarte
de "LA ONDA DIGITAL"
Nos piden un informe sobre Caja Bancaria. El punto es que esa Caja se halla en el contexto de un tema complejo. El tema de la Seguridad Social se mantiene a flote con salvavidas y es algo que sucede en todo el mundo. En el Uruguay, el sistema se halla quebrado y es así de simple la situación. Esta nota, pretende dar señales en lo general sobre la situación. En la nota dos, veremos causas que originan la honda crisis de la Caja Bancaria. Y la tercera –y última– buscará explicar las medidas que desde el año 2001 se están planteando a los gobiernos. Al anterior y al actual.
Algo previo. Las medidas planteadas desde hace seis años, no apuntan a tomar recursos ni del Estado ni de la sociedad. Los recursos están en el propio sistema. Y ahora al tema de hoy. El concepto de la Seguridad Social cobra vigencia desde fines del siglo XIX y principios del XX, cuando a partir de aportes de las empresas y de los trabajadores se costeaba las funciones del Estado. Jorge Molinari dice que…”este proceso tiene un peso enorme en la generación “de oro” que encabezaron Batlle, Carnelli, Frugoni y tantos otros…”
Agregando sobre lo anterior que…”en este país tuvo un peso decisivo para la educación pública, la enseñanza, para las viviendas, para los salarios, porque la contribución a la seguridad social, canalizando impuestos a través de un sistema jurídico sólido, eso tuvo suma importancia…” Eso llegó hasta los años 50’ Después de la Segunda Guerra Mundial, era otro el mundo con la revolución técnico científica y los sistemas impositivos perdieron sentido social. Capitales especulativos fueron los que dieron las cartas. Empezaba la era de las transnacionales.
El avance de la tecnología desplazaba al ser humano y el salario –cuando tenía trabajo– era una de las “ventajas comparativas” para el empresario del mundo, que buscaba donde se pagaba menos al trabajador para aterrizar su “inversión”. Esto fue llevando a otro punto, que es asunto de la nota. Se trata del ser humano que se hace viejo. Para los gobiernos, a lo largo y ancho del mundo, los viejos empezaron a ser un problema. Lo que aportaban los que trabajaban (evasión y “en negro” mediante) no daba para pagar a los viejos. Viejos que demoraban más en morir.
Esto sería a grandes y apretados rasgos lo que nos trae a este presente. Todos los sistemas de seguridad social están quebrados porque lo que entra por aportes de los que trabajan, no alcanza para pagar a la generación anterior, que hoy son los jubilados. Y vamos a ejemplificar el punto a partir del BPS, porque con la Caja Bancaria pasa lo mismo, pero las causas son totalmente diferentes y además porque eso va a ser el tema de nuestra próxima nota. Vamos entonces al BPS, buscando los ejemplos sobre eso que decimos al inicio, de un “sistema quebrado…”
A diciembre del 2005, el BPS tenía 567.089 beneficiarios. Pero pagaba 700 mil pasividades. El presupuesto diario del BPS era de unos 5:000.000 de dólares. Por aportes de empresarios y trabajadores, por día le entraba 2:500.000 de dólares. Por tanto el Estado, a través de Rentas Generales, debía asistir al BPS con otros 2:500.000. Al día de hoy algo ha variado este panorama (aumentaron los trabajadores afiliados, aunque los salarios son “de baja calidad” según el Instituto Cuesta Duarte) aunque no en más de un 10 por ciento de las cifras indicadas.
Todos los sistemas se afirman en un principio. La generación que trabaja, costea a la generación que trabajó antes. ¿Por qué esto hoy no funciona? Un punto central es la evasión. Fuentes del propio gobierno afirman y tienen asumido eso, de que la evasión en el Uruguay ronda el 40 % como promedio. Y saben que contra eso no pueden. Está que parte sea “en negro” que es común sea una condición para tomar un trabajador. Incide la informalidad. Los casos de las varias contabilidades, de lo que la DGI ha tenido sonados ejemplos en los últimos tiempos.
Nos piden un informe sobre Caja Bancaria. El punto es que esa Caja se halla en el contexto de un tema complejo. El tema de la Seguridad Social se mantiene a flote con salvavidas y es algo que sucede en todo el mundo. En el Uruguay, el sistema se halla quebrado y es así de simple la situación. Esta nota, pretende dar señales en lo general sobre la situación. En la nota dos, veremos causas que originan la honda crisis de la Caja Bancaria. Y la tercera –y última– buscará explicar las medidas que desde el año 2001 se están planteando a los gobiernos. Al anterior y al actual.
Algo previo. Las medidas planteadas desde hace seis años, no apuntan a tomar recursos ni del Estado ni de la sociedad. Los recursos están en el propio sistema. Y ahora al tema de hoy. El concepto de la Seguridad Social cobra vigencia desde fines del siglo XIX y principios del XX, cuando a partir de aportes de las empresas y de los trabajadores se costeaba las funciones del Estado. Jorge Molinari dice que…”este proceso tiene un peso enorme en la generación “de oro” que encabezaron Batlle, Carnelli, Frugoni y tantos otros…”
Agregando sobre lo anterior que…”en este país tuvo un peso decisivo para la educación pública, la enseñanza, para las viviendas, para los salarios, porque la contribución a la seguridad social, canalizando impuestos a través de un sistema jurídico sólido, eso tuvo suma importancia…” Eso llegó hasta los años 50’ Después de la Segunda Guerra Mundial, era otro el mundo con la revolución técnico científica y los sistemas impositivos perdieron sentido social. Capitales especulativos fueron los que dieron las cartas. Empezaba la era de las transnacionales.
El avance de la tecnología desplazaba al ser humano y el salario –cuando tenía trabajo– era una de las “ventajas comparativas” para el empresario del mundo, que buscaba donde se pagaba menos al trabajador para aterrizar su “inversión”. Esto fue llevando a otro punto, que es asunto de la nota. Se trata del ser humano que se hace viejo. Para los gobiernos, a lo largo y ancho del mundo, los viejos empezaron a ser un problema. Lo que aportaban los que trabajaban (evasión y “en negro” mediante) no daba para pagar a los viejos. Viejos que demoraban más en morir.
Esto sería a grandes y apretados rasgos lo que nos trae a este presente. Todos los sistemas de seguridad social están quebrados porque lo que entra por aportes de los que trabajan, no alcanza para pagar a la generación anterior, que hoy son los jubilados. Y vamos a ejemplificar el punto a partir del BPS, porque con la Caja Bancaria pasa lo mismo, pero las causas son totalmente diferentes y además porque eso va a ser el tema de nuestra próxima nota. Vamos entonces al BPS, buscando los ejemplos sobre eso que decimos al inicio, de un “sistema quebrado…”
A diciembre del 2005, el BPS tenía 567.089 beneficiarios. Pero pagaba 700 mil pasividades. El presupuesto diario del BPS era de unos 5:000.000 de dólares. Por aportes de empresarios y trabajadores, por día le entraba 2:500.000 de dólares. Por tanto el Estado, a través de Rentas Generales, debía asistir al BPS con otros 2:500.000. Al día de hoy algo ha variado este panorama (aumentaron los trabajadores afiliados, aunque los salarios son “de baja calidad” según el Instituto Cuesta Duarte) aunque no en más de un 10 por ciento de las cifras indicadas.
Todos los sistemas se afirman en un principio. La generación que trabaja, costea a la generación que trabajó antes. ¿Por qué esto hoy no funciona? Un punto central es la evasión. Fuentes del propio gobierno afirman y tienen asumido eso, de que la evasión en el Uruguay ronda el 40 % como promedio. Y saben que contra eso no pueden. Está que parte sea “en negro” que es común sea una condición para tomar un trabajador. Incide la informalidad. Los casos de las varias contabilidades, de lo que la DGI ha tenido sonados ejemplos en los últimos tiempos.
Y esta lo que es historia de mucho tiempo. El clientelismo. Las famosas tarjetas de “pronto despacho” de los caudillos políticos, que procreaban jubilaciones. Las que se decidían con testigos y muchos ejemplos más. Eran casos de pasividades sin el aporte que las justifique. Y nos queda en el tintero ese “bolsón” de unas 70 mil de las jubilaciones del BPS en gran parte de seis cifras (por ejemplo, un ex presidente debe andar por los $200.000) y es larga la lista. Mientras tanto, hace unos días se discutía en la prensa, que no hubiera jubilaciones menores de $1.636. de las que hay 7.000. Dimos algunos ejemplos, quedan infinidad de otros sobre el “Sistema quebrado”.
LA ONDA® DIGITAL
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