¿COMO PUEDE
USTED LOGRAR
ABSTRAERSE?
Escribe
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)
Se basa en el viejo principio del excepticismo y del estoicismo: “no somos dueños de los acontecimientos, pero si del efecto que producen en nosotros”. Consiste en alejar la mente del medio circundante. Usted no puede siempre buscar su habitación en un barrio tranquilo. Pero si le toca vivir en uno ruidoso, puede, mediante el ejercicio de su fuerza mental, acostumbrar sus sentidos a no perturbarse con el ruido. A abstraerse.
Escribe
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)
Se basa en el viejo principio del excepticismo y del estoicismo: “no somos dueños de los acontecimientos, pero si del efecto que producen en nosotros”. Consiste en alejar la mente del medio circundante. Usted no puede siempre buscar su habitación en un barrio tranquilo. Pero si le toca vivir en uno ruidoso, puede, mediante el ejercicio de su fuerza mental, acostumbrar sus sentidos a no perturbarse con el ruido. A abstraerse.
Algunos compañeros míos de trabajo cerraban la oficina en plena faena, para dormir diez minutos. Y hasta yo mismo lo he hecho. En mis tiempos de universidad, en Bogotá, la mayoría de los estudiantes éramos pobres, mal alojados. Tres o cuatro en un mismo cuarto. Acudíamos a estudiar de noche en la mesa de los cafés públicos, bullangueros y perturbadores, porque allí, además de café, había menos frío. Y podíamos estudiar abstraídos del ruido de una clientela clamorosa.
Los estudiosos lo saben bien, porque la idea pura es una abstracción de los elementos de donde la deducimos o la concebimos. Pero la abstracción, como defensa contra el “stress” o tensión. No se necesita ser filósofo, ni académico, para lograr la abstracción del medio circundante. Y no me diga usted, persona de la tercera edad, que no puede hacerlo. Entendería su respuesta negativa si estuviera pidiéndole romper ladrillos Copn la palma de la mano. En la tercera edad, el cerebro funciona mejor, porque además de los mecanismos propios, tiene acumulados todos los materiales de su trabajo anterior, como elementos concomitantes y coadyuvantes de su acción. Vea usted cuanto han producido los cerebros viejos, sin necesidad de estimulantes externos.
La abstracción se logra mediante una concentración de cerebro y voluntad para lograr que nuestros sentidos, guiados por nuestra mente, se ausenten de fenómenos, personas o cosas, de los cuales físicamente no podemos alejarnos. Pero si podemos sacarlos de nuestra mente, como si físicamente no existieran para nosotros. Es una educación de la mente sobre nuestros sentidos, un dominio de ellos.
Que el oído no se agite por el ruido, la vista por la luz o la oscuridad, el tacto por el calor o el frío. No se trata de lograrlo a tan alto grado como el fakir, para dormir en un lecho de puntillas, sin punzarse. Es más simple, no tiene nada sobrehumano, en ninguno de los casos mayores o menores. Y no se alarme, si no lo consigue de una vez. Es un proceso de mente y de voluntad, largo y tenaz. Exige su tiempo. Comience por lo más sencillo. Por leer, por ejemplo, mientras los otros hablan.
Escoja una novela amable e intrigante, o la crónica en el periódico del día. Vaya progresando día a día, exigiéndose cada vez más. Vera cuanta satisfacción produce. Y cuando usted asista a una discusión con quienes no entienden la diferencia entre carne de res y carne de pescado, en ves de participar acaloradamente en ella, transpórtese a su interior. No importa si los demás le dicen lunático. Atahualpa Yupanqui, septuagenario, cuenta haberle preguntado a otro septuagenario, Miguel Ángel Asturias, como permitía a tanta gente hablarle de tantas imbecilidades. La respuesta fue: “No. Yo les dejo que digan delante de mi, pero no los oigo.”
-
(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario