LOS RUMBOS DEL
PLANETA TIERRA
Y DEL SER HUMANO
Entrevista a
LEONARDO BOFF
ADITAL Por Rogéria Araújo
Traducción: Daniel Barrantes
PARTE DOS
ADITAL - HAY VARIAS DEMANDAS PIDIENDO QUE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL RECONOZCA LOS DELITOS AMBIENTALES COMO CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD. ¿USTED PIENSA QUE SERÍA UNA ALTERNATIVA?
–LB: Las leyes solamente tienen sentido y funcionan cuando previamente se ha creado una nueva conciencia con los valores ligados al respeto y al cuidado de la vida y de la Tierra, percibida como nuestra Madre, pues nos provee todo lo que necesitamos para vivir. Si existe esa conciencia, puede materializarse en leyes, tribunales y cortes que hagan justicia a la vida, a la Humanidad y a la Tierra con castigos ejemplares. En el caso contrario, los tribunales sólo tienen un carácter legalista, de difícil aplicación, sin su necesaria aura moral, que le confiera legitimidad y reconocimiento por parte de todos.
Entonces debemos primero trabajar en la creación de esa nueva conciencia. Yo mismo estoy trabajando con un pequeño grupo, a pedido de la Presidencia de la Asamblea de la ONU, en una Declaración Universal del Bien Común de la Tierra y de la Humanidad. Esa declaración deberá difundirse por todos los medios de comunicación, especialmente por Internet, para favorecer la creación de esta nueva conciencia de la humanidad. La nueva centralidad no es más el desarrollo sustentable, sino la vida, la humanidad y la Tierra, entendida como Gaia, un superorganismo vivo.
ADITAL - POR OTRO LADO, NO SE PIENSA EN NADA ORIENTADO HACIA EL CONSUMO, POR EJEMPLO, QUE NO TENGA INTERFERENCIA DIRECTA EN EL CAOS QUE SE PRODUJO EN LA TIERRA. ¿PODRÍA HABLAR UN POCO SOBRE ESO?
–LB: El propósito de todo el proyecto de la modernidad, nacido en el siglo XVI, está asentado sobre la voluntad de poder que se traduce en la voluntad de enriquecimiento, que presupone la dominación y explotación ilimitada de los recursos y servicios de la Tierra. En nombre de esta intención se construyó el proyecto-mundo, primero por las potencias ibéricas, después por las centroeuropeas y finalmente por la hegemonía estadounidense. Al principio no había cómo darse cuenta de las consecuencias funestas de esta empresa, pues ésta incluía entender la Tierra como un simple baúl de recursos, algo sin espíritu que podría ser tratado como quisiéramos. Surgió el gran instrumento de la tecno-ciencia que facilitó la concreción de este proyecto. Transformó el mundo, surgió la sociedad industrial y actualmente la sociedad de la información y de la automatización.
Toda esta civilización ofrece a los seres humanos, como felicidad, la capacidad de consumo sin obstáculos, sea de bienes naturales, sea de bienes industriales. Llegamos a un punto en el que consumimos un 30% más de lo que la Tierra puede reproducir. Ella está perdiendo más y más sustentabilidad y su biocapacidad; simplemente no aguanta más el nivel excesivo de consumo por parte de los dueños del poder y de los controladores del proceso de la modernidad.
El 20% de los más ricos consume el 82,4% de toda la riqueza de la Tierra, mientras que el 20% de los más pobres tiene que contentarse con sólo el 1,6% de la riqueza total. Ahora nos damos cuenta de que una Tierra limitada no soporta un proyecto ilimitado. Si quisiéramos universalizar el nivel de consumo de los países ricos para toda la Humanidad, los cálculos ya fueron hechos: necesitaríamos por lo menos 3 Tierras iguales a ésta, lo que se revela como una imposibilidad. Tenemos que cambiar, en el caso de que queramos superar esta injusticia social y ecológica universal y tener un mínimo de equidad entre todos.
ADITAL - ¿HASTA QUÉ PUNTO CREE USTED QUE LA SOCIEDAD CIVIL ORGANIZADA PUEDE SER AGENTE DE UNA NUEVA PRÁCTICA DE CONSUMO?
–LB: Se debe comenzar por algún lugar. El lugar más inmediato es comenzar por cada uno. El desafío, frente al problema universal, es convencerse de que podemos ser más con menos. Importa hacer la opción por una simplicidad voluntaria y por un consumo compasivo y solidario pensando en todos los demás hermanos y hermanas y demás seres vivos de la naturaleza que padecen hambre y están sufriendo todo tipo de carencias. Pero para ello, debemos realizar la experiencia radicalmente humana de que de hecho todos somos hermanos y hermanas y que somos ecointerdependientes y que formamos una comunidad de vida.
La economía se orientará para producir lo que realmente necesitamos para vivir y no para acumular ni para lo superfluo, una economía de lo suficiente y de lo decente para todos, respetando los límites ecológicos de cada ecosistema y obedeciendo los ritmos de la naturaleza. Esto es posible. Pero precisamos de una "metanoia" bíblica, de una transformación de nuestros hábitos, de nuestra mente y de nuestros corazones. Esta transformación constituye la espiritualidad. No es facultativa, es necesaria. Cada uno es como una gota de lluvia. Una moja poco. Pero millones y millones de gotas hacen una tempestad, ahora es necesario un tsunami del bien.
ADITAL - BRASIL, A CAUSA DE LA FLORESTA AMAZÓNICA Y OTRAS FLORESTAS NATIVAS, DEBERÍA TENER UN PAPEL FUNDAMENTAL EN LA CUESTIÓN AMBIENTAL. ¿CÓMO EVALÚA USTED LA POSTURA DEL GOBIERNO BRASILERO EN RELACIÓN CON EL TEMA?
–LB: El gobierno brasilero no acumuló todavía la suficiente masa crítica ni la conciencia de la importancia de la floresta amazónica en la consecución del equilibrio climático de toda la Tierra. Si el problema es el exceso de dióxido de carbono en la atmosfera, entonces son las florestas las grandes secuestradoras de este gas que produce el efecto invernadero y, en consecuencia, el calentamiento global.
Ellas absorben los gases contaminantes por medio de la fotosíntesis y los transforman en biomasa, liberando oxígeno. En vez de establecer la meta de deforestación cero y en esa posición ser rígido e implacable, por amor a la humanidad y a la Tierra, el gobierno establece que para 2020 va a reducir la deforestación en un 15%. Y hay políticas contradictorias, pues por un lado el Ministerio de Medio Ambiente combate la deforestación, y por el otro el BNDS financia proyectos de expansión de la soja y de la actividad pecuaria que avanzan sobre la floresta. Por detrás están los grandes intereses del agronegocio que presionan al gobierno a mantener una política flexible y que daña para el equilibrio de la Tierra.
ADITAL - SE VE LA GRAN ACTUACIÓN DE MOVIMIENTOS SOCIALES Y ENTIDADES EN DEFENSA DE LA NATURALEZA, RECLAMANDO MÁS DE SUS GOBIERNOS EN ÁMBITOS INTERNACIONALES. ¿CREE QUE HAY, EN ESTE MOMENTO, MÁS EMPODERAMIENTO?
–LB: Pienso que la Cumbre de Copenhague tendrá una función semejante a la que tuvo la Eco-92 en Río de Janeiro. Después de la Eco-92 surgió en el mundo entero la cuestión de la sustentabilidad y de la crítica al sistema del capital visto como esencialmente anti-ecológico, pues implica una producción ilimitada a costa de la extracción ilimitada de los recursos y servicios de la naturaleza. Creo que a partir de ahora la Humanidad tomará conciencia de que, a partir de la sociedad civil mundial, de los movimientos, organizaciones, instituciones, religiones e iglesias, cambia de rumbo o tendrá que aceptar entonces la aniquilación de la biodiversidad y el riesgo del exterminio de millones y millones de seres humanos, no excluida la eventualidad de la desaparición de la propia especie humana.
PLANETA TIERRA
Y DEL SER HUMANO
Entrevista a
LEONARDO BOFF
ADITAL Por Rogéria Araújo
Traducción: Daniel Barrantes
PARTE DOS
ADITAL - HAY VARIAS DEMANDAS PIDIENDO QUE LA CORTE PENAL INTERNACIONAL RECONOZCA LOS DELITOS AMBIENTALES COMO CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD. ¿USTED PIENSA QUE SERÍA UNA ALTERNATIVA?
–LB: Las leyes solamente tienen sentido y funcionan cuando previamente se ha creado una nueva conciencia con los valores ligados al respeto y al cuidado de la vida y de la Tierra, percibida como nuestra Madre, pues nos provee todo lo que necesitamos para vivir. Si existe esa conciencia, puede materializarse en leyes, tribunales y cortes que hagan justicia a la vida, a la Humanidad y a la Tierra con castigos ejemplares. En el caso contrario, los tribunales sólo tienen un carácter legalista, de difícil aplicación, sin su necesaria aura moral, que le confiera legitimidad y reconocimiento por parte de todos.
Entonces debemos primero trabajar en la creación de esa nueva conciencia. Yo mismo estoy trabajando con un pequeño grupo, a pedido de la Presidencia de la Asamblea de la ONU, en una Declaración Universal del Bien Común de la Tierra y de la Humanidad. Esa declaración deberá difundirse por todos los medios de comunicación, especialmente por Internet, para favorecer la creación de esta nueva conciencia de la humanidad. La nueva centralidad no es más el desarrollo sustentable, sino la vida, la humanidad y la Tierra, entendida como Gaia, un superorganismo vivo.
ADITAL - POR OTRO LADO, NO SE PIENSA EN NADA ORIENTADO HACIA EL CONSUMO, POR EJEMPLO, QUE NO TENGA INTERFERENCIA DIRECTA EN EL CAOS QUE SE PRODUJO EN LA TIERRA. ¿PODRÍA HABLAR UN POCO SOBRE ESO?
–LB: El propósito de todo el proyecto de la modernidad, nacido en el siglo XVI, está asentado sobre la voluntad de poder que se traduce en la voluntad de enriquecimiento, que presupone la dominación y explotación ilimitada de los recursos y servicios de la Tierra. En nombre de esta intención se construyó el proyecto-mundo, primero por las potencias ibéricas, después por las centroeuropeas y finalmente por la hegemonía estadounidense. Al principio no había cómo darse cuenta de las consecuencias funestas de esta empresa, pues ésta incluía entender la Tierra como un simple baúl de recursos, algo sin espíritu que podría ser tratado como quisiéramos. Surgió el gran instrumento de la tecno-ciencia que facilitó la concreción de este proyecto. Transformó el mundo, surgió la sociedad industrial y actualmente la sociedad de la información y de la automatización.
Toda esta civilización ofrece a los seres humanos, como felicidad, la capacidad de consumo sin obstáculos, sea de bienes naturales, sea de bienes industriales. Llegamos a un punto en el que consumimos un 30% más de lo que la Tierra puede reproducir. Ella está perdiendo más y más sustentabilidad y su biocapacidad; simplemente no aguanta más el nivel excesivo de consumo por parte de los dueños del poder y de los controladores del proceso de la modernidad.
El 20% de los más ricos consume el 82,4% de toda la riqueza de la Tierra, mientras que el 20% de los más pobres tiene que contentarse con sólo el 1,6% de la riqueza total. Ahora nos damos cuenta de que una Tierra limitada no soporta un proyecto ilimitado. Si quisiéramos universalizar el nivel de consumo de los países ricos para toda la Humanidad, los cálculos ya fueron hechos: necesitaríamos por lo menos 3 Tierras iguales a ésta, lo que se revela como una imposibilidad. Tenemos que cambiar, en el caso de que queramos superar esta injusticia social y ecológica universal y tener un mínimo de equidad entre todos.
ADITAL - ¿HASTA QUÉ PUNTO CREE USTED QUE LA SOCIEDAD CIVIL ORGANIZADA PUEDE SER AGENTE DE UNA NUEVA PRÁCTICA DE CONSUMO?
–LB: Se debe comenzar por algún lugar. El lugar más inmediato es comenzar por cada uno. El desafío, frente al problema universal, es convencerse de que podemos ser más con menos. Importa hacer la opción por una simplicidad voluntaria y por un consumo compasivo y solidario pensando en todos los demás hermanos y hermanas y demás seres vivos de la naturaleza que padecen hambre y están sufriendo todo tipo de carencias. Pero para ello, debemos realizar la experiencia radicalmente humana de que de hecho todos somos hermanos y hermanas y que somos ecointerdependientes y que formamos una comunidad de vida.
La economía se orientará para producir lo que realmente necesitamos para vivir y no para acumular ni para lo superfluo, una economía de lo suficiente y de lo decente para todos, respetando los límites ecológicos de cada ecosistema y obedeciendo los ritmos de la naturaleza. Esto es posible. Pero precisamos de una "metanoia" bíblica, de una transformación de nuestros hábitos, de nuestra mente y de nuestros corazones. Esta transformación constituye la espiritualidad. No es facultativa, es necesaria. Cada uno es como una gota de lluvia. Una moja poco. Pero millones y millones de gotas hacen una tempestad, ahora es necesario un tsunami del bien.
ADITAL - BRASIL, A CAUSA DE LA FLORESTA AMAZÓNICA Y OTRAS FLORESTAS NATIVAS, DEBERÍA TENER UN PAPEL FUNDAMENTAL EN LA CUESTIÓN AMBIENTAL. ¿CÓMO EVALÚA USTED LA POSTURA DEL GOBIERNO BRASILERO EN RELACIÓN CON EL TEMA?
–LB: El gobierno brasilero no acumuló todavía la suficiente masa crítica ni la conciencia de la importancia de la floresta amazónica en la consecución del equilibrio climático de toda la Tierra. Si el problema es el exceso de dióxido de carbono en la atmosfera, entonces son las florestas las grandes secuestradoras de este gas que produce el efecto invernadero y, en consecuencia, el calentamiento global.
Ellas absorben los gases contaminantes por medio de la fotosíntesis y los transforman en biomasa, liberando oxígeno. En vez de establecer la meta de deforestación cero y en esa posición ser rígido e implacable, por amor a la humanidad y a la Tierra, el gobierno establece que para 2020 va a reducir la deforestación en un 15%. Y hay políticas contradictorias, pues por un lado el Ministerio de Medio Ambiente combate la deforestación, y por el otro el BNDS financia proyectos de expansión de la soja y de la actividad pecuaria que avanzan sobre la floresta. Por detrás están los grandes intereses del agronegocio que presionan al gobierno a mantener una política flexible y que daña para el equilibrio de la Tierra.
ADITAL - SE VE LA GRAN ACTUACIÓN DE MOVIMIENTOS SOCIALES Y ENTIDADES EN DEFENSA DE LA NATURALEZA, RECLAMANDO MÁS DE SUS GOBIERNOS EN ÁMBITOS INTERNACIONALES. ¿CREE QUE HAY, EN ESTE MOMENTO, MÁS EMPODERAMIENTO?
–LB: Pienso que la Cumbre de Copenhague tendrá una función semejante a la que tuvo la Eco-92 en Río de Janeiro. Después de la Eco-92 surgió en el mundo entero la cuestión de la sustentabilidad y de la crítica al sistema del capital visto como esencialmente anti-ecológico, pues implica una producción ilimitada a costa de la extracción ilimitada de los recursos y servicios de la naturaleza. Creo que a partir de ahora la Humanidad tomará conciencia de que, a partir de la sociedad civil mundial, de los movimientos, organizaciones, instituciones, religiones e iglesias, cambia de rumbo o tendrá que aceptar entonces la aniquilación de la biodiversidad y el riesgo del exterminio de millones y millones de seres humanos, no excluida la eventualidad de la desaparición de la propia especie humana.
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Esta conciencia va a encontrar los medios para presionar a las empresas, a los grandes emprendimientos y a los Estados para hallar una nueva relación con la Tierra. El problema no es la Tierra, sino nuestra relación para con ella, relación de agresión y de explotación implacable. Necesitamos establecer un acuerdo Tierra y Humanidad para que ambos puedan convivir interdependientemente, con sinergia y espíritu de reciprocidad. Sin esto no tendremos futuro. El futuro vendrá a partir de la fuerza de la simiente, es decir, de las prácticas humanas personales y comunitarias que crean redes, ganan fuerza y consiguen imponer un nuevo orden que garantizará un nuevo tipo de historia
Esta conciencia va a encontrar los medios para presionar a las empresas, a los grandes emprendimientos y a los Estados para hallar una nueva relación con la Tierra. El problema no es la Tierra, sino nuestra relación para con ella, relación de agresión y de explotación implacable. Necesitamos establecer un acuerdo Tierra y Humanidad para que ambos puedan convivir interdependientemente, con sinergia y espíritu de reciprocidad. Sin esto no tendremos futuro. El futuro vendrá a partir de la fuerza de la simiente, es decir, de las prácticas humanas personales y comunitarias que crean redes, ganan fuerza y consiguen imponer un nuevo orden que garantizará un nuevo tipo de historia
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