
EL AMOR
DE LOS HIJOS
Escribe
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)
“El hijo es lo mejor que el hombre hace”. Pero no hay que engañarse con los hijos en la vejez. El adagio oriental dice: “Los hijos son flechas: una vez lanzadas del arco, ya no vuelven”. Eso es cierto apenas en parte, la otra parte depende de usted. Sí, salvo preciosas excepciones, de usted depende su regreso. Conozco una persona de 82 años. Ella vive para sus hijos, consiguiendo así, en parte, que sus hijos vivan para ella. Pero esto es excepcional.
DE LOS HIJOS
Escribe
GONZALO
CANAL RAMÍREZ (*)
“El hijo es lo mejor que el hombre hace”. Pero no hay que engañarse con los hijos en la vejez. El adagio oriental dice: “Los hijos son flechas: una vez lanzadas del arco, ya no vuelven”. Eso es cierto apenas en parte, la otra parte depende de usted. Sí, salvo preciosas excepciones, de usted depende su regreso. Conozco una persona de 82 años. Ella vive para sus hijos, consiguiendo así, en parte, que sus hijos vivan para ella. Pero esto es excepcional.
La unidad familiar en torno al mismo fuego, a la misma mesa, al mismo pan, es cada vez más difícil en nuestra sociedad dispersa y disociadora. Sus hijos están muy ocupados viviendo la época del compromiso, del trabajo, de la responsabilidad hacia los que ahora también son los hijos de ellos. Un abismo que a veces ellos quieren llenar llevándole sus nietos. Muy bien sus nietos, acéptelos como son y ámelos como tales, pero no se deje capitalizar como “abuelo”. Hay viejos totalmente absorbidos por sus nietos, abismados en ellos, recostado por ellos.
No, sus nietos no son de usted, ni viven por usted. Necesitan su cariño, y usted el de ellos. Déselo y recíbalo. Pero basta. Usted ya no está para criar y educar niños. Ya lo hizo. Ya cumplió esa misión, bien o mal. Pero no reinicie esa tarea. Usted tiene otras cosas por hacer. Otras etapas lo aguardan. Si usted se deja atrapar demasiado por sus nietos, envejecerá más ligero. Observe usted en su alrededor. La marcha hacia atrás no es aconsejable. La vida es irreversible.
Los hijos tampoco son usted, ni viven por usted. Ellos, después de ciertos años, tienen su vida y usted la suya. O, al menos, usted y ellos deben tener la propia. Y una buena estrategia para conservar su amor es respetar la i9ndividualidad y la intimidad de la vida de cada uno. Acuérdese de cuando era hijo... El amor filial y el paternal y el maternal en ellos y en usted. Ellos tienen mucho para amar y a usted le va quedando cada vez menos. Pero aquello que reste ámelo intensamente.
Ese resto hace fértil a la vejez, y a él no se debe llegar por exclusión, sino por elección, porque ese resto no es un sobrante, ni un remanente, sino lo permanente de lo mejor que hayamos tenido. No es la miga del antiguo pan, sino el pan mismo. Los hijos tampoco son el matrimonio, aunque sean su fruto. Si sus hijos mayores necesitan su independencia, usted también. Ella les ayudará a ambos, incluso para el amor.
Présteles todo su apoyo posible, sin exigirse demasiados sacrificios.
Ya los hizo usted antes y los debe hacer aun, en caso de necesidad. Sea su consejero, pero no su socio. Y hágase aconsejar de ellos. Ellos pueden aportar para usted el mundo nuevo tan necesario. Sus hijos deben ser para usted un motivo de rejuvenecimiento y un puente hacia la actualidad. Esta es una de las causas por las cuales ahora los hijos adquieren su independencia más temprano. Concédales el derecho a que se aburran con usted. Y, como la golondrina, cuando les haya enseñado a volar, déjelos volar.
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(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.
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(*) Gonzalo Canal Ramírez, es un reconocido especialista en temas de la Tercera Edad. De origen colombiano, esta radicado en España. Estos textos son del libro “ENVEJECER NO ES DETERIORARSE” que ha merecido innumerables ediciones y traducciones desde 1980, año de su aparición en España.
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