LA INGESTA EN ELADULTO MAYOR...
(parte1)
Escribe
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)
¿Por qué nos preocupamos tan poco de la calidad de la comida? El amante de los perros y los caballos, escoge cuidadosamente la dieta de estos animales, pero descuida la propia; como y bebe no importa qué, o por el contrario, rechaza no importa que. El viejo no debe hacer de nada una tortura. Menos de su dieta. El cuerpo de cada uno es sabio. Y, como en los animales en libertad, bastaría el instinto, si no lo contradijera nuestra gula, nuestros errores, nuestros vicios, nuestra ignorancia.
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Nuestro cuerpo necesita fundamentalmente calorías, proteínas, vitaminas, calcio, como materias primas indispensables, más otras substancias para ese perfecto laboratorio de digestión, absorción y asimilación de nuestro organismo. Todo lo necesario está en los alimentos naturales o artificiales de todos los días: leche, carne, huevos, verduras, legumbres, cereales, fruta, más higiene. La higiene ahora es exigencia perentoria. Esa la objetividad. Pero hay una subjetividad muy atendible: la situación física y espiritual de cada uno.
Nuestro cuerpo necesita fundamentalmente calorías, proteínas, vitaminas, calcio, como materias primas indispensables, más otras substancias para ese perfecto laboratorio de digestión, absorción y asimilación de nuestro organismo. Todo lo necesario está en los alimentos naturales o artificiales de todos los días: leche, carne, huevos, verduras, legumbres, cereales, fruta, más higiene. La higiene ahora es exigencia perentoria. Esa la objetividad. Pero hay una subjetividad muy atendible: la situación física y espiritual de cada uno.
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La cuestión es adaptar la dieta a las propias circunstancias de nuestro organismo, que cualquier laboratorio nos puede proporcionar, si nuestro sentido común nos lo indica. Hoy la ciencia de la nutrición está divulgada. Infórmese. Ya no es tiempo de creer simplemente. “con carne, leche y huevos se llega a la edad de Matusalén”. Esos son precisamente tres alimentos pesados, y para nosotros peligrosos por la diversidad de substancias y derivados. No se trata de engullirlos o prescindir de ellos, sino de dosificarlos.
Lo mismo con las harinas y con el azúcar, la sal y con lo demás. El buen comer non es saciarse, sino el elegir y el educar. Si ahora alguna gula nos es permitida –y nos es permitida sino llega al hartazgo sin razón– esa es la de frutas y verduras. Ahí podemos ir con seguridad... El buen sabor y la buena mesa no están prohibidos al viejo, con tal de no abusar. Al contrario, pueden servir de estímulo. Por otro lado, la Infra alimentación es menos peligrosa que la superalimentación ahora.
La cuestión es adaptar la dieta a las propias circunstancias de nuestro organismo, que cualquier laboratorio nos puede proporcionar, si nuestro sentido común nos lo indica. Hoy la ciencia de la nutrición está divulgada. Infórmese. Ya no es tiempo de creer simplemente. “con carne, leche y huevos se llega a la edad de Matusalén”. Esos son precisamente tres alimentos pesados, y para nosotros peligrosos por la diversidad de substancias y derivados. No se trata de engullirlos o prescindir de ellos, sino de dosificarlos.
Lo mismo con las harinas y con el azúcar, la sal y con lo demás. El buen comer non es saciarse, sino el elegir y el educar. Si ahora alguna gula nos es permitida –y nos es permitida sino llega al hartazgo sin razón– esa es la de frutas y verduras. Ahí podemos ir con seguridad... El buen sabor y la buena mesa no están prohibidos al viejo, con tal de no abusar. Al contrario, pueden servir de estímulo. Por otro lado, la Infra alimentación es menos peligrosa que la superalimentación ahora.
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Y acuérdese: su salud entra por la boca. Y su enfermedad entra por la boca... y muchas veces es peor lo que usted bebe que lo que usted come. Y, entre lo bebido, el alcohol. Alcoholes sanos, como el vino, en dosis sanas “alegran el corazón”. Eso es bíblicamente cierto. Pero alcoholes insanos, en cantidades insanas, matarán su corazón, y, peor aún, su cerebro.
Y acuérdese: su salud entra por la boca. Y su enfermedad entra por la boca... y muchas veces es peor lo que usted bebe que lo que usted come. Y, entre lo bebido, el alcohol. Alcoholes sanos, como el vino, en dosis sanas “alegran el corazón”. Eso es bíblicamente cierto. Pero alcoholes insanos, en cantidades insanas, matarán su corazón, y, peor aún, su cerebro.
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La dietética actual nos pone en guardia contra muchos alimentos antes juzgados inofensivos. La sal por ejemplo resulta ahora como unos de los agentes más activos en las perturbaciones de la tensión arterial. El viejo debe dosificarla con especial cuidado. El azúcar, antes temido como una causa de caries en la dentadura de niños y de diabetes en adultos y viejos, es motivo de muchas enfermedades, sobre todo cuando es refinado. (ATENCION MAÑANA SIGUE A PARTIR DE AQUÍ)
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(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.
La dietética actual nos pone en guardia contra muchos alimentos antes juzgados inofensivos. La sal por ejemplo resulta ahora como unos de los agentes más activos en las perturbaciones de la tensión arterial. El viejo debe dosificarla con especial cuidado. El azúcar, antes temido como una causa de caries en la dentadura de niños y de diabetes en adultos y viejos, es motivo de muchas enfermedades, sobre todo cuando es refinado. (ATENCION MAÑANA SIGUE A PARTIR DE AQUÍ)
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(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.
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