Nota del Blog: Hace dos días en un noticiero se dijo que Aratiri envió un material al Gobierno en el cual, en síntesis, se pretende explicar que su actividad en la mina a cielo abierto, cuando termine el ciclo, dejara el terreno mejor que como esta ahora y que mientras este en actividad será una atracción para el turismo. Esto daría para comentar, pero tal vez en otro momento. Hoy solo citar lo escuchado.
La nota que sigue, es sobre una mina de oro, pero hay muchos conceptos que calzan con lo de Uruguay. Alla dicen “queremos que nos dejen hacer vinos” y aquí podemos decir “déjennos con el país agropecuario” El lector es seguro que encontrar otros conceptos afines. Lo cierto. Nadie quiere estos proyectos a cielo abierto. FD
.EL COMMODITIE DE LOS RICOS
QUE PROMETE TRABAJO A LOS POBRES
Fuente:
diarioUNOcom. Ar – digital
Mendoza – Argentina
25 de mayo de 2011
Hablaba el otro día con un amigo extranjero sobre la posibilidad de que en Mendoza se haga minería a cielo abierto metalífera con utilización de cianuro y uso de agua para el proceso del lixiviado y él me dijo de manera casi textual: “¿usar cianuro en tierras donde hacen productos tan ricos como el vino y los dulces?, no sé si estaría bien eso”. Y claro, es comprensible, el sólo hecho de pensar que se emplazarán emprendimientos megamineros en tierras famosas por sus productos frutícolas, es motivo suficiente como para decir “no, paso”.
Si yo fuera un periodista que tiene la suerte de entrevistar a los candidatos a gobernar la provincia les preguntaría sin vueltas que me digan sin sutilezas si quieren para Mendoza o no minería metalífera que busca principalmente oro y que usa agua de montaña y cianuro. Así. No hay lugar para las medias tintas. No hay lugar para las elipsis elegantes esas que dicen algo que no quieren decir para ocultarlo detrás y después ir por todo.
No nos podemos quedar con la duda del tipo de minería que quieren hacer en nuestra provincia. Es nuestra la provincia. Tampoco puede ser que la fidelidad partidaria haga que nos convirtamos en ciudadanos idiotas que vamos detrás del escudo sin pensar en que planes tienen los candidatos para el futuro de nuestra tierra.
El oro es un metal precioso en el cual los ricos han decido poner muchos de sus ahorros. El oro sólo sirve para hacer joyas, para acuñar monedas o para ser guardado en forma de lingotes que pueden variar en su tamaño. Ese oro difícilmente llegue a la gran mayoría de la población en cualquiera de sus formas. La promesa a cambio de ese oro que reciben todos los gobernadores de nuestras provincias es que generarán riqueza al pueblo a través de trabajo y buenos sueldos. Al menos esa es la promesa que todos sabemos. Ninguna de esas dos cosas llega de la mano de esa minería metalífera con uso de agua nuestra y de cianuro importado. El trabajo siempre es poco, para áreas menores y remunerado medianamente bien si tenemos en cuenta el sacrificio que implica para aquel provinciano poblador que accede a ellos estar en la mina cada día.
Pero los políticos en general no son pobres y saben muy bien las consecuencias que acarrean este tipo de actividades peligrosas en alta montaña. Parecieran dispuestos a ir en contra de lo que piensa la mayoría de su pueblo. En temas de reforma del Código Civil como matrimonio igualitario muchos políticos mendocinos se rasgaban las vestiduras y pedían plebiscitos, consultas populares. Pero para decidir sobre recursos naturales estratégicos de la provincia, con un voto de la legislatura basta. Notable. A ellos les tiro una frase del gran libertador uruguayo José Artigas –quien también inspiró a Juan Domingo Perón- a ver si se contagian: “No venderé el rico patrimonio de mi pueblo al bajo precio de la necesidad”. Y sí, pareciera que no queda otra que resignarnos, patriotas eran los de antes. Igual como ciudadano y como periodista lucharé hasta donde me de el cuero.
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