PARAÍSOS FISCALES
Y LIBERTAD
Escribe
ALFONSO BASCO (*)
www.culturadesolidaridad.org
15 de Abril de 2011
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(*)Alfonso Basco . Licenciado en Derecho. Periodista. Administrador de http://www.escueladelmundoalderecho.com/. Coordinador de Finanzas Solidarias de la ONGD Fondo Verde. Comprometido en militancia por causas solidarias y medio ambientales.
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Es desde hace algún tiempo, que el mundo tiene una serie de enemigos bien identificados. Y como todo enemigo, vamos a por ellos. La guerra abierta contra el narcotráfico o el terrorismo se libra cada día con mayor o menor éxito en diferentes rincones del planeta. El mensaje es claro: no podemos bajar la guardia, debemos aumentar la inversión y los recursos; mejorar la estrategia.
¿Seguro? Qué bien me siento de no haberme creído lo anterior, e identificar también otro tipo de enemigos, como por ejemplo el hambre en el mundo. Deja muchas más víctimas, afecta a muchas más personas y tiene una particularidad: es posible acabar con ello. Quizá ya no me siento tan bien, de haber ido comprobando la relación entre los tres conceptos que incluye el título de este artículo, y que paso a exponer a continuación.
Como la mayoría sabemos, en todas las guerras y conflictos, los civiles se llevan siempre la peor parte: fuego cruzado, matanzas, violaciones, mutilaciones, secuestros… Realmente el Derecho Internacional Humanitario trata de evitar esto, prohibiendo a gobiernos y grupos armados atacar a la población civil. Pero la realidad es otra. Alrededor del 90% de las víctimas de los conflictos son civiles. Es decir, personas que no eligieron estar en guerra.
¿Sabría usted qué es la UNODC? Se trata de la Oficina Contra la Droga y el Delito de Naciones Unidas. Este organismo lleva alertándonos desde hace tiempo de un dato más que revelador: La gran cantidad de dinero que procede del narcotráfico se ha usado para mantener bancos a flote en la crisis financiera mundial. Algo muy parecido se ha sabido del dinero que genera el terrorismo, a veces también llamado narcoterrorismo.
Ilustró Félix Duarte |
Aunque cueste creerlo, es una de las grandes razones por las que es muy difícil que los estados se decidan a terminar de una vez con los paraísos fiscales. Inaceptable es que el mundo esté patas arriba y se nos haga creer lo contrario. Inaceptable es que además, lo sepamos. Inaceptable es que no hagamos nada Paraísos fiscales que podríamos localizar en prácticamente todo el mundo, y al amparo de la Unión Europea, EEUU u otras grandes potencias que abanderan la lucha por “la libertad” y contra el terrorismo y el narcotráfico.
Quizá el dato de que el 90% de las víctimas de la guerra son civiles, no es muy conocido. Sí lo es, que la guerra es un negocio. Lo demuestra la cantidad que se gasta el mundo en dicho negocio, que supone más de 200 veces las ayudas de los gobiernos a la Lucha contra el Hambre. Debido a la situación generalizada de crisis económica mundial esta ayuda desciende, a la vez que aumenta la crisis alimentaria en numerosos países pobres.
Tanto como aumenta el dinero que llega a los paraísos fiscales proveniente del narcotráfico, la trata de blancas o la venta de armas. Armas, que se venden para muchas de esas guerras que persiguen la libertad. Libertad, es aquello de lo que carecen mil millones de personas que pasan hambre en el mundo por causas evitables como la actual crisis alimentaria. Crisis alimentaria, causada no por la falta de alimentos, sigo porque éstos han sido objeto de especulación en los mercados financieros donde se mueve el dinero de los paraísos fiscales.
Dinero de paraísos fiscales, que se invierte en productos financieros derivados del azúcar o los cereales, llevando su precio hasta unos márgenes completamente inaccesibles para la mayoría de la población mundial. Población mundial, que se ve obligada cada vez más a huir de su país en busca de lo mínimo necesario para sobrevivir. O librarse de la guerra y el fuego cruzado, recurriendo a las mafias de la migración. Mafias de la migración, que depositan sus beneficios en países como Suiza.
Países como Suiza, que por supuesto no dejan entrar aquéllas personas que huyen de la pobreza o la violencia, intentando desesperadamente moverse hacia otros estados. Movimiento hacia otros estados, es el que realiza de forma permanente y libre el dinero de los paraísos fiscales, las 24 horas del día, e incluyendo el capital proveniente de todo tipo de negocios.
Negocios como el tráfico de personas, el narcoterrorismo o la guerra contra el narcoterrorismo. Si lo anterior te parece demagógico, izquierdoso, conspiratorio, oportunista o similar, es que no te has enterado de nada. Hace tiempo que pasamos la frontera entre lo aceptable y lo inaceptable. Inaceptable es que el mundo esté patas arriba y se nos haga creer lo contrario. Inaceptable es que además, lo sepamos. Inaceptable es que no hagamos nada.
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