Traer hoy al Dr. PINCHINATTI que no es preciso aclarar quien es, no tiene nada derelacionado con esta campaña electoral, más allá que alguien crea tener méritos
para ser relacionado. Es una nota de humor ante tanta seriedad. Y es una disculpa
para recordar el entrañable Ricardo Espalter, inigualable como profesional del
humor y como el inolvidable ser humano que siempre supo llevar consigo. FD
PINCHINATTI
Roberto Zaquiere
(Observa)
El actor Ricardo Espalter murió hace ya dos años y medio pero dejó un recuerdo indeleble en los uruguayos, luego de formar parte de una incomparable generación de actores cómicos que hizo época en el Río de la Plata. Sus inigualables caracterizaciones de Pinchinatti, un candidato ficticio de fuerte arraigo popular, en el programa Decalegrón de Canal 10 a finales de los ’80 y en los ‘90 lo mostraron como un político real, de carne y hueso, preocupado de veras por los problemas de la gente.
Con el tiempo, el personaje fue tomando cada vez más fuerza y ganándole a la ficción, al punto tal que hasta el Palacio Peñarol, lleno de bote a bote, terminó aclamando al supuesto candidato, que nada tenía que envidiar a uno real.
La clave del éxito de Pinchinatti y su Partido Unificado Tradicional (PUT) fue que, quizás sin proponérselo, Espalter dio forma a un personaje creíble, que decía lo que la gente quería escuchar, sin rodeos, contradicciones ni mentiras, pero al mismo tiempo planteaba propuestas concretas y hasta verosímiles, aunque algunas de ellas resultaran ser un tanto alocadas.
Ese parece ser hoy el centro de la cuestión, pero más aún después de ver cómo ha venido discurriendo la campaña para las elecciones de octubre: la ciudadanía necesita creer en los políticos. El problema en que éstos, muchas veces, parecen empeñarse en conseguir lo contrario: que la opinión pública descrea y se muestre escéptica sobre el futuro.
Es que, ahora, en lugar de discutir sobre planes y propuestas para el país que viene, la mayor parte de los candidatos y sus principales aliados han preferido enfocarse en el error ajeno y en sus pecados del pasado. Por ello, el recuerdo del entrañable personaje permite mantener intacta su vigencia: es más, más de un líder partidario debería recordarlo para tener en cuenta el mensaje y su legado.
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RICARDO ESPALTER-(1924–2007) Con una trayectoria marcada a ambos lados del Río de la Plata, mediante programas de televisión, obras teatrales y una docena de películas, son inolvidables los personajes como Toto Paniagua, al salvador Pinchinatti y a la eternamente sorda Marieta.
Su participación en recordados ciclos televisivos como Telecataplúm (1963), Hiperhumor (1987), Hupumorpo (1974), Son de Diez y Jaujarana (1969) y Comicolor (1979), su docena de películas y sus innumerables presentaciones teatrales, le valieron la distinción «Diploma al Mérito» de la Fundación Konex como actor cómico en 1981.
Ricardo Espalter, junto a Eduardo D'Angelo, Julio Frade, Berugo Carámbula, Henny Trailes, Gabriela Acher, Andrés Redondo y Enrique Almada conformaron un conglomerado de cultores del humor ingenuo que constituyó un hito en el acontecer artístico rioplatense. Fue ese un grupo que llevó muy arriba el humor uruguayo, a un nivel de artística calidad y de profesionalismo.
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En el Blog, como el tema de Honduras esta al rojo vivo, dejamos las notas sobre ese país y mañana renovamos el material. Hay una interesante nota sobre lo que esta pasando con la Amazonia, de lo cual la foto que se acompaña es muestra por demás elocuente.
Roberto Zaquiere
(Observa)
El actor Ricardo Espalter murió hace ya dos años y medio pero dejó un recuerdo indeleble en los uruguayos, luego de formar parte de una incomparable generación de actores cómicos que hizo época en el Río de la Plata. Sus inigualables caracterizaciones de Pinchinatti, un candidato ficticio de fuerte arraigo popular, en el programa Decalegrón de Canal 10 a finales de los ’80 y en los ‘90 lo mostraron como un político real, de carne y hueso, preocupado de veras por los problemas de la gente.
Con el tiempo, el personaje fue tomando cada vez más fuerza y ganándole a la ficción, al punto tal que hasta el Palacio Peñarol, lleno de bote a bote, terminó aclamando al supuesto candidato, que nada tenía que envidiar a uno real.
La clave del éxito de Pinchinatti y su Partido Unificado Tradicional (PUT) fue que, quizás sin proponérselo, Espalter dio forma a un personaje creíble, que decía lo que la gente quería escuchar, sin rodeos, contradicciones ni mentiras, pero al mismo tiempo planteaba propuestas concretas y hasta verosímiles, aunque algunas de ellas resultaran ser un tanto alocadas.
Ese parece ser hoy el centro de la cuestión, pero más aún después de ver cómo ha venido discurriendo la campaña para las elecciones de octubre: la ciudadanía necesita creer en los políticos. El problema en que éstos, muchas veces, parecen empeñarse en conseguir lo contrario: que la opinión pública descrea y se muestre escéptica sobre el futuro.
Es que, ahora, en lugar de discutir sobre planes y propuestas para el país que viene, la mayor parte de los candidatos y sus principales aliados han preferido enfocarse en el error ajeno y en sus pecados del pasado. Por ello, el recuerdo del entrañable personaje permite mantener intacta su vigencia: es más, más de un líder partidario debería recordarlo para tener en cuenta el mensaje y su legado.
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RICARDO ESPALTER-(1924–2007) Con una trayectoria marcada a ambos lados del Río de la Plata, mediante programas de televisión, obras teatrales y una docena de películas, son inolvidables los personajes como Toto Paniagua, al salvador Pinchinatti y a la eternamente sorda Marieta.
Su participación en recordados ciclos televisivos como Telecataplúm (1963), Hiperhumor (1987), Hupumorpo (1974), Son de Diez y Jaujarana (1969) y Comicolor (1979), su docena de películas y sus innumerables presentaciones teatrales, le valieron la distinción «Diploma al Mérito» de la Fundación Konex como actor cómico en 1981.
Ricardo Espalter, junto a Eduardo D'Angelo, Julio Frade, Berugo Carámbula, Henny Trailes, Gabriela Acher, Andrés Redondo y Enrique Almada conformaron un conglomerado de cultores del humor ingenuo que constituyó un hito en el acontecer artístico rioplatense. Fue ese un grupo que llevó muy arriba el humor uruguayo, a un nivel de artística calidad y de profesionalismo.
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En el Blog, como el tema de Honduras esta al rojo vivo, dejamos las notas sobre ese país y mañana renovamos el material. Hay una interesante nota sobre lo que esta pasando con la Amazonia, de lo cual la foto que se acompaña es muestra por demás elocuente.
Hoy cumplimos con el tema sobre la Vejez que tiene sus seguidores en el Blog.
Peloduro y Pulga se hacen eco de algunas preocupaciones que evidencian los políticos de la minoría mayor, sobre futuros cercanos en el ámbito de la presidencia en el caso de que el compañero Pepe Mujica sea elegido. Creemos que los dramas que se están fabricando la gente del güeso del bagual van a confrontarse con la realidad de que, en realidad, valga redundancia, el compañero Pepe Mujica va a ir a ese sitio a cumplir con la changa de ser presidente.
Por tanto sugerimos a esos compatriotas no complicarse la vida, porque hoy día hay mucho siquiatra que en esos desajustes emocionales, realizan buena tarea de ajustar algunas tuercas... quien dice que no tengan algun acuerdo secreto con el Pepe.
Sobre lo de Pichinatti, lejos esta de que sea aludiendo a nadie, como aclaramos antes. Nosotros aqui si debemos mencionar a alguien, lo hacemos y a otra cosa. Lo del doctor Pinchinatti, es una nota de humor y nada más que eso. Algo para alivianar. Y a la vez rendimos un recuerdo a un grande del humor, el querido compañero Espalter. Por hoy sería todo, nos encontramos, destino mediante, mañana en el cierre de la semana. Saludos y gracias. Nos vemos. FD.
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PARA CONTACTARNOS:
felixd@chasque.net
duarte405@gmail.com
VIDEO SOBRE PLAN CEIBAL
Aquí (wmv)
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