EL ORIGEN DE
11 de Julio
‘El concepto del Ataque Global Inmediato tiene el propósito de asegurar el monopolio de EE.UU. en el campo militar y ampliar la brecha entre ese país y el resto del mundo. En combinación con el despliegue de defensa de misiles que supuestamente debería mantener a EE.UU. inmune contra ataques de represalias de Rusia y China, la iniciativa de Ataque Global Inmediato va a convertir a Washington en un dictador global de la era moderna’.”
“‘Esencialmente, la nueva doctrina nuclear de EE.UU. es un elemento de la nueva estrategia de seguridad de EE.UU. que sería descrita de modo más adecuado como la estrategia de impunidad total. EE.UU. aumenta su presupuesto militar, da rienda suelta a la OTAN como gendarme global, y planifica ejercicios en una situación real en Irán para probar la eficiencia en la práctica de la iniciativa de Ataque Global Inmediato. Al mismo tiempo, Washington habla de un mundo totalmente libre de armas nucleares’.”
En esencia, Obama pretende engañar al mundo hablando de una humanidad libre de armas nucleares, que serían sustituidas por otras sumamente destructivas, más idóneas para aterrorizar a los que dirigen a los Estados y lograr la nueva estrategia de impunidad total.
Los yankis creen que la rendición de Irán está ya próxima. Se espera que la Unión Europea informe un paquete de sanciones propias a firmar el 26 de julio.
El último encuentro del 5+1 se produjo el 2 de julio, después que el Presidente iraní Mahmud Ahmadineyad afirmara que “su país retornará a las conversaciones a fines de agosto con la participación de Brasil y Turquía”.
Un alto funcionario de la UE “advirtió que ni Brasil ni Turquía serán invitados a participar en las conversaciones, al menos no a esta altura”.
“El canciller iraní Manouchehr Mottaki, se declaraba a favor de desafiar las sanciones internacionales y continuar con el enriquecimiento de uranio”.
Desde el martes 5 de julio alegan, frente a la reiteración europea, de que promoverán medidas adicionales contra Irán, este ha respondido que hasta septiembre no negociará.
Cada día disminuyen más las posibilidades de sobrepasar el insalvable obstáculo.
Es tan evidente lo que va a ocurrir que se puede prever de forma casi exacta.
Por mi parte debo hacerme una autocrítica, cometí el error de afirmar en la Reflexión del 27 de junio que el jueves, viernes o a más tardar el sábado se desataría el conflicto. Era ya conocido que buques de guerra israelitas navegaban hacia ese objetivo junto a las fuerzas navales yankis. La orden de registro de los mercantes iraníes estaba ya dada.
No me di cuenta, sin embargo, que había un paso previo: la constancia de la negación del permiso para la inspección del mercante por parte de Irán. En el análisis del tortuoso lenguaje del Consejo de Seguridad, imponiendo sanciones contra ese país, no me percaté de ese detalle para que la orden de inspección adquiriera plena vigencia. Era lo único que faltaba.
El 8 de agosto se cumple el plazo de 60 días, dado por el Consejo de Seguridad el 9 de junio, para recibir la información sobre el cumplimiento de la Resolución.
Pero ocurría en realidad algo más lamentable. Yo trabajaba con el último material elaborado sobre el delicado tema por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba y dicho documento, no contenía dos párrafos claves que eran los últimos de dicha resolución y expresan textualmente:
“Solicita que, en un plazo de 90 días, el Director General del OIEA presente a la Junta de Gobernadores del OIEA y, paralelamente, al Consejo de Seguridad, para su examen, un informe en que se indique si el Irán ha llevado a cabo la suspensión completa y sostenida de todas las actividades mencionadas en la resolución 1737 (2006), y si está aplicando todas las medidas exigidas por la Junta de Gobernadores del OIEA y cumpliendo las demás disposiciones de las resoluciones 1737, 1747, 1803 y de la presente resolución;
“Afirma que examinará las acciones del Irán a la luz del informe mencionado en el párrafo 36, que deberá presentarse en un plazo de 90 días, y que:
a) suspenderá la aplicación de las medidas siempre que el Irán suspenda todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento y el reprocesamiento, incluidas las de investigación y desarrollo, y mientras dure la suspensión, que verificará el OIEA, para permitir la celebración de negociaciones de buena fe a fin de llegar a un resultado pronto y mutuamente aceptable;
b) dejará de aplicar las medidas especificadas en los párrafos 3, 4, 5, 6, 7 y 12 de la resolución 1737, así como en los párrafos 2, 4, 5, 6 y 7 de la resolución 1747, en los párrafos 3, 5, 7, 8, 9, 10 y 11 de la resolución 1803 y en los párrafos 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 21, 22, 23 y 24 de la presente resolución, tan pronto como determine, tras recibir el informe mencionado en el párrafo anterior, que el Irán ha cumplido cabalmente sus obligaciones en virtud de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y los requisitos de la Junta de Gobernadores del OIEA, determinación que confirmará la propia Junta; y
c) en caso de que en el informe se indique que el Irán no ha cumplido lo dispuesto en las resoluciones 1737, 1747, 1803 y en la presente resolución, adoptará, con arreglo al Artículo 41 del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, otras medidas apropiadas para persuadir al Irán de que cumpla lo dispuesto en dichas resoluciones y los requisitos del OIEA, y subraya que deberán adoptarse otras decisiones si es necesario tomar tales medidas adicionales…”
Algún compañero del Ministerio, tras el trabajo agotador de muchas horas en la máquina sacando copias de todos los documentos, se durmió. Mi afán de buscar información e intercambiar puntos de vista sobre estos delicados temas, me permitió descubrir esta omisión.
Desde mi punto de vista, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han dicho su última palabra. Dos estados poderosos con autoridad y prestigio no ejercieron su derecho a vetar la pérfida resolución de la ONU.
Era la única posibilidad de ganar tiempo para buscar alguna fórmula para salvar la paz, objetivo que les habría proporcionado mayor autoridad para seguir luchando por ella.
Hoy todo pende de un tenue hilo.
Mi propósito principal fue advertir a la opinión pública internacional de lo que estaba ocurriendo.
Lo he logrado en parte observando lo que sucedía, como dirigente político que fui durante largos años enfrentando al imperio, sus bloqueos y sus incalificables crímenes. Mas, no lo hago por venganza.
No vacilo en correr los riesgos de comprometer mi modesta autoridad moral.
Seguiré escribiendo Reflexiones sobre el tema. Serán varias más después de esta para seguir profundizando en julio y agosto, salvo que ocurra algún incidente que ponga a funcionar las mortíferas armas que hoy se apuntan unas a otras.
He disfrutado mucho los partidos finales de la Copa Mundial de Fútbol y los partidos de voleibol, donde nuestro valiente equipo marcha a la cabeza de su grupo en la Liga Mundial de ese deporte.
‘El concepto del Ataque Global Inmediato tiene el propósito de asegurar el monopolio de EE.UU. en el campo militar y ampliar la brecha entre ese país y el resto del mundo. En combinación con el despliegue de defensa de misiles que supuestamente debería mantener a EE.UU. inmune contra ataques de represalias de Rusia y China, la iniciativa de Ataque Global Inmediato va a convertir a Washington en un dictador global de la era moderna’.”
“‘Esencialmente, la nueva doctrina nuclear de EE.UU. es un elemento de la nueva estrategia de seguridad de EE.UU. que sería descrita de modo más adecuado como la estrategia de impunidad total. EE.UU. aumenta su presupuesto militar, da rienda suelta a la OTAN como gendarme global, y planifica ejercicios en una situación real en Irán para probar la eficiencia en la práctica de la iniciativa de Ataque Global Inmediato. Al mismo tiempo, Washington habla de un mundo totalmente libre de armas nucleares’.”
En esencia, Obama pretende engañar al mundo hablando de una humanidad libre de armas nucleares, que serían sustituidas por otras sumamente destructivas, más idóneas para aterrorizar a los que dirigen a los Estados y lograr la nueva estrategia de impunidad total.
Los yankis creen que la rendición de Irán está ya próxima. Se espera que la Unión Europea informe un paquete de sanciones propias a firmar el 26 de julio.
El último encuentro del 5+1 se produjo el 2 de julio, después que el Presidente iraní Mahmud Ahmadineyad afirmara que “su país retornará a las conversaciones a fines de agosto con la participación de Brasil y Turquía”.
Un alto funcionario de la UE “advirtió que ni Brasil ni Turquía serán invitados a participar en las conversaciones, al menos no a esta altura”.
“El canciller iraní Manouchehr Mottaki, se declaraba a favor de desafiar las sanciones internacionales y continuar con el enriquecimiento de uranio”.
Desde el martes 5 de julio alegan, frente a la reiteración europea, de que promoverán medidas adicionales contra Irán, este ha respondido que hasta septiembre no negociará.
Cada día disminuyen más las posibilidades de sobrepasar el insalvable obstáculo.
Es tan evidente lo que va a ocurrir que se puede prever de forma casi exacta.
Por mi parte debo hacerme una autocrítica, cometí el error de afirmar en la Reflexión del 27 de junio que el jueves, viernes o a más tardar el sábado se desataría el conflicto. Era ya conocido que buques de guerra israelitas navegaban hacia ese objetivo junto a las fuerzas navales yankis. La orden de registro de los mercantes iraníes estaba ya dada.
No me di cuenta, sin embargo, que había un paso previo: la constancia de la negación del permiso para la inspección del mercante por parte de Irán. En el análisis del tortuoso lenguaje del Consejo de Seguridad, imponiendo sanciones contra ese país, no me percaté de ese detalle para que la orden de inspección adquiriera plena vigencia. Era lo único que faltaba.
El 8 de agosto se cumple el plazo de 60 días, dado por el Consejo de Seguridad el 9 de junio, para recibir la información sobre el cumplimiento de la Resolución.
Pero ocurría en realidad algo más lamentable. Yo trabajaba con el último material elaborado sobre el delicado tema por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba y dicho documento, no contenía dos párrafos claves que eran los últimos de dicha resolución y expresan textualmente:
“Solicita que, en un plazo de 90 días, el Director General del OIEA presente a la Junta de Gobernadores del OIEA y, paralelamente, al Consejo de Seguridad, para su examen, un informe en que se indique si el Irán ha llevado a cabo la suspensión completa y sostenida de todas las actividades mencionadas en la resolución 1737 (2006), y si está aplicando todas las medidas exigidas por la Junta de Gobernadores del OIEA y cumpliendo las demás disposiciones de las resoluciones 1737, 1747, 1803 y de la presente resolución;
“Afirma que examinará las acciones del Irán a la luz del informe mencionado en el párrafo 36, que deberá presentarse en un plazo de 90 días, y que:
a) suspenderá la aplicación de las medidas siempre que el Irán suspenda todas las actividades relacionadas con el enriquecimiento y el reprocesamiento, incluidas las de investigación y desarrollo, y mientras dure la suspensión, que verificará el OIEA, para permitir la celebración de negociaciones de buena fe a fin de llegar a un resultado pronto y mutuamente aceptable;
b) dejará de aplicar las medidas especificadas en los párrafos 3, 4, 5, 6, 7 y 12 de la resolución 1737, así como en los párrafos 2, 4, 5, 6 y 7 de la resolución 1747, en los párrafos 3, 5, 7, 8, 9, 10 y 11 de la resolución 1803 y en los párrafos 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 21, 22, 23 y 24 de la presente resolución, tan pronto como determine, tras recibir el informe mencionado en el párrafo anterior, que el Irán ha cumplido cabalmente sus obligaciones en virtud de las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y los requisitos de la Junta de Gobernadores del OIEA, determinación que confirmará la propia Junta; y
c) en caso de que en el informe se indique que el Irán no ha cumplido lo dispuesto en las resoluciones 1737, 1747, 1803 y en la presente resolución, adoptará, con arreglo al Artículo 41 del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, otras medidas apropiadas para persuadir al Irán de que cumpla lo dispuesto en dichas resoluciones y los requisitos del OIEA, y subraya que deberán adoptarse otras decisiones si es necesario tomar tales medidas adicionales…”
Algún compañero del Ministerio, tras el trabajo agotador de muchas horas en la máquina sacando copias de todos los documentos, se durmió. Mi afán de buscar información e intercambiar puntos de vista sobre estos delicados temas, me permitió descubrir esta omisión.
Desde mi punto de vista, Estados Unidos y sus aliados de la OTAN han dicho su última palabra. Dos estados poderosos con autoridad y prestigio no ejercieron su derecho a vetar la pérfida resolución de la ONU.
Era la única posibilidad de ganar tiempo para buscar alguna fórmula para salvar la paz, objetivo que les habría proporcionado mayor autoridad para seguir luchando por ella.
Hoy todo pende de un tenue hilo.
Mi propósito principal fue advertir a la opinión pública internacional de lo que estaba ocurriendo.
Lo he logrado en parte observando lo que sucedía, como dirigente político que fui durante largos años enfrentando al imperio, sus bloqueos y sus incalificables crímenes. Mas, no lo hago por venganza.
No vacilo en correr los riesgos de comprometer mi modesta autoridad moral.
Seguiré escribiendo Reflexiones sobre el tema. Serán varias más después de esta para seguir profundizando en julio y agosto, salvo que ocurra algún incidente que ponga a funcionar las mortíferas armas que hoy se apuntan unas a otras.
He disfrutado mucho los partidos finales de la Copa Mundial de Fútbol y los partidos de voleibol, donde nuestro valiente equipo marcha a la cabeza de su grupo en la Liga Mundial de ese deporte.
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