martes, 10 de noviembre de 2009

EL FASCISMO EN SUS ANDARES



LA COLUMNA
de JOAN BARRIL

DESEO DE
SER FASCISTA

Escribe
JOAN BARRIL (*)
Columnista de
“El PERIÓDICO” Catalunya
10 de Noviembre 2009
.
Fíjense ustedes que los aniversarios conmemorativos son cada vez más cercanos al hecho conmemorado. Es una manera de ganar tiempo al tiempo o de encontrar en la historia el entusiasmo que el presente no nos puede dar. Catalunya desplegó su artillería patriótica con motivo del milenario. España hizo lo propio en 1992 con los 500 años del llamado encuentro entre dos mundos. Cabe preguntarse si con la juerga montada en el vigésimo aniversario de la caída del muro habrá fastos mayores para conmemorar el cuarto de siglo.
.
Las celebraciones por la caída del muro nos llevan a una vieja incógnita. Se trata de saber cómo una civilización como la alemana, forjada desde hace siglos en la ilustración, ha seguido un camino tan azaroso. Antes de ser la Alemania que hoy conocemos, la lengua alemana sirvió para enaltecer la filosofía, la ciencia, la poesía y la música. Sin caer en la aventura imperialista de franceses, británicos o españoles, demostró un conocimiento del mundo verdaderamente admirable. Y, sin embargo, a finales del siglo XIX los alemanes se enzarzan en guerras territoriales contra Francia, las repiten en la Gran Guerra y culminan su despropósito bajo el manto del nazismo.
.
Hay un magnífico libro escrito por Rosa Sala Rose y publicado por Alba, titulado precisamente El misterioso caso alemán, en el que la autora da algunas claves de cómo una civilización consagrada a las letras y a las artes pudo caer en la abyección, en el genocidio y en la obediencia ciega a un líder. Que un país como España, capaz de engendrar la Inquisición, de expulsar a judíos y moriscos y de desarrollar un capitalismo parasitario llegue a las matanzas de la guerra civil no tiene ningún misterio. ¿Qué sucedió, pues, en Alemania?
.
Durante muchos años se ha querido hacernos creer que, una vez derrotados los fascismos, empezábamos un camino de paz y de concordia. Pero el misterioso caso alemán me da que pensar. ¿Cómo fue posible que tras la derrota de los nazis apareciera un país de nuevo cuño como la RDA que insufló a sus ciudadanos los mismos tics y las mismas pulsiones que los derrotados? El militarismo, la obediencia estatal, la delación, la ridiculización de la democracia, la cooptación de los dirigentes no por su valía sino por su fidelidad acrítica. Todo eso sería la segunda parte del misterio alemán.
.
Y me pregunto si el problema es estrictamente germano o, por el contrario, el huevo de la serpiente no está siendo incubado por una camarilla de estrategas sino por todos nosotros. ¿Realmente estamos vacunados de caer de nuevo en el fascismo? Bastan unos cuantos elementos para confirmarlo: la invención de un enemigo exterior o interior, la subordinación de la libertad a la seguridad, la convicción de formar parte de una superioridad moral respecto a otros ciudadanos, la exaltación de la fuerza y de símbolos que nos permitan diluirnos en las multitudes, el paro, la impunidad, la utopía totalitaria. Todo eso convenientemente aliñado con medios de comunicación que van insistiendo en el masaje de una verdad revelada contraria a la verdad científica. Y la presencia magnética de un líder salvador que nos recuerde que cualquier pasado era mejor que el presente.
.
Es fácil olvidar los uniformes y el paso de la oca de aquello que algunos analistas premonitorios ya denominan el fascismo clásico. Hitler murió en el búnker. Pero mírense al espejo y pregúntense cuál es el grado de fascismo que están dispuestos a metabolizar. ¿No se dan miedo?
.
(*) Joan Barril (
Barcelona, 1952) es un escritor y periodista español. Estudio en la Universidad de Barcelona y su actividad periodística la combinó con su trayectoria como escritor. Columnista en las diarios como El País, La Vanguardia y El Periódico de Catalunya. Tiene actividad en radio y TV. Es fundador y editor de la editorial Barril & Barral.

No hay comentarios: