DE "EL TELEGRAFO" de PAYSANDU

LA PRODUCCIÓN MADERERA
DE PIEDRAS COLORADAS
Las plantaciones de la Caja Bancaria en Paysandú comprenden «un 35% de eucaliptos y un 65% de pinos», detalló el ingeniero industrial Carlos Sarazola, quien especificó que «la madera que se trabaja es para aserrío, para industrializar y obtener madera de calidad».
En el caso del pino se produce madera para la construcción y para fabricación de muebles, mientras que el eucalipto tiene dos opciones: en productos verdes salen pallets, y en productos secos madera lateral para fabricación de muebles y pallets, en presentaciones de exportación y con buena demanda.
El mercado local consume pino tratado con CCA, decks, revestimientos interiores, tirantes, alfajías, pisos y con menor elaboración rollizos de eucalipto tratado, madera para construcciones y uso agrícola, telefonía y electrificación y marinas.
Dijo que eso «lleva un valor agregado, tanto en el manejo del monte como podas y raleo». Para esto, trabajan en la parte estrictamente forestal 130 personas.
También se explota en conjunto la ganadería, «y se hace silvopastoreo. Con eso se gana un ingreso extra de la misma superficie de los montes, y también bajar el riesgo de incendio al mantener las pasturas bajas».
EL SILVOPASTOREO
Si bien esta combinación productiva «depende de la edad de las plantaciones», está presente en toda la superficie de la forestación, donde hay 2.800 bovinos propios de la Caja Bancaria y 4.600 de terceros en calidad de pastoreo. Lo que «contribuyó sustancialmente a los resultados» económicos del emprendimiento forestal.
También se construyó una planta de secado de la madera con dos galpones con capacidad para 110 metros cúbicos de madera y con un sistema computarizado, donde «el proceso de secado del eucalipto demora unos quince días hasta llegar a un 12% de humedad, y el pino seca en tres días», explicó el gerente ejecutivo, detallando que «el intercambio de calor se hace con una caldera de vapor, cuya energía es el aserrín verde producido en el mismo aserradero».
Luego de secada, la madera se clasifica. Si tiene detalles queda para distintos usos del mercado interno y lo demás se embala y se exporta.
Según Sarazola, «la madera lateral de eucalipto va principalmente para muebles de exteriores en Vietnam, un mercado incorporado hace dos años, y al cual ingresamos gracias a la certificación de nuestros bosques y maderas, que nos permitió tener un sello para llegar a esos mercados».
Otro de los logros financieros «laterales» de la forestación, es que la Caja Bancaria colocó los llamados «bonos de carbono» en el mercado de Chicago, Estados Unidos. De acuerdo a los estudios realizados, fue certificada la captación de CO2 por los bosques, y eso se vende como «bonos». Al respecto, anunció el presidente de la Caja que en junio se expondrán en Chicago cuatro proyectos de bonos de carbono que comprenden a todo el mundo, y el único proyecto forestal que se expondrá es el de la Caja Bancaria de Uruguay.