DE INTELIGENCIA
TRABAJABAN
“La Jornada” de México
Enviada especial:
BLANCHE PETRICH (*)
25 de octubre de 2010
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(*) BLANCHE PETRICH MORENO Licenciatura en periodismo. Posgrado "Periodismo Internacional" en la University of Southern California. Reportera de internacionales de “La Jornada”. Especiales en Centroamérica, Caribe, Europa del Este. Irak. Conductora medios radiales y de TV. Ha escrito libros sobre El Salvador y Chiapas. Corresponsal de importantes medios del exterior.
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El presidente Rafael Correa llega con un poco de atraso a su oficina en el Palacio de Carondelet, donde ha citado a La Jornada, porque antes ha ido a visitar en el hospital infantil a un niño de 11 años que el 30 de septiembre, entre el caos y la violencia desatada, recibió un disparo de bala expansiva en la pierna. El chico sufrió dos paros cardiacos pero por fin, casi al mes de los sucesos, se restablece satisfactoriamente.
Durante la entrevista Correa se expresa a ratos con una franqueza poco común en jefes de Estado: “Estamos ciegos, en ceros, en materia de inteligencia para la seguridad interna”. Indignado con los sectores que participaron en la conspiración, incluidas las organizaciones indígenas que ahora hacen política en alianza con la oposición de derecha. Cauteloso antes de avalar la lealtad de las fuerza armadas a su gobierno: “se portaron muy profesionales. No todos, pero en general. Ahí también hay infiltración”.
Basta con ponerle el tema de las horas de peligro que vivió el 30 de septiembre sobre la mesa para que reviva con vehemencia y evidente tensión los “tres o cuatro momentos” en los que sintió que podía morir, sobre todo durante el tiempo que estuvo retenido en el Hospital de la Policía: “Hubo un momento en el que lo único que hice fue rezar un padrenuestro y acostarme en el piso de la habitación. Más que miedo sentía indignación por la traición de esa gente. Y tristeza. Si me tocaba morir dejaba este proceso a medias, dejaba a mi familia, mis hijos.
“En una sociedad civilizada, con gente como los golpistas no se conversa: se aplica la ley.” Desencantado: “Yo me siento como un perdedor; todos perdimos”. Y retado: “No vamos a claudicar, vamos a radicalizar este proceso. Es una deuda con la ciudadanía heroica que salió a la calle a defender la democracia”.
Pero lo que de verdad lo enoja es la estrategia de sectores conservadores, repetida por medios de peso como CNN y The Washington Post, de negar que lo de hace un mes fue un complot: “Niegan el intento de asesinato del presidente, niegan que estuve secuestrado, dicen que esto es un show. ¿Quién se puede tragar esa piedra de molino? Ahí están las pruebas, ahí están los muertos, ¡por Dios!”

Es un dolor personal. Y se le nota. Alguien cercano al presidente nos contaría que en las primeras horas del conflicto, cuando se presentó al regimiento Quito para atender la protesta de los policías y se vio acosado y gaseado por éstos, uno de los sublevados llevaba un bate y le lanzó un golpe que iba directo a su rodilla lesionada, que lo tiene ya desde hace meses entrando y saliendo del quirófano, usando muletas y hasta silla de ruedas. Un escolta se interpuso. Le fracturaron el tobillo.
Más tarde otro guardia, uno de sus más cercanos, se quitó el chaleco antibalas para colocárselo al presidente. Le tocó una bala en la espalda y se teme que quede parapléjico. Finalmente, otro más, joven del Grupo de Operaciones Especiales, cayó abatido en el momento del rescate cuando cubría con su cuerpo la ventanilla de la camioneta sin blindaje en la que sacaban al presidente en medio de un intenso tiroteo.
DESPUÉS DE ZELAYA, “EL SIGUIENTE SOY YO”
–DESPUÉS DEL GOLPE A MANUEL ZELAYA, EN HONDURAS (28 DE JUNIO 2009), USTED DECLARÓ: “YO SOY EL QUE SIGUE”. ¿QUÉ SEÑALES VEÍA USTED ENTONCES?
–Desde el primer día de mi gobierno vivimos una conspiración permanente, como todos los gobiernos del cambio en América Latina. Qué casualidad que somos nosotros –2002 Venezuela, 2008 Bolivia, 2009 Honduras, 2010 Ecuador– los que hemos sufrido intentos de golpe. La posibilidad de que esto sea casualidad es nula. ¿Por qué? Porque estamos cambiando las cosas.
–SORPRENDE LA FORMA EN QUE USTED RECONOCE QUE LAS ESTRUCTURAS DE INTELIGENCIA HAN SIDO PENETRADAS POR LA CIA.
–Es que es así. Cuando yo llego al gobierno, sinceramente, por mi origen académico, ese tema ni siquiera era una prioridad. Fue mi gran error. ¿Qué es lo que me devuelve a la realidad? El primero de marzo de 2008, cuando tuvimos evidencia de que las instancias de seguridad del Estado ecuatoriano conocieron con anticipación del ataque colombiano a Angostura y no nos informaron. Le avisaron a la embajada de Estados Unidos.
“Ahí nos damos cuenta de que esas unidades recibían presupuesto de EU. Se forma una comisión que se pone a investigar y entre sus recomendaciones está desmantelarlas. Tenemos evidencias de que su jefe, el coronel Mario Pazmiño, era empleado de la CIA.
“Cuando lo despido y decidimos que somos nosotros los que vamos a nombrar a la directiva de la unidad, la embajada de Estados Unidos decide llevarse el equipo que había dado. Pero los directores no sólo les dan los equipos, sus camionetas, las computadoras, sino ¡la información de las computadoras! Imagínese el servilismo de esta gente.”
–¿QUÉ TAN GRANDE FUE EL BOQUETE QUE SE LE HIZO A LA SEGURIDAD INTERNA?
–Quedamos en cero. Todos los cuadros de inteligencia trabajaban para la CIA. Hemos tenido que buscar cuadros alternativos, algo que no se forma de la noche a la mañana. Recién en 2009 logramos aprobar la ley del sistema nacional de inteligencia.
–¿ESTA DEBILIDAD ES LO QUE SE MANIFESTÓ EL 30 DE SEPTIEMBRE?
–Por supuesto. Hubo traición en ciertos sectores de inteligencia de la policía.
–¿Y DE LAS FUERZAS ARMADAS?
–También. El partido Sociedad Patriótica estuvo involucrado. Su origen es militar. Hay núcleos duros que, según consta en el informe de la Comisión de la Verdad, atentaron contra los derechos humanos y se sienten identificados con estos partidos.
–¿A ESTA HORA USTED PUEDE CONFIAR EN LA LEALTAD DE LAS FUERZAS ARMADAS?
–Bueno, se portaron profesionalmente. No todos. Y en general tienen un agradecimiento con este gobierno, ya que les hemos duplicado el salario, los hemos equipado. Cuando llegamos los encontramos en un estado de indefensión. Sólo 7 mil, de 42 mil policías, tenían armas. Los dotamos con patrullas, municiones, equipos de telecomunicaciones. Lo mismo en la Fuerza Aérea. Al principio no teníamos prácticamente nada, ni helicópteros. Ahora tenemos ya 14 Super Tucanos.
“Pero hay grupos duros con vinculaciones políticas a quienes no les interesa ni la Fuerza Aérea ni la democracia, sino mantener sus privilegios y sus conductas represivas.”
–¿QUE MECANISMOS TIENE LA CIUDADANÍA PARA DEFENDERSE DE CONSPIRACIONES DE ESTE TIPO?
–En esto Hugo Chávez y Evo Morales nos llevan ventaja. Chávez viene de una formación militar, conoce de esto y ha transformado el inmenso capital político que tiene en estructuras organizadas. Evo viene de los movimientos sociales, de una larga lucha, y tiene el apoyo de todas esas bases. En Ecuador el proyecto de Alianza PAIS es una reacción de la ciudadanía ante tanto desastre, tanto saqueo. Y sinceramente no soy experto en cuestiones militares o policiacas. El desafío de la revolución ciudadana es transformar el apoyo popular que tenemos en estructuras movilizadas como la mejor manera de disuadir estas intentonas.
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CONTINUA EN LA SIGUIENTE ENTRADA.
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