NUESTRO
CEREBRO,
EL MAYOR
EL MAYOR
CAPITAL
DE LA
PERSONA...
(DOS)
Escribe
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)
(PROSIGUE CON EL TEMA DE AYER...)
Ni aun en la hipótesis del Dr. Mosquera (N.de R. ver Blog del viernes 20) de que el hombre pudiera hacer un cerebro mecánico para el cual necesitaría más peso, volumen y espacio que el Empire State de New York, su funcionamiento estaría garantizado. Nunca sería pensante esta máquina. Tan maravilloso computador no contendría sino la memoria que el cerebro humano grabara en él. Y sin embargo la persona humana, con la más portentosa creación dentro de su cabeza, usa sus facultades mínimamente, y se da a la tarea de destruirla con abusos y excesos. El viejo desaprovecha en su cerebro la mejor arma de su edad.
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)
(PROSIGUE CON EL TEMA DE AYER...)
Ni aun en la hipótesis del Dr. Mosquera (N.de R. ver Blog del viernes 20) de que el hombre pudiera hacer un cerebro mecánico para el cual necesitaría más peso, volumen y espacio que el Empire State de New York, su funcionamiento estaría garantizado. Nunca sería pensante esta máquina. Tan maravilloso computador no contendría sino la memoria que el cerebro humano grabara en él. Y sin embargo la persona humana, con la más portentosa creación dentro de su cabeza, usa sus facultades mínimamente, y se da a la tarea de destruirla con abusos y excesos. El viejo desaprovecha en su cerebro la mejor arma de su edad.
A pesar de los enormes esfuerzos de la ciencia por conocer esa máquina prodigiosa del cerebro humano, y de las grandes exploraciones sobre él, el milagro continúa, porque el misterio permanece, no solamente en algunos de sus mecanismos, sino también en el aprovechamiento de su potencial, casi infinito, porque desconocemos sus límites. Los científicos rusos (Revista Enfoque Internacional de la Agencia Novosti) divulgan nuevos experimentos de especialistas de laboratorios de Moscú que han logrado impresionar películas fotográficas con irradiaciones cerebrales. Hasta hoy, ningún otro órgano ha sido capaz de tal.
La gran lucha de la medicina actual no es solamente contra el cáncer, sino sobre el cerebro humano, ya que gran parte de las enfermedades típicas de nuestra era lo lesionan. Su sintomatología es cada vez más comprobada, pero no su etiología y, a pesar de los prodigios de la cirugía cerebral, en este camino parece haber aun mucho por hacer. La gran estrategia todavía no es sanarlo, sino cuidarlo y preservarlo. Nada acontece en la anatomía, en la fisiología, en la biología humana que no pase por el cerebro.- Es nuestra central nuclear, el computador para totalizar y ordenar toda nuestra actividad.
En este campo se fabula mucho aun, y se acuñan muchas ficciones banales. Pero no todas. En Texas, existe una asociación “Control Mental Silva Internacional”. No tengo ninguna autoridad para calificarla, pero oyendo las opiniones de uno de sus miembros, Darío Lostado, me conformé en lo ya visto y observado sobre la necesidad del empleo del cerebro para resolver los problemas de la vida diaria, las tensiones, el nerviosismo, la falta de concentración, los temores, las fobias, la ansiedad, la falta de identidad consigo mismo, las deficiencias de autenticidad, el culpabilismo.
Nuestra educación tradicional ha programado mal nuestro cerebro. Nosotros podemos desprogramarlo y volverlo a programar, por lo menos en aquella parte que nos redima de lo negativo, y nos lleve a lo positivo, destruyendo tantos mitos inoperantes de la antigua programación... Se ha probado como se puede ser más inteligente mediante un activo desarrollo mental, cuya dinámica en acción es tan indispensable como la del ejercicio físico. La inteligencia al fin y al cabo, es una facultad que se desarrolla con el ejercicio y el abastecimiento, como todas las demás, sin que por eso sólo podamos aspirar a llegar al talento o al genio.
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(MAÑANA SEGUIMOS EL TEMA A PARTIR DE AQUÍ...)
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(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.
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