VA A SEGUIR CON FIEBRE
Escribe
LEONARDO BOFF (*)
Publicado
Viernes 7 de enero de 2011
http://servicioskoinonia.org/boff/
La COP 16 terminó en la madrugada del 11 diciembre en Cancún con desacertadas conclusiones, extraídas casi con fórceps. Son conocidas y por eso no vamos a referirlas aquí. Debido al clima general de decepción, han sido hasta más de lo que se esperaba, pero menos de lo que deberían, dada la gravedad de la creciente degradación del sistema-Tierra. Predominó el espíritu de Copenhague de afrontar el problema del calentamiento global con medidas estructuradas alrededor de la economía.
Pero es necesario insistir: hemos llegado a un punto en que se exige repensar y reorientar por completo nuestro modo de estar en el mundo. No basta solo un cambio de voluntad, necesitamos sobre todo transformar la imaginación. La imaginación es la capacidad de proyectar otros modos de ser, de actuar, de producir, de consumir, de relacionarnos unos con otros y con la Tierra.
Este propósito no se hizo presente en ninguna de las 16 COPs. Predomina en ellas la convicción de que la crisis de la Tierra es coyuntural y no estructural y que puede ser afrontada con el arsenal de medios de que dispone el sistema, con acuerdos entre jefes de Estado y empresarios, cuando toda la comunidad mundial debería implicarse. La referencia de base no es la Tierra como un todo, sino los estados-naciones, cada cual con sus intereses particulares, regidos por la lógica del individualismo y no por la de la cooperación y la interconexión de todos con todos, exigida por el carácter global del problema.
En la conciencia colectiva todavía no se ha afirmado el hecho de que el Planeta es pequeño, tiene recursos limitados, se encuentra superpoblado, contaminado, empobrecido y enfermo. No se habla de la deuda ecológica. No se toma en serio la crisis ecológica generalizada que es más que el calentamiento global. No son suficientes la adaptación y la mitigación sin dar centralidad a la grave injusticia social mundial, a los masivos flujos migratorios que ya han alcanzado la cifra de 60 millones de personas, a la destrucción de economías frágiles con el aumento en muchos millones de pobres y hambrientos, a la violación del derecho a la seguridad alimentaria y a la salud. Falta articular la justicia social con la justicia ecológica.
Lo que se impone, en verdad, es una nueva mirada sobre la Tierra. No puede seguir siendo un baúl sin fondo de recursos a ser explotados para beneficio exclusivamente humano, sin considerar a los otros seres vivos que también necesitan de la biosfera. La Tierra es Madre y Gaia –tesis sustentada sin ningún éxito por la delegación boliviana– y por eso sujeto de derechos y merecedora de respeto y de veneración. La crisis no reside en la geofísica de la Tierra, sino en nuestra relación de agresión hacia ella. Nos hemos vuelto una fuerza geofísica altamente destructiva, inaugurando, como ya se dice, el antropoceno, una nueva era geológica marcada por la intensiva intervención descuidada e irresponsable del ser humano.
Si la humanidad no se encuentra en torno a algunos valores mínimos como la sostenibilidad, el cuidado, la responsabilidad colectiva, la cooperación y la compasión, podríamos acercarnos a un abismo abierto delante de nosotros.
(*)Leonardo Boff es un teólogo, filósofo y escritor nacido en Concordia, Estado de Santa Catarina, Brasil Es uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, junto con Gustavo Gutiérrez Merino. En 1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el ya cardenal Ratzinger (hoy Papa Benedicto XVI) le silenció por un año por su libro La Iglesia, Carisma y Poder, que estaba en contra de la Doctrina de la Iglesia Católica. Ha trabajado como profesor en los campos de teología, ética y filosofía en Brasil, además de dar conferencias en muchas universidades en el extranjero, como Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Ha escrito más de 100 libros, traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio Right Livelihood
No hay comentarios:
Publicar un comentario