lunes, 22 de octubre de 2007

REUNION EN PAYSANDU - 30 OCTUBRE - (2)

JORGE ANICETO MOLINARI
DELEGADO DE LOS JUBILADOS
EN CAJA BANCARIA
" LA MESA POLITICA
ENTRO A LA CANCHA…”


Lo hemos dicho en todos lados y eso comenzó a crecer, y también comenzaron a decir que estábamos locos con lo que estábamos planteando pero comenzó a hacer carne y a desarrollarse. Hoy los bancarios tenemos una prédica tremenda en el panorama político nacional porque se ha dado una disyuntiva de enfrentamiento por el tema de Caja Bancaria entre AEBU y el Gobierno, y la Mesa Política del Frente Amplio resolvió por unanimidad, –pocas decisiones se toman por unanimidad en la Mesa Política– que lo que planteaba AEBU es lo razonable, que hay que ampliar el campo afiliatorio y que hay que establecer un impuesto para la actividad bancaria.
Ahora el problema es cómo se instrumenta esa decisión porque ha sido un paso muy importante, una victoria que no es de lo dirigentes sino de la gente nuestra que entendió cuál era el mensaje que se estaba dando. Cuando se planteaba el tema iban y hablaban con los dirigentes políticos y les explicaban cuáles eran las soluciones planteadas. Eso hizo carne. En este momento ¿cuál es la situación? La Caja Bancaria pierde por año setenta millones de dólares. Ustedes dirán que el dólar cada día vale menos pero es la cifra comparativamente, y la realidad es lo que ingresa y lo que sale no tiene equidad y cada vez se precipita más la liquidación.

LO QUE SE SACA PA’FUERA DEL RANCHO
Ahora, ¿la ampliación del campo afiliatorio es una solución? Porque con la desregulación que hoy existe en el mundo y en el país, donde todas las empresas van tercerizando, desregularizando y armando empresas laterales, por ejemplo, si averiguan cómo está funcionando un importante diario sabrán que hay quince o veinte empresas distintas trabajando vinculadas. Es la relación empresarial moderna, ese BROU de hoy enorme con un importante número de Gerentes tiende a desaparecer en el mundo. La relación empresarial mundial cada vez es más fraccionada y más centralizada.
Yo les doy un ejemplo de alta tecnología que vemos todos los días en la calle, en cualquier ciudad del país: Los centros de pago, que funcionan con un cerebro central y agencieros, en que cada uno de ellos maneja su agencia. Tiene cada uno de ellos un contrato central pero cada uno maneja su agencia. ¿Cómo la manejan? Cada uno tiene un hermano, un amigo y la forma de pago la arregla cada agenciero. Desde el punto de vista del negocio es impresionante, tiene un valor enorme, tecnológicamente tiene un valor enorme y nosotros no podemos rechazar la tecnología.

CUANDO Mr. MAC PATO ERA UN APRENDIZ…
El problema es cómo lo asimilamos en beneficio de la gente y además no tiramos para afuera cosas que son de adelanto técnico, no tenemos porqué tacharlo, no vamos a volver a la época en que se rompían las máquinas para evitar el desarrollo tecnológico, pero el problema es cómo se utiliza para la sociedad. Lo que hoy pregunto incluso al Ministro, el Presidente del Banco Central habló de los medios de pago, el tema de la inflación, bueno en el Uruguay ¿el Gobierno sabe cuántos medios de pago existen? Porque todo lo que está por fuera del control del Banco Central, Pronto pago, Abitab, ¿Cuánto dinero mueven por día?; las distintas actividades de préstamo de dinero que se efectúan ¿cuánto dinero significa por día?, ¿cuáles son los controles que existen? Cuando hablo de ampliar el campo afiliatorio no estoy pensando sólo en la Caja Bancaria, estoy pensando en el control de la sociedad uruguaya. La sociedad uruguaya no se puede dar el lujo de que los poderes económicos que existen no tengan control, tienen que tenerlo. Cuando hablo de ampliar el campo afiliatorio no estoy hablando de la gente que puede o no venir a la Caja Bancaria, que es importante, pero hay un detalle que les explico.

LOS COMIENZOS DE AQUELLA UTOPIA
Incluso en este momento por el nivel de aportación y por lo que figuran en planilla no porque lo que ganan realmente, son cifras irrisorias y no solucionan el problema de fondo de la Caja. Pero cuando planteo esto estoy pensando en el movimiento económico. Nosotros hemos defendido esto con mucha fuerza, por eso el Frente adoptó la posición que adoptó y de alguna manera empujó para que el Gobierno encontrara una salida. El otro aspecto es más delicado y complejo que éste. Yo siempre comparé el impuesto a las transacciones financieras con la primera gran revolución industrial que hubo en el mundo.
Esa primera gran revolución industrial fue a fines del siglo XIX principios del XX. El avance tecnológico, la revolución industrial ahondó la fractura que existía en la sociedad. Se enfrentaban unos sectores con otros violentamente, y se produjeron conmociones sociales: los Mártires de Chicago, el Día Internacional de la Mujer son producto de grandes enfrentamientos sociales. Sectores de derecha, Bismark en Alemania, dijeron: “esto así no puede seguir, nos come la revolución”, y bueno producto de eso fue la Revolución rusa, tenían que seguir con el juego pero de otra manera. Y fue entonces que se inventó la seguridad social.

ESTA REALIDAD QUE PINCHA SUEÑOS
¿En que consistía?–En que los empresarios ponían de lo que pagaban los trabajadores y se formaba un fondo y con ese fondo se atendió a la seguridad social, la salud, la enseñanza. Esto fue traído al Uruguay por esa generación de oro: Batlle y Ordóñez, Frugoni, Carnelli. Trajeron una cantidad de leyes y regularizaron la economía uruguaya y la revolución industrial en el Uruguay tuvo una economía regularizada donde todo el mundo aportaba y el Estado atendía las grandes necesidades públicas. El Uruguay vivió ese auge que fue la primera revolución industrial del mundo. Pero ahora vivimos otro proceso.
Se trata de la otra revolución, la Tecno–científica actual que desregulariza todo, pero no a nivel de Estado sino a nivel del mundo. Pasa entonces que para competir con el exterior hay que bajar los costos de los salarios, las prestaciones, todo lo que es la seguridad social y por lo tanto los países van sufriendo esos efectos. Hace pocos días salió una película de Michell Moore donde se dice que cuarenta millones de norteamericanos no tienen cobertura médica ninguna. Quiere decir que no es un problema de Uruguay, de Argentina de Chile, es un problema de Europa, de Estados Unidos, independientemente del auge económico.
JORGE ANICETO MOLINARO (sacado de contexto) continúa en la NOTA 3

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