PASIVIDADES DEL BPS: A LA HORA DE LOS AJUSTES FISCALES
NOTA UNO
Por Jose Luis Sampayo Pirez
Las pasividades, según la Encuesta Continua de Hogares que lleva a cabo el Instituto Nacional de Estadísticas, crecieron un 2 % durante el año 2007, tomando como base según el INE, los precios del 2005. Para bien o para mal, es un dato oficial. Sin embargo, la realidad es que se encuestan una cantidad muy limitada de hogares y en poblaciones que superan los 5.000 habitantes, por lo que sospechamos que en este segmento donde en general la depresión económica se siente más y que es nada menos que el 14 % de la población, lo datos tienden a acercarse a la verdad pero no dicen cual es la realidad en forma muy precisa.
.Muchos compañeros pueden pensar en qué puede influir un crecimiento real del 2 % cuando las pasividades son históricamente devaluadas. Hoy hablamos de la Ley 16.713, del 3 de setiembre de 1995, mojón blanquicolorado del cual se está hablando desde el 1º de marzo de 2005 de cómo lo vamos a modificar. Pero antes estuvo presente el Acta Institucional Nº 9, el 23 de octubre de 1979, que nos había rebajado las posibilidades no ya de pasividades dignas, sino de un sistema de seguridad social verdadero. Pero tampoco comenzaba aquí el asunto: las pasividades habían sufrido une rebaja en sus percepciones desde 1968 y hasta 1984 nada menos que del 54 %.
Hay cosas que se pueden cambiar y deberían cambiar. El saliente Canciller Reinaldo Gargano dijo hace unos días en la sede del PIT CNT que el país sigue creciendo, pero para el lado de los más ricos Gargano solamente confirmó lo que hace tiempo sabe todo el país. Que los más felices con el IPRF son los capitalistas y empresarios, que solamente aportan el 20 % de la recaudación en tanto los trabajadores y los jubilados y pensionistas, pagan el restante 80 %. Pero el crecimiento de la riqueza siempre para el mismo lado, tiene sus fundamentos en las decisiones sobre política económica que no ha cambiado, y sigue siendo influida por los organismos financieros internacionales, a los cuales hoy hasta les damos la bienvenida mientras nos recomiendan una reforma más profunda que la 16.713.
Las pasividades, según la Encuesta Continua de Hogares que lleva a cabo el Instituto Nacional de Estadísticas, crecieron un 2 % durante el año 2007, tomando como base según el INE, los precios del 2005. Para bien o para mal, es un dato oficial. Sin embargo, la realidad es que se encuestan una cantidad muy limitada de hogares y en poblaciones que superan los 5.000 habitantes, por lo que sospechamos que en este segmento donde en general la depresión económica se siente más y que es nada menos que el 14 % de la población, lo datos tienden a acercarse a la verdad pero no dicen cual es la realidad en forma muy precisa.
.Muchos compañeros pueden pensar en qué puede influir un crecimiento real del 2 % cuando las pasividades son históricamente devaluadas. Hoy hablamos de la Ley 16.713, del 3 de setiembre de 1995, mojón blanquicolorado del cual se está hablando desde el 1º de marzo de 2005 de cómo lo vamos a modificar. Pero antes estuvo presente el Acta Institucional Nº 9, el 23 de octubre de 1979, que nos había rebajado las posibilidades no ya de pasividades dignas, sino de un sistema de seguridad social verdadero. Pero tampoco comenzaba aquí el asunto: las pasividades habían sufrido une rebaja en sus percepciones desde 1968 y hasta 1984 nada menos que del 54 %.
Hay cosas que se pueden cambiar y deberían cambiar. El saliente Canciller Reinaldo Gargano dijo hace unos días en la sede del PIT CNT que el país sigue creciendo, pero para el lado de los más ricos Gargano solamente confirmó lo que hace tiempo sabe todo el país. Que los más felices con el IPRF son los capitalistas y empresarios, que solamente aportan el 20 % de la recaudación en tanto los trabajadores y los jubilados y pensionistas, pagan el restante 80 %. Pero el crecimiento de la riqueza siempre para el mismo lado, tiene sus fundamentos en las decisiones sobre política económica que no ha cambiado, y sigue siendo influida por los organismos financieros internacionales, a los cuales hoy hasta les damos la bienvenida mientras nos recomiendan una reforma más profunda que la 16.713.
---------------------------------(Esta nota finaliza mañana.)
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