"RECUPERACIÓN
ECONÓMICA GLOBAL
AÚN ES INCIERTA ..."
Fuente: Agencia China Xinhua
Entrevista a
LUCIANA ACIOLY (*)
19 de Julio de 2010
(*) Luciana Acioly, economista, investigadora brasileña
ECONÓMICA GLOBAL
AÚN ES INCIERTA ..."
Fuente: Agencia China Xinhua
Entrevista a
LUCIANA ACIOLY (*)
19 de Julio de 2010
(*) Luciana Acioly, economista, investigadora brasileña
Coordinadora de los
estudios de Relaciones
Económicas Internacionales del
Instituto de Investigación
Económica Aplicada (IPEA) de Brasil.
La recuperación económica global no está consolidada, afirmó en entrevista a Xinhua la especialista brasileña. Varios factores de incerteza dominan los debates sobre el curso de la economía internacional, ante la reciente crisis en Europa parcialmente develada y que se manifestó en las economías más frágiles de ese Continente, como Grecia o España, y las preocupaciones que surgieron sobre la solidez y el futuro del euro.
La recuperación económica ocurre de manera desigual en las diferentes regiones del mundo y el impulso de los países emergentes puede no ser suficiente para que los grandes países desarrollados puedan superar sus dificultades, señaló la especialista.
La reforma financiera en Estados Unidos impulsada por el gobierno del presidente Barack Obama ha generado muchas dudas, los republicanos se oponen a su aplicación e incluso algunos analistas en Brasil consideran que no va a dar resultado.
Luego de la caída provocada por la crisis financiera desatada en el segundo semestre de 2008, la situación económica global presentó un cuadro de expansión limitada, que además es desigual en las diferentes regiones,
"El FMI (Fondo Monetario Internacional) acaba de revisar para arriba su estimativa de crecimiento mundial para este año, que debe ser de 4,5 por ciento. Pero es una recuperación insípida, que no ocurre con igual intensidad en todas las regiones", señaló.
Acioly resaltó que para las economías emergentes, la perspectiva es de un crecimiento cercano a 7 por ciento, mientras que en las economías avanzadas de poco más de 2 por ciento y es posible que en algunas de ellas, como Japón, el resultado de este año sea negativo.
"Como se puede ver, eso representa que dos tercios del crecimiento mundial ocurrirá en las economías emergentes. El problema es que ese crecimiento no alcanza para impulsar la recuperación en las economías avanzadas", subrayó.
El crecimiento China, por ejemplo, se proyecta en torno de 10 por ciento para este año y tiene un impacto sobre todo en la región asiática y en países como Brasil, pero con toda su importancia para la economía de Estados Unidos, no es suficiente para garantizar la recuperación en ese país, como tampoco la de Europa, explicó.
Ese diagnóstico vale en general para los países que integran el grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China), considerados las próximas "locomotoras" de la economía global, ya que su gravitación económica es en primera instancia regional y es difícil hacer un análisis económico de los cuatro en conjunto debido a que presentan diferentes realidades.
Rusia, por ejemplo, ha mostrado una recuperación gradual después de haber sido la nación del BRIC más afectada por la crisis financiera y por la caída del precio del petróleo.
Rusia comienza a dar señales positivas y debe favorecer a las economías de Europa del este que formaban parte de la antigua Unión Soviética.
En el caso de Brasil, menos afectado por la crisis financiera y en franco crecimiento, su fortaleza económica beneficia a sus vecinos de América del Sur, por el flujo de comercio y también a través de las inversiones brasileñas a esos países.
"Desde mi punto de vista, el grupo BRIC tiene sobre todo una importancia política, de coordinación en foros globales como el G-20 (grupo de los 20 países industrializados y emergentes) financiero, y eso se demuestra por ejemplo en haber conseguido aumentar su participación en organismos como el Banco Mundial", recordó.
Sobre la posibilidad de una mayor convergencia económica entre China y Brasil, resaltó que la relación presenta la paradoja de ser dos países complementarios en muchos aspectos, pero también competidores en otros niveles.
Acioly reconoció la importancia de China, principal socio comercial de Brasil en la actualidad, como "estabilizador de demanda", pero recordó que por otra parte ambos compiten por influencia y la conquista de mercados en América Latina y Africa.
La economista dijo que existen posibilidades de ampliar el grado de cooperación económica bilateral, ante lo cual sugirió la llegada de inversiones de origen chino a Brasil para la producción con mayor valor agregado, que a su criterio debe concretarse con el modelo de "joint ventures" (empresas conjuntas).
Sobre la flexibilización de la política monetaria china, consideró que el principal objetivo de las autoridades es mantener la estabilidad del cambio, por su papel regulador de todas sus relaciones económicas con el mundo y para que la moneda quede menos expuesta a la especulación externa, "lo que me parece muy correcto".
Por esa razón, añadió, el gobierno apela a mecanismos como el control de precios o aumentar la inversión directa en el exterior, con el fin de dar mayor estabilidad al yuan y evitar la presión sobre la tasa de cambio.
En cuanto a la economía brasileña, que debe crecer 7 por ciento en 2010, el mayor nivel en tres décadas, la economista del IPEA dijo que el dato es auspicioso, sin embargo subrayó que aún no está asegurada la continuidad de ese crecimiento.
Acioly consideró que el ciclo de ajuste monetario con elevación de la tasa básica de interés iniciado en abril por el Banco Central tiende a desestimular la inversión privada, lo cual abre interrogantes sobre la sostenibilidad de ese ritmo de expansión.
"El crecimiento del país está siendo garantizado antes que nada por el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC, el plan cuadrianual de inversiones lanzado por el presidente Lula da Silva en enero de 2007). Además existe mucha incertidumbre sobre el futuro de la economía internacional", agregó. (Xinhua)
19/07/2010
La recuperación económica global no está consolidada, afirmó en entrevista a Xinhua la especialista brasileña. Varios factores de incerteza dominan los debates sobre el curso de la economía internacional, ante la reciente crisis en Europa parcialmente develada y que se manifestó en las economías más frágiles de ese Continente, como Grecia o España, y las preocupaciones que surgieron sobre la solidez y el futuro del euro.
La recuperación económica ocurre de manera desigual en las diferentes regiones del mundo y el impulso de los países emergentes puede no ser suficiente para que los grandes países desarrollados puedan superar sus dificultades, señaló la especialista.
La reforma financiera en Estados Unidos impulsada por el gobierno del presidente Barack Obama ha generado muchas dudas, los republicanos se oponen a su aplicación e incluso algunos analistas en Brasil consideran que no va a dar resultado.
Luego de la caída provocada por la crisis financiera desatada en el segundo semestre de 2008, la situación económica global presentó un cuadro de expansión limitada, que además es desigual en las diferentes regiones,
"El FMI (Fondo Monetario Internacional) acaba de revisar para arriba su estimativa de crecimiento mundial para este año, que debe ser de 4,5 por ciento. Pero es una recuperación insípida, que no ocurre con igual intensidad en todas las regiones", señaló.
Acioly resaltó que para las economías emergentes, la perspectiva es de un crecimiento cercano a 7 por ciento, mientras que en las economías avanzadas de poco más de 2 por ciento y es posible que en algunas de ellas, como Japón, el resultado de este año sea negativo.
"Como se puede ver, eso representa que dos tercios del crecimiento mundial ocurrirá en las economías emergentes. El problema es que ese crecimiento no alcanza para impulsar la recuperación en las economías avanzadas", subrayó.
El crecimiento China, por ejemplo, se proyecta en torno de 10 por ciento para este año y tiene un impacto sobre todo en la región asiática y en países como Brasil, pero con toda su importancia para la economía de Estados Unidos, no es suficiente para garantizar la recuperación en ese país, como tampoco la de Europa, explicó.
Ese diagnóstico vale en general para los países que integran el grupo BRIC (Brasil, Rusia, India y China), considerados las próximas "locomotoras" de la economía global, ya que su gravitación económica es en primera instancia regional y es difícil hacer un análisis económico de los cuatro en conjunto debido a que presentan diferentes realidades.
Rusia, por ejemplo, ha mostrado una recuperación gradual después de haber sido la nación del BRIC más afectada por la crisis financiera y por la caída del precio del petróleo.
Rusia comienza a dar señales positivas y debe favorecer a las economías de Europa del este que formaban parte de la antigua Unión Soviética.
En el caso de Brasil, menos afectado por la crisis financiera y en franco crecimiento, su fortaleza económica beneficia a sus vecinos de América del Sur, por el flujo de comercio y también a través de las inversiones brasileñas a esos países.
"Desde mi punto de vista, el grupo BRIC tiene sobre todo una importancia política, de coordinación en foros globales como el G-20 (grupo de los 20 países industrializados y emergentes) financiero, y eso se demuestra por ejemplo en haber conseguido aumentar su participación en organismos como el Banco Mundial", recordó.
Sobre la posibilidad de una mayor convergencia económica entre China y Brasil, resaltó que la relación presenta la paradoja de ser dos países complementarios en muchos aspectos, pero también competidores en otros niveles.
Acioly reconoció la importancia de China, principal socio comercial de Brasil en la actualidad, como "estabilizador de demanda", pero recordó que por otra parte ambos compiten por influencia y la conquista de mercados en América Latina y Africa.
La economista dijo que existen posibilidades de ampliar el grado de cooperación económica bilateral, ante lo cual sugirió la llegada de inversiones de origen chino a Brasil para la producción con mayor valor agregado, que a su criterio debe concretarse con el modelo de "joint ventures" (empresas conjuntas).
Sobre la flexibilización de la política monetaria china, consideró que el principal objetivo de las autoridades es mantener la estabilidad del cambio, por su papel regulador de todas sus relaciones económicas con el mundo y para que la moneda quede menos expuesta a la especulación externa, "lo que me parece muy correcto".
Por esa razón, añadió, el gobierno apela a mecanismos como el control de precios o aumentar la inversión directa en el exterior, con el fin de dar mayor estabilidad al yuan y evitar la presión sobre la tasa de cambio.
En cuanto a la economía brasileña, que debe crecer 7 por ciento en 2010, el mayor nivel en tres décadas, la economista del IPEA dijo que el dato es auspicioso, sin embargo subrayó que aún no está asegurada la continuidad de ese crecimiento.
Acioly consideró que el ciclo de ajuste monetario con elevación de la tasa básica de interés iniciado en abril por el Banco Central tiende a desestimular la inversión privada, lo cual abre interrogantes sobre la sostenibilidad de ese ritmo de expansión.
"El crecimiento del país está siendo garantizado antes que nada por el Programa de Aceleración del Crecimiento (PAC, el plan cuadrianual de inversiones lanzado por el presidente Lula da Silva en enero de 2007). Además existe mucha incertidumbre sobre el futuro de la economía internacional", agregó. (Xinhua)
19/07/2010
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