domingo, 2 de octubre de 2011

EL PAÍS NO ESTÁ BLINDADO. CUNDIÓ EL TEMOR EN CUANTO BRASIL TUVO UNA PEQUEÑA DEVALUACIÓN…


“HOY, ANTE LA CRISIS GLOBAL,
ARGENTINA DEPENDE DE
LA CONDUCTA DE BRASIL Y DE CHINA”

Entrevista a
JORGE COLINA (*)
jcolina@idesa.org
Fuente: “El Tribuno”
Por Jerónimo Baluit
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(*) Licenciado JORGE COLINA- Economista e investigador. Jefe de Investigaciones de “IDESA” ( Instituto para el Desarrollo Social Argentino). graduado en la Universidad Nacional de Córdoba y Master of Arts in Economics por la Universidad de Georgetown.
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JORGE COLINA: “Hoy, ante la crisis internacional, Argentina depende de la conducta de Brasil y de China. Argentina no sintió la crisis financiera internacional de 2009 hasta que la misma afectó a China y Brasil. El país no está blindado ante la crisis. La prueba es que cundió el temor apenas el real tuvo una leve devaluación. No sabemos crear condiciones para que un empresario invierta sin el temor diario de que la inversión se esfume.El Presupuesto no está bien formulado. Se subestiman los ingresos públicos y se subestima mucho el gasto público”.

“EL TRIBUNO”:La fuerte interdependencia económica y financiera en la que se encuentran sumergidos la mayor parte de los países del mundo, los hace partícipes tanto de los vientos de cola positivos como de las crisis económicas y financieras que pudieran surgir. Cuando las crisis son generadas por las economías de países desarrollados, difícilmente el resto de los países puedan sortearlas. En diálogo con El Tribuno, Jorge Colina, analiza la situación actual de Argentina ante la crisis internacional y su capacidad de respuesta, y también novedades del presupuesto 2012.

–¿CÓMO OBSERVA QUE SE COMPORTARÁN LAS PRINCIPALES VARIABLES MACROECONÓMICAS SI LA CRISIS INTERNACIONAL REPERCUTE EN MAYOR MEDIDA SOBRE LOS PAÍSES DE SUDAMÉRICA?
JC – La principal variable es la tasa de crecimiento de la economía que desde el año 2003 viene siendo del orden del 8% anual, un ritmo prácticamente inédito para la historia económica argentina. Esta tasa tuvo una pequeña y transitoria disrupción en el año 2009, cuando se dio una crisis internacional. En el mundo, la minicrisis del 2009 fue efímera, pero severa para los países centrales, con fuertes caídas de la producción industrial. Sin embargo, el país no sintió la crisis hasta que la misma afectó a China y Brasil.
Esto tiene sentido si consideramos que el “motor” de crecimiento de la economía argentina de los últimos años han sido precisamente las exportaciones y las actividades domésticas ligadas a los complejos exportadores. Estos complejos fueron, básicamente, el sojero, el metalúrgico y el mineral (vinculados directamente a China) y el automotriz (vinculado directamente a Brasil). Cuando la crisis internacional tocó a China y Brasil, Argentina la sintió a través de la caída de la demanda externa de esos países.

Por ello, creo, que la crisis internacional repercutirá en Sudamérica cuando le pegue a China, y Argentina la va sentir doblemente dado que además de China su otro motor también va a ser golpeado, que es Brasil. Con menor demanda externa de productos argentinos, habrá menor demanda para la producción interna y ello traerá la disminución en la tasa de crecimiento.

ET – ¿CUÁN BLINDADO CONSIDERA QUE SE ENCUENTRA EL PAÍS?
JC – No está blindado. La prueba es que cundió el temor y la preocupación en cuanto la moneda brasileña tuvo una pequeña devaluación. Si la moneda de Brasil disminuye su valor, automáticamente esto repercute en menores ventas externas de la Argentina hacia el país vecino, y, con ello, habrá menos crecimiento de la producción nacional.

Nada puede hacer Argentina para evitar vaivenes de la moneda brasileña; menos puede hacer para dominar variables que influyen en los niveles de actividad y la demanda de productos argentinos por parte de China. Entonces, Argentina depende de la conducta de dos países extranjeros para sostener sus niveles de actividad, países con los que Argentina ni siquiera tiene vínculos comerciales estratégicos; por el contrario, tiene conflictos generados por las acciones antiimportadoras que atacaban a esos mismos países en los últimos dos años.

Tampoco tiene espacio para impulsar la demanda nacional con mayor consumo interno. El desbalance de una demanda agregada (consumo interno, gasto público e inversiones) que crece muy por encima de lo que puede crecer la producción nacional ya se traduce en una alta inflación. Con más expansión del gasto privado (salarios) y público (gasto del Estado), la mayor parte del incremento se va a traducir principalmente en subas de precios.

ET – ¿CUÁLES SON LAS MEJORES ALTERNATIVAS QUE PODRÁ TOMAR EL EJECUTIVO ANTE UNA EVENTUAL DEVALUACIÓN DEL REAL?
JC – No hay mejores o peores alternativas. Hay un camino, y es el que toman los países bien organizados. La competitividad (que es la capacidad nacional para poder exportar y competir con las importaciones, sin la necesidad de devaluar, sino con salarios reales altos) es algo que se debe construir y preservar día a día.

Argentina, ya, hoy mismo, debería estar preocupándose por controlar la inflación, tener una estructura impositiva que no castigue la producción con impuestos que gravan el proceso productivo (como las cargas sociales, el impuesto al cheque y el impuesto a los ingresos brutos) y apoyándose más en impuestos neutrales (como el IVA, y progresivos, como el impuesto a las Ganancias), y atenuando la conflictividad en los ámbitos de trabajo (juicios laborales por riesgo del trabajo, despidos o negociación salarial).

Si esperamos enfrentarnos a una devaluación del real, con su consiguiente caída de demanda externa, para hacer frente a estos serios problemas de competitividad, seguro vamos a una crisis. Las crisis se evitan con conductas preventivas, cosa que en Argentina nunca se toman a tiempo. Se estima que, en lo que va del año, salieron más de 17.000 millones de dólares. ¿Por qué los esfuerzos del Gobierno por impedir tales fugas no tienen éxito?
Ya estamos en 18.500 millones de dólares de fuga en ocho meses. Es muy preocupante. Es un nivel de fuga superior a la que hubo en la crisis del 2001; afortunadamente, lo que diferencia la situación actual de aquellos años es que, gracias a China y Brasil, la Argentina tiene mucha entrada de dólares para “financiar” la fuga. Por eso, si China y Brasil dejan de comprar productos argentinos vamos a estar en problemas, porque va a haber menos dólares para “financiar” la fuga.


Hace unos días, Estados Unidos se opuso a dar su apoyo al pedido de créditos de Argentina al Banco Mundial y al BID. ¿Podrá el Gobierno prescindir de esos créditos? Los EEUU se opusieron pero, afortunadamente, los países latinoamericanos aprobaron, con lo cual los préstamos salieron. De todas formas, no es para festejar. Es para tomar en cuenta que la Argentina genera reacciones adversas en el concierto internacional.

ET – SI EL CRECIMIENTO ESPERADO EN 2012 ES MENOR CON RELACIÓN AL 2011, ¿CUÁLES SERÁN LOS SECTORES PRODUCTIVOS QUE PODRÍAN QUEDAR MÁS AFECTADOS?
JC – La industria que compite con las importaciones, como la textil, calzado, maderas, juguetes, y, en general, la industria liviana. La inflación deteriora la competitividad, y sin competividad este tipo de industria que brinda mucha mano de obra industrial queda muy expuesta a la competencia internacional, fundamental de China y Brasil. Cómo se logrará tener un superávit de más de 1.400 millones de dólares, si es que el crecimiento que el Ejecutivo espera es de 5.1%, mientras que este año, cuando el crecimiento fue mayor, cerraría con un déficit de unos 11.000 millones.

El Presupuesto no está bien formulado. Se subestiman los ingresos públicos y se subestima mucho más el gasto público, por eso surge ese aparente superávit fiscal, que no es real. La Argentina está en déficit fiscal y el próximo año volverá a estarlo. Esconder el déficit fiscal al igual que la inflación, es alegría para hoy, pero un problema serio para el futuro no lejano. Muchos sostienen que los ingresos públicos están subestimados. ¿Tiene un cálculo aproximado de cuánto se podría recaudar sin tal subestimación? ¿Y qué es lo que se hace con los grandes excedentes?

Los ingresos tributarios totales (de la Nación y de las provincias que luego van vía coparticipación) se estiman en el Presupuesto 2012 en 668 mil millones de pesos. Es altamente probable que ese número esté subestimado en un 10%. Esos excedentes se manejan discrecionalmente sin control del Congreso, de todas formas, ya tiene un destino prefijado, en los hechos: van a ir a financiar los mayores gastos en jubilaciones y los subsidios a empresas públicas y privadas.

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