
CABRERITA, UNO DE LOS
TANTOS GRANDES OLVIDADOS...
TANTOS GRANDES OLVIDADOS...
LAS FOTOS
1) AUTORRETRATO EN HOJA DE CUADERNO
2) CON EL MAESTRO MANUEL ESPINOLA GOMEZ
3) y 4) ACUARELAS DE CABRERITA
2) CON EL MAESTRO MANUEL ESPINOLA GOMEZ
3) y 4) ACUARELAS DE CABRERITA
FUENTES: DE ARCHIVO
y GOOGLE. FD
Raúl Javiel Cabrera (Cabrerita) (1) está considerado el más grande acuarelista que ha tenido el Uruguay(2). Nació abandonado y cargo a cuestas con la sufrida angustia existencial. Dentro de los nuestros, tal vez sea uno de los grandes olvidados. A medida que avance el futuro, crecerá ese olvido sin duda.
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Huérfano, subsistía de la ayuda de la gente, cuando no estaba en algún hospital psiquiátrico. Conocido en las peñas que por los años ’50 en los que reinaban el Tupí y el Sorocabana. Se alimentaba de capuchinos, que cambiaba por sus dibujos, de los que siempre llevaba un rollito entre sus pequeñitas manos. Todo el era pequeño, pero había allí un espíritu gigantesco que no iba con la realidad de este mundo.
Huérfano, subsistía de la ayuda de la gente, cuando no estaba en algún hospital psiquiátrico. Conocido en las peñas que por los años ’50 en los que reinaban el Tupí y el Sorocabana. Se alimentaba de capuchinos, que cambiaba por sus dibujos, de los que siempre llevaba un rollito entre sus pequeñitas manos. Todo el era pequeño, pero había allí un espíritu gigantesco que no iba con la realidad de este mundo.
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Si hubiera nacido en Europa, es posible que hoy estuviera en la Historia del arte, como un Van Gogh. Se decía que había algunos conocedores que le daban papel y pinturas a cambio de sus dibujos. Se decía que sabían el valor de aquello y estaban “invirtiendo”. Guardaban los trabajos, esperando. Eso tal vez no este fuera de las razones que ocurren hoy en dia con este pintor.
Si hubiera nacido en Europa, es posible que hoy estuviera en la Historia del arte, como un Van Gogh. Se decía que había algunos conocedores que le daban papel y pinturas a cambio de sus dibujos. Se decía que sabían el valor de aquello y estaban “invirtiendo”. Guardaban los trabajos, esperando. Eso tal vez no este fuera de las razones que ocurren hoy en dia con este pintor.
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Algunas décadas atrás se veían, cada tanto, sus acuarelas y muchas de ellas pintadas sobre las conocidas hojas “Tabaré”, tal vez aquellas que las cambiaba por capuchinos –su principal alimento– cuando las peñas en el Tupi o el Sorocabana. Por estos días es más difícil, aunque una conocida Galeria de la Peatonal Sarandí, en especial en verano, epoca de turistas. Tienen precios importantes en dólares.
Algunas décadas atrás se veían, cada tanto, sus acuarelas y muchas de ellas pintadas sobre las conocidas hojas “Tabaré”, tal vez aquellas que las cambiaba por capuchinos –su principal alimento– cuando las peñas en el Tupi o el Sorocabana. Por estos días es más difícil, aunque una conocida Galeria de la Peatonal Sarandí, en especial en verano, epoca de turistas. Tienen precios importantes en dólares.
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Traemos ahora una s
emblanza sobre Cabrerita, escrita por IDEA VILARIÑO, la figura mayor de nuestra poesía , escrita en Brecha –la histórica de Carlos Quijano– el 29 de enero de 1993. Esto decía Idea:
“Lo conocí en 1946, la segunda y última vez, creo, que entré al Sorocabana. Iba a encontrase allí con Martín Muller pero este estaba en una larga mesa con gente de Teatro del Pueblo –Domínguez Santamaría y actores– con Asperger, Pres, Maidanik, Brito, otros.
Traemos ahora una s

“Lo conocí en 1946, la segunda y última vez, creo, que entré al Sorocabana. Iba a encontrase allí con Martín Muller pero este estaba en una larga mesa con gente de Teatro del Pueblo –Domínguez Santamaría y actores– con Asperger, Pres, Maidanik, Brito, otros.
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Estaba empezando a saber quien era quien cuando se acercó Cabrerita. Creí que era un mendigo. Con su gesto de pedir disculpas, su actitud humilde, sus ropitas y lo que luego segui viendo, su frágil humanidad, su delgadez extrema (35 o 40 kilos, escribe Brandy), sus mínimas muñecas, sus manos transparentes, sus ojos sin color, su apenas voz.
Estaba empezando a saber quien era quien cuando se acercó Cabrerita. Creí que era un mendigo. Con su gesto de pedir disculpas, su actitud humilde, sus ropitas y lo que luego segui viendo, su frágil humanidad, su delgadez extrema (35 o 40 kilos, escribe Brandy), sus mínimas muñecas, sus manos transparentes, sus ojos sin color, su apenas voz.
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Lo saludaron afectuosamente y nadie se ocupó más de él, que se quedó ahí arrolladito, sonriendo si alguien le dirigía una palabra, leyendo infinitamente una revista ¡de Anda!, los anuncios, los avisos a los socios. Manuel Claps y yo habíamos visto poco antes una exposición de sus acuarelas en un local de la calle Sierra, una feliz sorpresa para quienes estábamos tan acostumbrados a la paleta oscura y a las severidades del taller de Torres García.
Lo saludaron afectuosamente y nadie se ocupó más de él, que se quedó ahí arrolladito, sonriendo si alguien le dirigía una palabra, leyendo infinitamente una revista ¡de Anda!, los anuncios, los avisos a los socios. Manuel Claps y yo habíamos visto poco antes una exposición de sus acuarelas en un local de la calle Sierra, una feliz sorpresa para quienes estábamos tan acostumbrados a la paleta oscura y a las severidades del taller de Torres García.
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Lo que veía de él me dejó embargada de piedad, con el deseo que, creo, provocaba en todos, de ayudarlo. Supe que algunos amigos le pagaban una pieza. ¿Comer? Andaba a menudo entre la rica fauna intelectual y artística de la Plaza Libertad trocando una acuarela por un café con leche. Aceptábamos lo que fuera, aunque ocasionalmente no nos gustara –recuerdo una fea señora de nariz bulbosa y un feo señor de desmedido mentón.
Lo que veía de él me dejó embargada de piedad, con el deseo que, creo, provocaba en todos, de ayudarlo. Supe que algunos amigos le pagaban una pieza. ¿Comer? Andaba a menudo entre la rica fauna intelectual y artística de la Plaza Libertad trocando una acuarela por un café con leche. Aceptábamos lo que fuera, aunque ocasionalmente no nos gustara –recuerdo una fea señora de nariz bulbosa y un feo señor de desmedido mentón.
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Unos pocos de entre nosotros podían a veces ser más generosos. Y se decía que Trinchin, un co
merciante y coleccionista, creo, de la calle Colonia, le compraba cantidades mayores de acuarelas. Y Bayerthal, e Arte Bella, que vendía cosas de arte y libros extranjeros, apenas doblando por Cuareim, le compraba a veces media docena pagándole algo más que nosotros, pero no mucho más.
Unos pocos de entre nosotros podían a veces ser más generosos. Y se decía que Trinchin, un co

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Supongo que de aquellas generosidades y de estas ventas saldrían las pinturas y el papel que empleaba. Aunque como papel le servía cualquiera. Hizo mi retrato en una hoja de cuaderno Tabaré en cuyo reverso había anotado algunas reflexiones que, cuando llegó el momento de enmarcarlo, no me pareció merecieran salvarse.”
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(1) Nace en Montevideo el 2 de diciembre de 1919. Abandonado por su familia, pasa los primeros años en un asilo y concurre a la escuela José Pedro Varela hasta 5º año. Sus cualidades artísticas se manifiestan tempranamente, trabaja desde muy joven y entre otras tareas, pinta vitrales. Asiste al Círculo de Bellas Artes de Montevideo, a la Universidad del Trabajo del Uruguay, por entonces bajo la dirección de Guillermo Laborde, estudia además con Gilberto Bellini, con Serrano en el Taller Don Bosco y con Prevosti. Aunque su
vida transcurre entre internaciones en hospitales psiquiátricos y familias que lo toman a su cargo, su tarea plástica es constante.
Realiza exposiciones individuales en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Montevideo; en el Ateneo; en el X Salón Nacional, 1946; y participa en la XVI Bienal de San Pablo, Brasil, 1981. Es premiado en el V Salón Municipal, 1944; IX Salón Nacional, 1946, y VII Salón Municipal, 1946. Muere el 18 de diciembre de 1992. (WEB DEL MUSEO NACIONAL)
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(2) La acuarela esta considerada la técnica más difícil en pintura. Todo es a primer golpe de pincel ya que no admite correcciones. Por ejemplo el óleo permite infinitas correcciones y mezclas. En los grandes pintores, no abundan los acuarelistas. Se dice que en Uruguay no había quien le hiciera sombra. Tan es asi que cuando una acuarela de Cabrerita integra un envío de Uruguay al Museo de San Pablo, de aquel Museo (considerado de los acreditados en el mundo en Arte moderno) de alli pidieron a Uruguay el envío de mas obras del pintor, pues querian hacerle una sala especial a él. Un honor sin duda que solo hacen a los grandes. Según dicen aquel honor a Cabrerita no pudo ser. FD
Supongo que de aquellas generosidades y de estas ventas saldrían las pinturas y el papel que empleaba. Aunque como papel le servía cualquiera. Hizo mi retrato en una hoja de cuaderno Tabaré en cuyo reverso había anotado algunas reflexiones que, cuando llegó el momento de enmarcarlo, no me pareció merecieran salvarse.”
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(1) Nace en Montevideo el 2 de diciembre de 1919. Abandonado por su familia, pasa los primeros años en un asilo y concurre a la escuela José Pedro Varela hasta 5º año. Sus cualidades artísticas se manifiestan tempranamente, trabaja desde muy joven y entre otras tareas, pinta vitrales. Asiste al Círculo de Bellas Artes de Montevideo, a la Universidad del Trabajo del Uruguay, por entonces bajo la dirección de Guillermo Laborde, estudia además con Gilberto Bellini, con Serrano en el Taller Don Bosco y con Prevosti. Aunque su

Realiza exposiciones individuales en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Montevideo; en el Ateneo; en el X Salón Nacional, 1946; y participa en la XVI Bienal de San Pablo, Brasil, 1981. Es premiado en el V Salón Municipal, 1944; IX Salón Nacional, 1946, y VII Salón Municipal, 1946. Muere el 18 de diciembre de 1992. (WEB DEL MUSEO NACIONAL)
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(2) La acuarela esta considerada la técnica más difícil en pintura. Todo es a primer golpe de pincel ya que no admite correcciones. Por ejemplo el óleo permite infinitas correcciones y mezclas. En los grandes pintores, no abundan los acuarelistas. Se dice que en Uruguay no había quien le hiciera sombra. Tan es asi que cuando una acuarela de Cabrerita integra un envío de Uruguay al Museo de San Pablo, de aquel Museo (considerado de los acreditados en el mundo en Arte moderno) de alli pidieron a Uruguay el envío de mas obras del pintor, pues querian hacerle una sala especial a él. Un honor sin duda que solo hacen a los grandes. Según dicen aquel honor a Cabrerita no pudo ser. FD
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