domingo, 27 de septiembre de 2009

LA MEMORIA es NO OLVIDAR... (19)

BANCO PAN DE AZUCAR
¿ENVESTIDA VAGUALA?

Escriben
JUAN JULIO
y EDUARDO MAGGIOLI
(19)

En las 18 notas que anteceden a esta, hemos estado repasando a vuelo de pájaro esa época que empieza allá por mediados de los años ’50, con un antes y un después en abril de 1965, con la quiebra del Banco Transatlántico, que llegando al 2004 –inicios de este Gobierno– mostraba la quiebra fraudulenta de casi veinte bancos privados en este país. En ese medio siglo quedaba para la historia algo así como “un cementerio de bancos vaciados”, como aquel que buscaban los malos en las películas de Tarzán, en nuestras matinée en los domingos de cine, de hace mucho tiempo. Quedaba un sistema financiero reestructurado al paladar de banqueros, pero a costa de la estafa y el robo a millones de personas y empresas. Al Uruguay todo..
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El Pan de Azúcar (BPA) de esta nota y tal vez, también, en la próxima puede decirse que es “El personaje estrella” en el conjunto de las puestas en escena, En ninguno de los otros se juntaron tantos elementos en uno. Los estafados de siempre, pero se dieron Investigaciones del Parlamento, juicios penales que llevaron a la cárcel a unos prominentes e importantes referentes del Gobierno del Dr. Luis Alberto Lacalle, quien también, fue investigado –ya como ex presidente– y también a su esposa Julia Pou, “Julita” para columnas de gente linda, hubo personajes inefables como aquel gordito banquero marroquí que, en escenario muy distinto al de hoy, en que esas palabras son populares, podía decir...”Hoy le digo una cosa, mañana será otra”
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Cuando la venta paso de todo. Entraron a tallar bancos ingleses, después italianos y al final se determinó que no eran ni unos ni otros. No tenían ni idea de que había un BPA. Se habló de suculentas (en millones de dólares) comisiones a figuras de primer nivel de aquel Gobierno Blanco como güeso de bagual, de poderes nacidos por Suiza para canalizar alguna de esas comisiones, cosa de que no existan aquí en este pequeño país muy chismoso. Otro de los nombrados en esas “propinas” fue a la cárcel, pero fueron “cárceles” en suites sin rejas, sin submarino ni picana, con desayuno, almuerzo y cena a la carte y es seguro que la platita lo esperaba en la no demorada salida, aunque él no precisaba esos pocos pesos, en su modesto pasar.
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El hoy candidato en la campaña electoral aquí en el Uruguay, el doctor Luis Alberto Lacalle, en alguna de sus salidas de la sede judicial , a donde era citado a declarar, ya como ex presidente por el Juez Balcaldi dijo a la prensa que..”Se estaba ante una verdadera “embestida baguala”, cuyo objetivo era desprestigiar políticamente a su gobierno, a su partido y a su persona.” El periodista Ignacio “Nacho” Álvarez le dijo el martes 16 de junio de 1995 en su audición de Radio Sarandí “Las cosas por su nombre” al doctor Luis Alberto Lacalle que según le dijo el Juez Balcaldi, su esposa Julia Pou Brito del Pino con las normas legales actuales hubiera sido procesada. Era por la figura “Tráfico de influencias” que no existía y que la puso este Gobierno.
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Como muestra de que el caso del BPA es “una joyita” dentro del tema de los bancos vaciados en maniobras dolosas, que asolaron el país en el medio siglo pasado, veamos este detalle. El mes pasado supimos de la edición de un libro, por la Universidad de Chile
[i] ,una investigación de casos de corrupción en las “altas esferas” políticas en Latino América, tomando solo un caso por país. Ahí estaba el sonado affaire Montesinos, en Argentina aquello de las ventas y contrabando de armas, etc. Y de Uruguay se tomó el BPA y así lo presentó el autor: “Fue el primer gran caso de ‘alta corrupción’ ventilado luego de restablecida la democracia y, como tal, tuvo sus obstáculos y dejó sus enseñanzas. La corrupción en el manejo del sistema financiero, ponía en tela de juicio la política económica del Gobierno...”
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Intervenido en 1985 por Sanguinetti. Vendido en 1994 por Lacalle. Nueve largos años de “peloteo” entre gobiernos color sangre y Güeso de bagual. Nueve años en que la gente y el país se distrajeron pagando las cuentas para “socializar pérdidas” por cientos de millones de dólares para que al final el Gobierno del Dr. Lacalle lo regalara al “Gordito bueno” que llegó de Marruecos. El BPA se vendió al consorcio extranjera liderado por el empresario franco marroquí Stephan Benhamou en cinco millones de dólares. Gran revuelo. AEBU se movilizó contra de la burla que eso significaba, entre otras muchas reacciones producidas en el país. Sobre el inefable Stéphane Benhamou y con la libertad que se movía volvemos en la próxima.
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Leemos esto en el libro referido: “El episodio Braga culmino con un sistema político que no logro lavar su imagen como algunos pretendían, pero también con una justicia que no respondió debidamente Esto ha llevado a que el tema aun provoque cierta confusión. Los efectos políticos de las denuncias de corrupción fueron inmediatos. El Partido Nacional pasó de ser gobierno en el periodo 1990-1994 y perder por menos del uno por ciento las elecciones de 1994, a un tercer y lejano lugar en las elecciones de 1999, recogiendo menos de una cuarta parte del electorado. Pero, más allá de las consecuencias políticas y de los resultados judiciales, la gran enseñanza del “caso BPA” fue constatar la falta de debidos controles estatales a las actividades financieras.”
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Del BPA quedaría hablar mucho y se puede escribir un libro. Mucho de lo que podríamos decir, tenemos certeza, que el estimado lector lo conoce. Hay nombres hoy en la vitrina pública en esta campaña electoral, que tienen matrizado los elementos que accionan, por si solos, los recuerdos. El punto esta y al final llegamos a eso, el punto esta en hacer trabajar la memoria. Es tiempo que este país y la gente que lo habite siga respirando vientos nuevos. No los vientos que ambientaron casos como este del BPA, que permitieron el libre accionar de los Benamou. Moraleja antes de votar: Dos comprimidos de GINKGO BILOBA. Hace mucho bien a la memoria.
En la nota próxima traemos algunos detalles sobre la venta del BPA.
JUAN JULIO y EDUARDO MAGGIOLI
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[i] TRANSPARENCIA Y PROBIDAD PUBLICA. ESTUDIOS DE CASO EN AMERICA LATINA” (1988) AUTOR: MARTIN PRATS Doctor en Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de la Republica (Uruguay). Diplomado en Derechos Humanos y Procesos de Democratización en la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile. Profesor Adscripto en Historia de las Ideas de la Facultad de Derecho y Profesor Adjunto de Derecho, Deontológica y Ética de la Licenciatura de Ciencias de la Comunicación (ambas de la Universidad de la Republica). Director Ejecutivo del Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (IELSUR).

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