
Religión, política, amor...
LOS INTERESES
TRASCENDENTES
Escribe
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)
(Ver ayer “INTERESES” aquí en el Blog)
En la vejez todo se aquilata, se alquitara, se sedimenta en decantación liberadora o esclavizante. Por eso el viejo esta cerca de los intereses trascendentes, religión, política y amor, trilogía esencial a la cual, negativa o positivamente el viejo es particularmente sensible, aún en los casos excepcionales de ser ateo, apátrida o misógino. El viejo va ganando en profundidad y perdiendo en superficie, y, como tiene más tiempo, piensa y reflexiona más hondamente. En esa hondura encuentra, de un a manera u otra, una muy grande necesidad de Dios, de su pueblo, de su pareja.
LOS INTERESES
TRASCENDENTES
Escribe
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)
(Ver ayer “INTERESES” aquí en el Blog)
En la vejez todo se aquilata, se alquitara, se sedimenta en decantación liberadora o esclavizante. Por eso el viejo esta cerca de los intereses trascendentes, religión, política y amor, trilogía esencial a la cual, negativa o positivamente el viejo es particularmente sensible, aún en los casos excepcionales de ser ateo, apátrida o misógino. El viejo va ganando en profundidad y perdiendo en superficie, y, como tiene más tiempo, piensa y reflexiona más hondamente. En esa hondura encuentra, de un a manera u otra, una muy grande necesidad de Dios, de su pueblo, de su pareja.
Tres ideas y sentimientos a la vez, no para excluir ni dividir intereses, sino para multiplicarlos. La idea y el sentimiento de la eternidad, el absoluto, el infinito, la política y el amor en la montaña de la vida, cobran especiales valores. Además la política es buen instrumento para las reivindicaciones de la vejez. En el primer mundo los electores mayores de 65 años oscilan entre el 15 por ciento y el 17 por ciento de la población electoral. Una cuota muy importante, imposible de olvidar por los políticos.
Hay fuerzas casi mecánicas, en las generaciones anteriores, que empujan al viejo y pretenden desintegrarlo en la comunidad, cuando este debe estar más integrado a ella. La política es esencial a la sociedad, porque la organiza, la conduce y define su destino. Despolitizarse en la vejez, es desintegrarse de la colectividad, hacerse más viejo. Politizarse es estar presente en ella, tener vitalidad comunitaria.
Al viejo le es particularmente útil la politización del criterio y la información, no tanto como ejercicio de proselitismo, sino como vinculación para no desafiliarse del grupo humano, y como interés para orientarse en busca de un mejor destino individual y social, para no dejarse marginar. Esto con los medios actuales de comunicación y ejercicio electoral, es un interés útil y fácil de satisfacer. Le ayudará a ocupar parte de su tiempo libre.
(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.
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