lunes, 6 de febrero de 2012

EL PLANTEO TUPAMARO ERA UN CAMINO SIN RETORNO. LO FUE PARA CIENTOS DE JÓVENES DESEOSOS DE CAMBIAR AL URUGUAY


Martes 7 de febrero de 2012

QUE PENSABA ANTES
QUE PIENSO AHORA

(Abordando eso gris, que parece la teoría)

NOTA UNO

Escribe
JORGE ANICETO
MOLINARI (*)
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(*) JORGE ANICETO MOLINARI: Militante sindical y político desde épocas estudiantiles (en Paysandú) Dirigente y militante gremial en  AEBU, CNT. Participó en la fundación del Frente Amplio. Actual miembro titular en el Consejo Honorario de Caja Bancaria (por Jubilados y Pensionistas) Consecuente estudioso del camino que abriera Carlos Marx y empecinado en creer que un mundo mejor es posible. Partidario de la moneda unica universal y del impuesto a las transacciones financieras, militante de ATTAC.-

En 1960 pensaba que era posible una revolución que abriera las puertas al socialismo.
Cuba nos decía que era posible, que se podía estatizar todo, hasta los puestos de ventas de diarios y revistas. Pensaba que la lucha armada era siempre una respuesta a la resistencia que desde la derecha se ofreciera a los cambios, era autodefensa. Que la economía se podía manejar totalmente desde el Estado (1).

En mi caso, don José Batlle y Ordóñez y sus anarquistas convertidos en estadistas, era un paradigma y una incógnita que trataba de develar en mis lecturas juveniles.

Las lecturas de Marx, de Engels, de Lenin, nunca fueron completas, me parecían textos tremendamente teóricos, no resolvían la diaria. No me ocurría lo mismo con Trotsky, sus textos eran para mí de una claridad total. Su programa era el único posible, y no entendía el retroceso de Lenin con la NEP (nueva política económica).-

En la vida política del país, dos hermanos, como en la Rusia zarista, salvando las distancias, con los Ulianov (Alejandro y Wladimir), en distinto orden, Alberto y Raúl Sendic, el mayor Alberto abocado a una intensa militancia política dentro del trotskismo, Raúl abocado a la lucha armada. La vida los volvió a juntar en sus últimos años de vida. De vuelta de sus andanzas, con un camino andado en diferentes huellas.

Para nosotros, el planteo tupamaro era un camino sin retorno. Lo fue para cientos de jóvenes deseosos de cambiar  al Uruguay. Era además una realidad común a toda América. Para esa realidad los servicios de la mayor potencia del mundo organizaron el plan Cóndor y su táctica de estimular las acciones guerrilleras para justificar la demolición de las organizaciones sociales.

¿Por qué ocurrió lo que ocurrió? ¿Pudo ser de otra manera? En el Uruguay dos dirigentes políticos de primera línea vieron este problema. Rodney Arismendi, que construyó un Partido Comunista de cara a la sociedad abarcando todas sus inquietudes, que pudo mantener viva la llama del pueblo, y salir de la dictadura pleno. El otro. el Dr. Carlos Quijano, que orientó a un sector muy importante de la sociedad uruguaya, sobre los temas claves sus escritos siguen siendo rectores. En esa línea cientos de luchadores sociales e importantes referentes, a todos los niveles, también dentro de las fuerzas armadas, dieron forma a un movimiento político nacido antes de la dictadura: el Frente Amplio.

Lo que pensaba en 1960, que nunca dejé de reexaminar en forma autocrítica, me obligaba con el correr de los años a releer a quienes habían analizado el modo de producción predominante de manera muy profunda. Pues la crisis, que siempre jalonaron su historia (la del modo de producción), estaba una vez más presente.-

En este caso (la crisis actual) con límites definitivos, Marx, Engels, Lenin, siempre habían realizados sus análisis en ese marco. Tomando al sistema de producción capitalista como un todo universal capaz de desarrollar  sus fuerzas hasta llegar al límite, Marx habla expresamente de la necesidad del agotamiento de sus posibilidades. Nuestra lectura entendía ahora muchas incógnitas, como la de la propia NEP, contra la cual arremetió Stalin, como abanderado de la reacción burocrática, luego de la muerte de Lenin.

Trotsky lo resumía en una frase: no es posible el socialismo en un solo país.- Era más que una frase, era comprender la interrelación existente en el desarrollo económico del mundo, que hoy se hace fundamental luego que el desarrollo neoliberal conquistara todos los confines y sometiera todas las fronteras a sus necesidades, dejando la marca del endeudamiento en todos los estados del mundo.

¿Y entonces ahora que? Nadie en su sano juicio puede pensar que la política económica que hoy aplica el Uruguay –nosotros pensamos que en líneas generales es la única posible- nos pueda conducir a transformaciones sociales en beneficio de la gente.

Una vez más es necesario ubicarse ante una realidad del mundo, esta no es una crisis que se vaya a resolver en el largo plazo. A la resistencia que la sociedad comienza a manifestar en todo el mundo se agrega la total imposibilidad que el modo de producción tiene de equilibrar la situación. Necesita morir en paz, y siempre está presente la posibilidad de la barbarie, el uso de armas nucleares.

Nosotros necesitamos un programa de reformas que lo ayuden en ese proceso y a la vez revivan en los pueblos las esperanzas de construir un mundo mejor.

Millones y millones de seres humanos, que habitamos el planeta, necesitamos de un programa universal para iniciar la superación del modo de producción capitalista.-

Hoy el formidable desarrollo tecnológico hace posible de inmediato pasar a construirlo, cuesta entender que esto tiene simplemente dos llaves: la moneda y el sistema impositivo, de ello hemos hablado intensamente en otras notas.-

Jorge Aniceto Molinari
 Montevideo, 3 de febrero de 2012.-

(1) El Presidente José Mujica ha afirmado que socialismo y Estado son contrapuestos. A analizar el tema y su historia dedicaremos alguna nota próxima.

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