miércoles, 2 de septiembre de 2009

LA VEJEZ... UN TIEMPO DE VIDA



VIDA EN
CUALQUIER EDAD

No tener miedo. No hablar en voz baja como el indio que no lo hace en tono alto porque le tiene miedo al eco. Esto no significa ni hablar mucho ni hablar poco, sino hablar normalmente, sabiendo que las verdades no abundan.
En el hombre no hay estaciones. Hay vida vivible en cualquier edad. Quince minutos de vida verdadera bastan para destruir el invierno. La sabiduría no existe sino en el tiempo, en la piedra y el hombre, cuando los tres son viejos. La soledad es un prejuicio burgués.
Como lo que hay que ver por dentro y observar por fuera, no hay tiempo para la soledad en ninguna etapa de la vida. No hay que sentirse viejo porque uno siempre está comenzando. El que piense que ha llegado, nunca ha salido. No pensar en la muerte, amar la vida. Hay que descansar pero haciendo algo.
Atahualpa Yupanqui (a los 72 años)

"VEJENTUD"
Este término –que no figura en diccionarios– y tal vez debamos explicarlo. En 1973 el doctor Rodolfo Talice, a los 75 años de edad y ya con once libros exitosos publicados y un sólido prestigio internacional como científico presentó la obra “Vejentud humano tesoro”, que ya acredita siete reediciones, recogiendo observaciones de una vida sobre el tema de la vejez, que fue su especialidad como científico.. En cierto modo, el autor rebautiza el término vejez en un neologismo, lo que hizo decir a Don Arturo Sergio Visca, en “El País”, comentando el libro, que el término vejentud…”suena con un hermoso y optimista eco vital por su analogía con juventud…”
Modestamente creemos que la vejez no debe estar relacionada con declinación y aunque debe transitarse con realismo, también debe concitar mucho optimismo. Por tal razón, esa palabra –que algún día aceptará la Academia Española– tiene mucho simbolismo y la vamos a seguir usando, siempre relacionándola con personas que compartan, a través de sus experiencias de vida, el concepto que tuvo el doctor Talice para crearla.

RECUPERAR TU PROPIA VIDA

del Blog "DEMAYORES"
La visión colectiva sobre la vejez ha estado siempre marcada por la fuerza de las etiquetas sociales. A partir de la década de los noventa, ante el progresivo envejecimiento de la población en las sociedades del bienestar, la denominación de «mayores» sustituyó a la de «viejos» en el discurso oficial. Sin embargo, el cambio de vocabulario y en las políticas sociales no se vio acompañado de una mejora en la imagen estereotipada de los ancianos.

«Ni divinizar la vejez ni demonizarla» propugnaron los expertos, que ayer discutieron en el marco del curso de verano «Protección integral de las personas mayores dependientes», con el objetivo de derribar los mitos asociados a la vejez bajo el eslogan «Ni edad dorada ni edad de tercera: mitos y realidades sobre los mayores».

La senectud es una etapa de la vida «caracterizada por la pérdida», según apuntó el profesor Francisco Javier Rodríguez Díaz. Pérdida en varios sentidos: de la capacidad física y mental, de autonomía, de las funciones sensoriales, de compañía? Sin embargo, en una encuesta realizada, el 85 por ciento de los jubilados se declara «bastante o muy satisfecho con su calidad de vida». ¿Cuáles son las claves para alcanzar tal satisfacción? Mantener las relaciones sociales, la independencia funcional y cierta actividad física y mental.

Los prejubilados son los que muestran un mayor grado de insatisfacción, pues pasan a integrarse en un colectivo con el que no se identifican. César Álvarez, hostelero jubilado a los 52 años por problemas de salud, relató su experiencia a los alumnos del curso. «La vida se derrumba, porque todas las relaciones van en función del trabajo». Es entonces cuando aparece el miedo a la soledad, una de las principales preocupaciones de los mayores, junto al riesgo de dependencia o pérdida de seres queridos.

Álvarez encontró por casualidad lo que le devolvió a una vida activa: se matriculó en el programa universitario para mayores de la Universidad de Oviedo (PUMUO). «Allí descubrí otros mundos, empecé a encontrar mi propio espacio», aseguró. Este jubilado tiene clara la receta: «La vejez es recuperar tu propia vida, eres el protagonista», declaró tajante. Con la jubilación llega el momento de reconquistar la libertad personal y de decidir cómo hacerlo. Pero, según los expertos, no todos los mayores son tan afortunados. Para el gerontólogo José Antonio Labra, «el gran problema es la soledad; a muchos no los quieren en su casa, son vistos como una carga». Para evitar esto, la propuesta es educar para lograr más sensibilidad con los mayores y promover políticas sociales en las que ellos participen, apuntó la profesora María de la Villa Moral. (Materiales de archivo)


1 comentario:

Melba Lucía Riaño Torres dijo...

Gracias por este espacio, me gusta y comparto las ideas de los autores y artistas que nos comparten; creo que además oxigenan la mente y ayudan a diluir los temores para llevar el proceso de envejecimiento, la vejez o la vejentud consciente, digna, orgullosa y activa-mente.
MLRT
Bogotá - Colombia