N.de R. Esta nota es del 2006, apenas cuatro años atrás y en medio la mayor crisis del capitalismo, que estalló en el 2008, sobre bases que vienen de vieja data, como explica esta nota. Hoy en este Uruguay, a menudo nos deleitamos con cifras y con porcentajes de la economía, que concitan incluso, poco felices expresiones de los más encumbrados referentes públicos de que…”vamos en camino de un pais desarrollado”. Este fin de año se canta loas al nivel de consumo. ¿Pero,quién consume? ¿Es esta una sociedad fracturada? ¿Tenemos un país en desarrollo? El Instituto Cuesta Duarte del PIT CNT en su análisis de coyuntura, dijo esta semana que 800 mil hogares de uruguayos tienen ingresos menores de 10 mil pesos. Somos tres millones. ¿No es para pensar? FD
Escribe
JORGE ANICETO
MOLINARI (*)
Escribe
JORGE ANICETO
MOLINARI (*)
27 de marzo de 2006
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(*) JORGE ANICETO MOLINARI: Militante sindical y político desde épocas estudiantiles (en Paysandú) Dirigente y militante gremial en AEBU, CNT. Participó en la fundación del Frente Amplio. Actual miembro titular en el Consejo Honorario de Caja Bancaria (por Jubilados y Pensionistas) Consecuente estudioso del camino que abriera Carlos Marx y empecinado en creer que un mundo mejor es posible. Partidario de la moneda unica universal y del impuesto a las transacciones financieras, militante de ATTAC.-
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Una de las características más importante de la situación actual es la fractura social, asumida y reconocida por la más variada gama de las corrientes del pensamiento humano. En el siglo XIX la revolución industrial marcaba a fuego las consecuencias de esa fractura, y hubo frente a ello distinto tipo de respuestas. Por un lado en la estructura estatal ascendente de esos tiempos, la agudización en los marcos nacionales de la lucha de clases asumió características dramáticas. La burguesía en pleno desarrollo pasaba del liberalismo antimonárquico a la explotación más canallesca del trabajo.
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(*) JORGE ANICETO MOLINARI: Militante sindical y político desde épocas estudiantiles (en Paysandú) Dirigente y militante gremial en AEBU, CNT. Participó en la fundación del Frente Amplio. Actual miembro titular en el Consejo Honorario de Caja Bancaria (por Jubilados y Pensionistas) Consecuente estudioso del camino que abriera Carlos Marx y empecinado en creer que un mundo mejor es posible. Partidario de la moneda unica universal y del impuesto a las transacciones financieras, militante de ATTAC.-
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Una de las características más importante de la situación actual es la fractura social, asumida y reconocida por la más variada gama de las corrientes del pensamiento humano. En el siglo XIX la revolución industrial marcaba a fuego las consecuencias de esa fractura, y hubo frente a ello distinto tipo de respuestas. Por un lado en la estructura estatal ascendente de esos tiempos, la agudización en los marcos nacionales de la lucha de clases asumió características dramáticas. La burguesía en pleno desarrollo pasaba del liberalismo antimonárquico a la explotación más canallesca del trabajo.
Uno de los lugares donde estas contradicciones marcaron un hito fue en Estados Unidos. No por casualidad dos de las conmemoraciones universales: el Primero de mayo y el 8 de marzo tienen su origen en esa realidad. Por otro lado en la vieja Rusia, en consonancia con uno de los prólogos del Manifiesto Comunista, el Partido Bolchevique supo encausar esta fractura y su aceleración por la guerra hacia una salida revolucionaria donde el centro fue el aparato del estado y la incapacidad de la burguesía de dar una respuesta nacional burguesa.
El Partido de Lenin asumió esa tarea, pero no pudo parar la respuesta del sistema que apoyado en los aparatos estatales y en su burocracia fue ahogando una perspectiva de cambio y frustrando el intento de elaborar una nueva política económica. Dos elementos quedaron conviviendo en el sistema, por un lado la necesidad de atemperar los enfrentamientos sociales que ya en la época de Bismark habían dado nacimiento a todo un sistema de seguridad social , de previsión social, y por otro el desarrollo estatal burocrático armado llevaba inexorablemente a una nueva conflagración universal, como lo preveía Lenin en innumerables documentos.
Pero el sistema empresarial capitalista preparaba y ensayaba a través de dos guerras mundiales una respuesta trasnacional. En los causes nacionales el sistema de previsión social daba margen para un desarrollo democrático, pero el sistema necesitaba romper esas estructuras nacionales y para ello desde Mont Pellerain con Hayek a la cabeza, y apoyado en la estructura empresarial de EEUU salieron a conquistar el mundo y a obtener para si los resultados de la revolución técnico científica. De las fracturas de la primera revolución industrial pasamos ahora a una fractura que no reconoce fronteras y que se desarrolla y ahonda en todo el globo terráqueo.
Incluso lo reconoce Fidel Castro en Cuba, donde socializados dos elementos básicos de la sociedad: la salud y la enseñanza, la presión empresarial es brutal y somete al pueblo cubano a una constante elección entre sus conquistas sociales y las conquistas empresariales universales que llegan por múltiples conductos y tratan de horadar la moral de la revolución. En Venezuela, Chávez esta sometido a igual presión en una sociedad donde más de la mitad fue llevada al informalismo, por esa organización empresarial universal, y por lo tanto el reingreso formal a la estructura económica no se puede realizar en el marco de un solo país.
En Francia miles y miles de jóvenes pretenden ser sometidos a la lógica empresarial frente a un gobierno que se muestra incapaz de resolver el tema. Y podríamos seguir tomando país por país, incluso la locomotora China que también va dejando un nuevo tendal de pobres. En nuestro Uruguay donde el equipo económico reconoce la degradación de los sistemas impositivos pero nos brinda como salida más de lo mismo, aunque sin duda con un mejor envase, y con una prolijidad que no tenía, y que hace que el propio sistema lo reconozca a través de la gestión de Astori.
Y la respuesta tiene que ser acorde con las coordenadas de esta época, pero que debe tener su centro como lo tuvo en la primera revolución industrial en el sistema impositivo.- Nosotros no tenemos dudas, se deben llevar a toda la sociedad los avances tecnológicos, se debe ir a la bancarización de la economía que en definitiva no es más que superar la circulación anónima del dinero por su circulación registrada y administrada por los organismos democráticos de la sociedad. Esto es un control terrible: exclamarán los neoliberales que por supuesto prefieren el control empresarial fundamentalmente financiero multinacional, que en definitiva sustituye el control democrático de la sociedad por el control de ellos o de sus patrones.
Hoy en el mundo que tiene una formidable actividad económica, donde no se stockea porque los avances científicos son constantes y se incorporan de inmediato en una contienda empresarial formidable (todavía algunos marxólogos hablan del mundo unipolar), en este mundo la actividad especulativa es el 90% de esa actividad económica; lo que nos preocupa es si seremos capaces de darnos o ir delineando esta alternativa antes de que estalle la próxima crisis de todo el sistema. Y ojo, no hablamos de Apocalipsis, sino de crisis, para lo cual si no hay una respuesta a favor de la Humanidad, habrá una respuesta contra la Humanidad.
Con aún mayores costos de los que ya estamos sufriendo cuando hablamos de fractura social. En estos temas han tomado un rol protagónico los de la lucha contra la pobreza, y la creación de fondos de desarrollo que ayuden a nivel universal, a la vez que surgen ideas como las del impuesto a las transacciones financieras. De lo que se trata es de cambiar la base impositiva. AEBU, el PIT-CNT vienen discutiendo el tema, pero aún no han agarrado el toro por las guampas(como diría el Pepe): ¿Estamos o no de acuerdo con el IVA?, ¿Este sistema impositivo puede ser cambiado en un país?
¿O está delineado por los organismos financieros multinacionales para que no se pueda cambiar? Y si esto segundo es así, cosa de la que estamos convencidos, como entonces unir a las centrales sindicales de América y el Mundo, a los gobiernos, a los movimientos sociales, a lo mejor de la intelectualidad, para producir un cambio sustancial en las relaciones económicas. Al proyecto de reforma fiscal del Ministerio de Economía y Finanzas no le han surgido en el plano político alternativas, todos marcan su perfil, pero no discuten la esencia del problema.
Mario Bergara lo ha dicho con total claridad: "el Estado no puede dejar de recaudar" y nosotros estamos de acuerdo, pero estamos luchando para abrir una alternativa a esta degradación impositiva al decir de Vito Tanzi. Es cierto también que nuestra reacción está estimulada por el desplome de la seguridad social. El Uruguay tiene un millón de pobres y no tiene solución para ello. Francia tiene miles y miles de jóvenes a los que le ofrece un contrato basura.
Pero miremos el mundo, los niños que hoy no acceden a las proteínas necesarias ya no lo podrán hacer, millones y millones van quedando al margen del progreso humano, como diría Paul Baran la pobreza engendra pobreza.- Aún está en nuestras manos el poder construir un futuro en que la razón prime por sobre la sinrazón: "trabajadores de todos los países ¡ uníos!!!!!.-
Jorge Aniceto Molinari.-
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