martes, 3 de marzo de 2009

LA VEJEZ... UN TIEMPO DE VIDA


EL CEREBRO
NO DESCANSA


Escribe
GONZALO
CANAL RAMIREZ (*)

(CONTINUA EL TEMA DE AYER...)

En la tercera edad el cerebro debe funcionar mejor. Y por el número de neuronas con que venimos al mundo, el cerebro humano está hecho para trabajar mucho tiempo, si nosotros no lo perjudicamos. No es explicable porque la mayoría de las personas se empeñan en destruir esas neuronas, especialmente con alcohol y fatiga. Su mejor patrimonio, el cerebro, paradójicamente, resulta ser también el órgano menos usado, y, frecuentemente, el peor tratado.
Se cuenta de un capitán de artillería japonesa que en la batalla de Puerto Arturo sostuvo, bajo las granadas enemigas, 24 horas seguidas el fuego de su batería, sin errar un cañonazo. Al final, cayó muerto sin ninguna herida visible. En la autopsia se encontró su cerebro enteramente negro. Así, desde el heroísmo de la batalla sangrienta por la patria, hasta la hazaña del combate incruento de la ciencia y la proeza diaria de vivir como se debe, el cerebro está ahí, como el epicentro rector.

No debe confundirse cerebro con fuerza mental, empleo de la inteligencia, cultivo de la razón y el razonamiento, de todo el cual el cerebro es el instrumento. Ni el cerebro órgano anatómico y su relación con el raciocinio mismo de que es computador, ordenador, coordinador y sintetizador. Según los neurólogos en una persona normal el cerebro está siempre en actividad, se usa siempre, no puede funcionar alguna de sus partes y otras no, aunque esté sectorizado por zonas para el lenguaje, el habla, la memoria, los sentimientos, la información y la dirección de funciones vitales.

Cuando aquí hablamos de “usar el cerebro para aumentar nuestra capacidad mental”, nos referimos a la capacidad pensante servida por este órgano. De la misma manera, cuando hablamos del aprovechamiento de la mente, normalmente en tan bajo porcentaje utilizada. Cerebro y mente no son lo mismo, pero están estrechamente asociados y sin cerebro no hay mente. Habría que distinguir el cerebro anatómica y fisiológicamente –siempre en función cuando es normal– y como herramienta de la inteligencia, su empleo para el razonamiento y el conocimiento, función en la cual el subempleo del cerebro es notorio en todas las edades y en todas las épocas.

El Dr. Tubiana hace residir los principales problemas individuales y sociales del hombre en la mente, trabajada por siglos y milenios por el mito. La mente humana es el prodigio máximo del que se tiene noción. Es casi un arcano, más en su operación que en su estructura, de la cual sabemos ya. Conocemos por ejemplo su potencial ilimitado.

Hemos visto con él torcer metales a distancia, como lo hace Uri Geller, o transmitir pensamientos, sensaciones y órdenes, como lo realiza Fasman. Amos casos presenciados por casi todos los públicos del mundo. Ante el fracaso de la técnica y la ciencia para impedir que el Skylab recobrara su órbita, los americanos confiaron en que si medio millón de ciudadanos concentran su mente en este, lograrían su recuperación, en marzo de 1979. A pesar de cuanto se fabula sobre este tema, hay en el control mental un fondo de verdad innegable, basada en la función reguladora del cerebro y ordenadora de las demás funciones síquicas y somáticas. Además el “control mental” no es nuevo en el mundo, aunque en nuestro occidente puede ser relativamente reciente. (EL TEMA PROSEGUIRA MAÑANA)
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(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.

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