OBAMA Y LA CRISIS ACTUAL DEL CAPITALISMO
(Sin duda la más grande de su historia)
OBAMA YA NO TIENE
SALIDAS NACIONALES:
DEBE OPERAR
SOBRE LA MONEDA
A NIVEL MUNDIAL
.
Escribe
JORGE ANICETO MOLINARI
.
Atilio Boron (*) culmina su nota “El gatopardismo” sobre Barack Obama, con este juicio: “Agregó (Obama) además, que podría sentarse a dialogar con el presidente Raúl Castro siempre y cuando ‘La Habana se muestre dispuesta a desarrollar las libertades personales en la isla’. En fin, la misma cantinela reaccionaria de siempre. Un caso de gatopardismo de pura cepa: algo tiene que cambiar, en este caso el color de la piel, para que nada cambie en el imperio”. (*) Politólogo.
Fidel Castro, por su parte reflexionó con estos conceptos: “El rostro inteligente y noble del primer presidente negro de Estados Unidos desde su fundación hace dos y un tercio de siglos como república independiente, se había autotransformado bajo la inspiración de Abraham Lincoln y Martín Luther King, hasta convertirse en símbolo viviente del sueño americano.”
Sin embargo, a pesar de todas las pruebas soportadas, Barack Obama no ha pasado por la principal de todas. ¿Qué hará pronto cuando el inmenso poder que ha tomado en sus manos sea absolutamente inútil para superar las insolubles contradicciones antagónicas del sistema?
Paúl Krugman es uno de los intelectuales más importantes de Estados Unidos. Profesor en Princeton y columnista del New York Times, colaborador habitual de Rolling Stone, quien durante su viaje a Suecia para recibir el Premio Nobel de Economía, escribió gran parte de una carta dirigida al Presidente Barack Obama carta donde dice: “El futuro es lo más importante. Este mes celebramos su llegada a la Casa Blanca; en tiempos de gran crisis nacional, usted trae consigo la esperanza de un futuro mejor. Ahora depende de usted cumplir con esa esperanza. Llevando a cabo un programa de recuperación aún más audaz y completo que el New Deal, usted puede no sólo dar vuelta la economía, puede poner a Estados Unidos en el camino hacia una mayor igualdad para las próximas generaciones.”
Podríamos seguir con una multitud de juicios, pero el que talvez resume más claramente la expectativa de la gente es el juicio de Fidel Castro, que muy claramente señala que lo que Barack Obama tiene que afrontar son: “las insolubles contradicciones antagónicas del sistema”.
Esa es la cuestión. Atilio Borón con el razonamiento clásico del “marxismo” generado en el periodo stalinista, no ve lo cambios que se están operando frente a la crisis más grande del sistema, donde el desarrollo de la economía exige lo que para este politólogo pasa por la estatización de la economía y no ve lógicamente a Obama dispuesto a ello.
Paúl Krugman, por su parte, con similar fundamentalismo pero en el polo opuesto, aconseja medidas como si la crisis fuera un episodio normal y pasajero. Hace comparaciones con el New Deal de Roosevelt, y su abstracción es tal que ignora las circunstancias mundiales en la que se resolvió esa crisis: la guerra y la organización para superar la crisis a través de la economía de guerra.
Es esta y no otra la razón fundamental del ataque de Israel contra Gaza, que llevaba inexorablemente al ataque nuclear contra Irán. El presidente George Bush lo vetó. La sociedad norteamericana que llevó a Barack Obama a la Presidencia está imponiendo otra cosa.
Fidel Castro tiene razón: están en juego las insolubles contradicciones antagónicas del sistema. Por eso nosotros desde la modestia de un sitio de Internet hemos dicho:
“Es inimaginable un sistema económico que funcione sin la circulación de la mercancía dinero. La circulación del dinero tiene sus propias crisis y sus propias reglas. Hoy el mundo muestra que la mayor circulación de dinero se da por fuera del sistema bancario que conocemos.”
Uruguay es un ejemplo de esto que afirmamos.
Las crisis del sistema económico se trasladan al sistema financiero y a toda la circulación de la mercancía dinero. Se dice: “hay una crisis en la inversión.” Lo que en realidad hay es una "inversión” del razonamiento. La crisis es del consumo.
No hay ya los suficientes consumidores solventes con poder de compra para satisfacer la oferta que genera la producción, estimulada por los adelantos técnicos científicos, la competencia y la disponibilidad prácticamente ilimitada de recursos financieros.
¿Los neoliberales, que recetan? Impuestos al trabajo y al consumo. Recordemos los razonamientos de Alberto Barreix y Jerónimo Roca. (1)
Generaron una "aspirina" para aliviar los efectos de la crisis.-
¿Porque no hacer entonces exactamente lo contrario? Desgravar el consumo, desgravar el trabajo, y gravar si la circulación del dinero.
Estoy escuchando a lo lejos como fondo la entrañable canción que nos dice y repite con insistencia: "no se puede...no se puede..." (2)
Barack Obama tiene –como nunca lo tuvo nadie antes– la posibilidad de cambios sustanciales en el sistema. En una etapa anterior de la historia, cuando la primera gran revolución industrial, esos cambios sirvieron con la seguridad social, a través del impulso de Otto Bismarck a la misma, para dar una mayor vida al propio sistema.
Bismarck retenía de la acumulación capitalista el dinero necesario para atender las necesidades sociales y atemperar los enfrentamientos de clase.
El Presidente Obama ya no tiene salidas nacionales. Tiene que operar sobre la moneda a nivel mundial retomando la idea de John M. Keynes de la necesidad de una unidad monetaria universal. Tiene que buscar los recursos necesarios para la atención de las necesidades de la sociedad de la propia circulación del dinero, que tampoco puede ser enmarcada en los ámbitos nacionales.-
Es aquí donde se expresan con total claridad las contradicciones antagónicas del sistema, ahora ¿lo puede resolver el presidente Obama? –Si. Lo puede resolver, siempre y cuando ponga estos temas a discusión a nivel mundial.
Fidel Castro lo intentó en varias conferencias internacionales. En las cuales instaló estos temas, en el centro mismo del debate, analizando la forma en que el desarrollo capitalista agudizaba, dramáticamente, la fractura social.
Lo que interesa hoy analizar no es si el presidente Obama va o no a defraudar. Lo que hay que analizar es como abordar las contradicciones antagónicas del sistema. Porque estas contradicciones amenazan con la agudización de una fractura social insostenible.
Un mundo mejor es posible.-
(1) Economistas asesores del Gobierno uruguayo en la reforma tributaria.
(2) Hermosa canción de Alfredo Zitarrosa, que cuestiona a quienes siempre se oponen a los cambios.
Jorge Aniceto Molinari
24 de enero de 2009
(Sin duda la más grande de su historia)
OBAMA YA NO TIENE
SALIDAS NACIONALES:
DEBE OPERAR
SOBRE LA MONEDA
A NIVEL MUNDIAL
.
Escribe
JORGE ANICETO MOLINARI
.
Atilio Boron (*) culmina su nota “El gatopardismo” sobre Barack Obama, con este juicio: “Agregó (Obama) además, que podría sentarse a dialogar con el presidente Raúl Castro siempre y cuando ‘La Habana se muestre dispuesta a desarrollar las libertades personales en la isla’. En fin, la misma cantinela reaccionaria de siempre. Un caso de gatopardismo de pura cepa: algo tiene que cambiar, en este caso el color de la piel, para que nada cambie en el imperio”. (*) Politólogo.
Fidel Castro, por su parte reflexionó con estos conceptos: “El rostro inteligente y noble del primer presidente negro de Estados Unidos desde su fundación hace dos y un tercio de siglos como república independiente, se había autotransformado bajo la inspiración de Abraham Lincoln y Martín Luther King, hasta convertirse en símbolo viviente del sueño americano.”
Sin embargo, a pesar de todas las pruebas soportadas, Barack Obama no ha pasado por la principal de todas. ¿Qué hará pronto cuando el inmenso poder que ha tomado en sus manos sea absolutamente inútil para superar las insolubles contradicciones antagónicas del sistema?
Paúl Krugman es uno de los intelectuales más importantes de Estados Unidos. Profesor en Princeton y columnista del New York Times, colaborador habitual de Rolling Stone, quien durante su viaje a Suecia para recibir el Premio Nobel de Economía, escribió gran parte de una carta dirigida al Presidente Barack Obama carta donde dice: “El futuro es lo más importante. Este mes celebramos su llegada a la Casa Blanca; en tiempos de gran crisis nacional, usted trae consigo la esperanza de un futuro mejor. Ahora depende de usted cumplir con esa esperanza. Llevando a cabo un programa de recuperación aún más audaz y completo que el New Deal, usted puede no sólo dar vuelta la economía, puede poner a Estados Unidos en el camino hacia una mayor igualdad para las próximas generaciones.”
Podríamos seguir con una multitud de juicios, pero el que talvez resume más claramente la expectativa de la gente es el juicio de Fidel Castro, que muy claramente señala que lo que Barack Obama tiene que afrontar son: “las insolubles contradicciones antagónicas del sistema”.
Esa es la cuestión. Atilio Borón con el razonamiento clásico del “marxismo” generado en el periodo stalinista, no ve lo cambios que se están operando frente a la crisis más grande del sistema, donde el desarrollo de la economía exige lo que para este politólogo pasa por la estatización de la economía y no ve lógicamente a Obama dispuesto a ello.
Paúl Krugman, por su parte, con similar fundamentalismo pero en el polo opuesto, aconseja medidas como si la crisis fuera un episodio normal y pasajero. Hace comparaciones con el New Deal de Roosevelt, y su abstracción es tal que ignora las circunstancias mundiales en la que se resolvió esa crisis: la guerra y la organización para superar la crisis a través de la economía de guerra.
Es esta y no otra la razón fundamental del ataque de Israel contra Gaza, que llevaba inexorablemente al ataque nuclear contra Irán. El presidente George Bush lo vetó. La sociedad norteamericana que llevó a Barack Obama a la Presidencia está imponiendo otra cosa.
Fidel Castro tiene razón: están en juego las insolubles contradicciones antagónicas del sistema. Por eso nosotros desde la modestia de un sitio de Internet hemos dicho:
“Es inimaginable un sistema económico que funcione sin la circulación de la mercancía dinero. La circulación del dinero tiene sus propias crisis y sus propias reglas. Hoy el mundo muestra que la mayor circulación de dinero se da por fuera del sistema bancario que conocemos.”
Uruguay es un ejemplo de esto que afirmamos.
Las crisis del sistema económico se trasladan al sistema financiero y a toda la circulación de la mercancía dinero. Se dice: “hay una crisis en la inversión.” Lo que en realidad hay es una "inversión” del razonamiento. La crisis es del consumo.
No hay ya los suficientes consumidores solventes con poder de compra para satisfacer la oferta que genera la producción, estimulada por los adelantos técnicos científicos, la competencia y la disponibilidad prácticamente ilimitada de recursos financieros.
¿Los neoliberales, que recetan? Impuestos al trabajo y al consumo. Recordemos los razonamientos de Alberto Barreix y Jerónimo Roca. (1)
Generaron una "aspirina" para aliviar los efectos de la crisis.-
¿Porque no hacer entonces exactamente lo contrario? Desgravar el consumo, desgravar el trabajo, y gravar si la circulación del dinero.
Estoy escuchando a lo lejos como fondo la entrañable canción que nos dice y repite con insistencia: "no se puede...no se puede..." (2)
Barack Obama tiene –como nunca lo tuvo nadie antes– la posibilidad de cambios sustanciales en el sistema. En una etapa anterior de la historia, cuando la primera gran revolución industrial, esos cambios sirvieron con la seguridad social, a través del impulso de Otto Bismarck a la misma, para dar una mayor vida al propio sistema.
Bismarck retenía de la acumulación capitalista el dinero necesario para atender las necesidades sociales y atemperar los enfrentamientos de clase.
El Presidente Obama ya no tiene salidas nacionales. Tiene que operar sobre la moneda a nivel mundial retomando la idea de John M. Keynes de la necesidad de una unidad monetaria universal. Tiene que buscar los recursos necesarios para la atención de las necesidades de la sociedad de la propia circulación del dinero, que tampoco puede ser enmarcada en los ámbitos nacionales.-
Es aquí donde se expresan con total claridad las contradicciones antagónicas del sistema, ahora ¿lo puede resolver el presidente Obama? –Si. Lo puede resolver, siempre y cuando ponga estos temas a discusión a nivel mundial.
Fidel Castro lo intentó en varias conferencias internacionales. En las cuales instaló estos temas, en el centro mismo del debate, analizando la forma en que el desarrollo capitalista agudizaba, dramáticamente, la fractura social.
Lo que interesa hoy analizar no es si el presidente Obama va o no a defraudar. Lo que hay que analizar es como abordar las contradicciones antagónicas del sistema. Porque estas contradicciones amenazan con la agudización de una fractura social insostenible.
Un mundo mejor es posible.-
(1) Economistas asesores del Gobierno uruguayo en la reforma tributaria.
(2) Hermosa canción de Alfredo Zitarrosa, que cuestiona a quienes siempre se oponen a los cambios.
Jorge Aniceto Molinari
24 de enero de 2009
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