EMERGENTES CAMINARÁN
MÁS RÁPIDO
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EN LA CRISIS
Lunes, 23 de febrero de 2009
Lara Graña / XORNAL.COM
Lara Graña / XORNAL.COM
I A Coruña.-
En brazos del optimismo, o quizás de la esperanza, las previsiones económicas miran ya más allá de diciembre de 2009. Lo han hecho siempre, es cierto, con la excepción de que el año 2010 se prevé como el inmenso medicamento que remediará los males del mundo. Ahí yacerán la crisis financiera, la debacle del comercio internacional o los bajísimos indicadores de crecimiento. Ahí, también, se marcarán las diferencias entre quienes se levantan del tropiezo y los que son incapaces de continuar el nuevo rumbo. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en un informe que es una enésima corrección de sus precedentes, avisa que “la cooperación internacional” será crucial para erguirse del suelo.
En brazos del optimismo, o quizás de la esperanza, las previsiones económicas miran ya más allá de diciembre de 2009. Lo han hecho siempre, es cierto, con la excepción de que el año 2010 se prevé como el inmenso medicamento que remediará los males del mundo. Ahí yacerán la crisis financiera, la debacle del comercio internacional o los bajísimos indicadores de crecimiento. Ahí, también, se marcarán las diferencias entre quienes se levantan del tropiezo y los que son incapaces de continuar el nuevo rumbo. El Fondo Monetario Internacional (FMI), en un informe que es una enésima corrección de sus precedentes, avisa que “la cooperación internacional” será crucial para erguirse del suelo.
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De manera inmediata, 2009 tendrá unas tasas de crecimiento equiparables a las de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de los ingentes esfuerzos en materia financiera emprendidos por parte de los Gobiernos, “subsisten agudas tensiones que constituyen un lastre para la economía real”, asevera el organismo presidido por Dominique Strauss-Kahn. ¿Qué pasa, entonces, en las economías de los países ricos? ¿Por qué no funcionan los miles de millones inyectados en los sectores financieros? ¿Podrán resistir las economías emergentes? El informe, lamentablemente, no es una receta. Los ungüentos de viejo boticario serán el propio mundo y su trabajo en equipo: nada podrá hacerse, dice el FMI, si no se ofrecen respuestas globales.
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CADENA DE FAVORES
El descalabro del producto y el comercio mundiales radicaliza la racha de resultados negativos por las economías emergentes. “La continuación de la crisis financiera ha generado una abrupta caída generalizada de los precios de los activos” de estos países. Esto es, a partir de la depreciación de los materiales de consumo y la reducción del patrimonio de los hogares y empresas, se ha cercenado la demanda. Han caído las importaciones de mercancías a niveles de la posguerra, ha explotado a la baja el precio del crudo y el mundo financiero se encuentra en una profunda crisis que repercute directamente en sistemas como en de China, India o Brasil, países que, en estos momentos, tiran del pesado carro del mundo. Para 2009, el Estado comandado por Lula Dasilva mantendrá su crecimiento en un 1,8% por el 5,8% que experimentó durante el pasado ejercicio. . Afirmó Strauss-Kahn la pasada semana que “el desplome de la demanda ha dado lugar a un colapso de los precios de las materias primas”.
En el caso brasileño, sus exportaciones aumentaron en 2008 un 15,78% respecto al año precedente. Según los datos del mismo año de su ministerio económico, el 20,64% de sus ventas se producen a Estados Unidos. Los norteamericanos cortaron su consumo externo e interno en más de un 5%. La cadena se perpetúa y hace cíclica. Si tomamos las previsiones de China para 2009 según el FMI, el gigante crecerá un 6,7%, una velocidad de relámpago que dista, no obstante, del crecimiento del 13 ó el 9% en 2007 y 2008 respectivamente. Con todo su poder y potencial nada podrá hacer, en definitiva, para no perder la mitad de sus posibilidades de medrar debido a la crisis.
LA CADENCIA DEL FUTURO
“2009 será muy duro”; “Aguardan unos meses terribles”; “Esta es la peor recesión desde la Gran Depresión”... son sentencias de ministros, directores generales de entidades bancarias, gurús de la economía y de un presidente de un Estado. En estos momentos, vista puesta de nuevo en la ‘panacea’ del 2010, queda por ver quién puede encabezar la recuperación y quién no mantiene la cadencia.Antes del énfasis, el FMI avisa: “El proceso de reconocimiento de las pérdidas y la reestructuración de los préstamos incobrables aún no ha finalizado”, las subprime de las que nadie parece acordarse ya. En cualquier caso, y siempre según el organismo internacional –aunque es una opinión generalizada–, 2010 es ‘El momento’. El PIB mundial, que crecerá un 1,2% en 2009 avanzará hasta el 3,4% un año más tarde; las economías avanzadas pasarán del -0,5 al 1,6%; China y Brasil remontarán hasta el 8 y 3,5% respectivamente. España remontará hasta el 0,5%. Costará levantar el vuelo, pero, al fin y al cabo, será crecimiento otra vez a pesar de las dificultades.
De manera inmediata, 2009 tendrá unas tasas de crecimiento equiparables a las de la Segunda Guerra Mundial. A pesar de los ingentes esfuerzos en materia financiera emprendidos por parte de los Gobiernos, “subsisten agudas tensiones que constituyen un lastre para la economía real”, asevera el organismo presidido por Dominique Strauss-Kahn. ¿Qué pasa, entonces, en las economías de los países ricos? ¿Por qué no funcionan los miles de millones inyectados en los sectores financieros? ¿Podrán resistir las economías emergentes? El informe, lamentablemente, no es una receta. Los ungüentos de viejo boticario serán el propio mundo y su trabajo en equipo: nada podrá hacerse, dice el FMI, si no se ofrecen respuestas globales.
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CADENA DE FAVORES
El descalabro del producto y el comercio mundiales radicaliza la racha de resultados negativos por las economías emergentes. “La continuación de la crisis financiera ha generado una abrupta caída generalizada de los precios de los activos” de estos países. Esto es, a partir de la depreciación de los materiales de consumo y la reducción del patrimonio de los hogares y empresas, se ha cercenado la demanda. Han caído las importaciones de mercancías a niveles de la posguerra, ha explotado a la baja el precio del crudo y el mundo financiero se encuentra en una profunda crisis que repercute directamente en sistemas como en de China, India o Brasil, países que, en estos momentos, tiran del pesado carro del mundo. Para 2009, el Estado comandado por Lula Dasilva mantendrá su crecimiento en un 1,8% por el 5,8% que experimentó durante el pasado ejercicio. . Afirmó Strauss-Kahn la pasada semana que “el desplome de la demanda ha dado lugar a un colapso de los precios de las materias primas”.
En el caso brasileño, sus exportaciones aumentaron en 2008 un 15,78% respecto al año precedente. Según los datos del mismo año de su ministerio económico, el 20,64% de sus ventas se producen a Estados Unidos. Los norteamericanos cortaron su consumo externo e interno en más de un 5%. La cadena se perpetúa y hace cíclica. Si tomamos las previsiones de China para 2009 según el FMI, el gigante crecerá un 6,7%, una velocidad de relámpago que dista, no obstante, del crecimiento del 13 ó el 9% en 2007 y 2008 respectivamente. Con todo su poder y potencial nada podrá hacer, en definitiva, para no perder la mitad de sus posibilidades de medrar debido a la crisis.
LA CADENCIA DEL FUTURO
“2009 será muy duro”; “Aguardan unos meses terribles”; “Esta es la peor recesión desde la Gran Depresión”... son sentencias de ministros, directores generales de entidades bancarias, gurús de la economía y de un presidente de un Estado. En estos momentos, vista puesta de nuevo en la ‘panacea’ del 2010, queda por ver quién puede encabezar la recuperación y quién no mantiene la cadencia.Antes del énfasis, el FMI avisa: “El proceso de reconocimiento de las pérdidas y la reestructuración de los préstamos incobrables aún no ha finalizado”, las subprime de las que nadie parece acordarse ya. En cualquier caso, y siempre según el organismo internacional –aunque es una opinión generalizada–, 2010 es ‘El momento’. El PIB mundial, que crecerá un 1,2% en 2009 avanzará hasta el 3,4% un año más tarde; las economías avanzadas pasarán del -0,5 al 1,6%; China y Brasil remontarán hasta el 8 y 3,5% respectivamente. España remontará hasta el 0,5%. Costará levantar el vuelo, pero, al fin y al cabo, será crecimiento otra vez a pesar de las dificultades.
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