Martes 6 de marzo de 2012
PARA LA VALE, TODO VALE
Escribe
SERGIO FERRARI (*)
Beat Tuto Wehrle
(desde Suiza, especial
para ARGENPRESS.info)
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(*) SERGIO FERRARI- Periodista argentino. Residente en Suiza y colaborador de
E-CHANGER, ONG suiza de cooperación solidaria miembro de la UNITE, plataforma ONG de
voluntariado solidario Norte-Sur-Norte. Escribe en Red Voltaire y varios otros importantes medios de la prensa digital. Corresponsal itinerante de Agencias en
eventos internacionales.
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LA SEGUNDA MINERA DEL MUNDO EN APUROS
ESTALLA NUEVO
ESCÁNDALO,
AHORA EN SUIZA
EVADE IMPUESTOS EN BRASIL Y NO PAGA NADA,
TAMPOCO,
EN SU SEDE CENTRAL.
El escándalo explotó en los últimos días pero no hace más
que comenzar. Diversos medios helvéticos de información denunciaron a fines de
febrero al gigante minero brasilero Vale que escapando al fisco de su país
instaló en 2007 su sede mundial en Saint-Prex, en el cantón suizo de Vaud, para
aprovechar de prerrogativas locales. Primera constatación: desde hace 5 años
hasta hoy la Vale logró librarse de toda obligación impositiva. Segunda: la
Vale debe al Estado brasilero cifras millonarias en concepto de impuestos no
pagados allá. Tercera: estas nuevas denuncias reconfirman el voto de la
sociedad civil planetaria que en enero pasado concedió a la Vale el premio
“Public Eye Awards” a la peor empresa del mundo.
La Vale, segunda multinacional minera del mundo y primera en
la explotación del hierro a nivel planetario, declaró al instalarse en Suiza un
“beneficio previsible” para el 2006 de apenas 35 millones de dólares. Cifra que
sirvió de referencia para tasar el monto de sus impuestos.
Sin embargo, a posteriori, la declaración de beneficio de la
Vale para ese mismo año, superaría en realidad los 5 mil millones de dólares.
No solo la Vale subestimó ante el fisco helvético el monto a
ganar sino que se benefició de las facilidades del sistema impositivo helvético
para empresas – y en particular la cláusula Bonny- que premia a las grandes
multinacionales que quieren instalarse en esta nación alpina. Al establecerse
en Suiza la Vale logró una exoneración por diez años del 80 % de los impuestos
federales y un 100% de los comunales y cantonales (provinciales o
departamentales).
“En Suiza desde hace 5 años, Vale no pagó todavía ni un solo
franco de impuestos”, titulaba el cotidiano “24 Heures” en su edición del 28 de
febrero. Recordando que la multinacional se instaló en 2006 como “sede
europea”. Pocos meses más tarde Saint-Prex se convertía en la central mundial
del grupo Vale. Al momento de albergarse en este país europeo, la multinacional
escapaba al fisco brasilero. Durante el tiempo que tuvo su sede en Río de
Janeiro entró en una disputa jurídica con las autoridades impositivas del país
sudamericano quienes le exigen el pago de la llamada “Contribución social sobre
el lucro líquido”.
Las autoridades brasileras obtuvieron varias victorias
jurídicas contra la multinacional. Sin embargo, aún hoy, ésta tiene deudas con
el Estado que según las distintas fuentes oscilan entre 5 mil millones y 15 mil
millones de dólares. Lo que hace la Vale “es de la piratería fiscal” denuncia
la organización suiza “Declaración de Berna” quien junto con Greenpeace concede
el premio “Public Eye” (la mirada ciudadana).
NADA VALE...
A NIVEL DE LEYES
El actual grupo Vale es la versión internacionalizada de la
antigua empresa pública Compañía Vale do Rio Doce, privatizada en el 1997 en el
marco de las reformas neo-liberales impulsadas por el gobierno de Fernando
Henrique Cardoso. El precio devaluado de su “venta-regalo” fue entonces de 3
mil 500 millones de dólares. Un verdadero robo a mano armada al erario público
brasilero.
Para medir la dimensión de este asalto basta comparar el
valor de la venta con las ganancias anuales del grupo. Según la declaración de
sus propios directivos, solo en 2011, los beneficios líquidos oscilaron en los
23 mil millones de dólares, es decir casi 7 veces el valor nominal de la
privatización en 1997. Según informes oficiales de la multinacional en 2011
distribuyó a sus accionistas en torno de 12 mil millones de dólares -9 de ellos
en ganancias y 3 en recompra de acciones- , es decir un monto total dos veces y
medio superior al precio de la privatización de 1997.
La multinacional opera hoy en 30 países de cinco
continentes. Entre ellos, China, India, Angola, África del Sur, Australia y
Colombia. Realiza acuerdos en esta estrategia de expansión mundial con gigantes
financieros como la Unión de Bancos Suizos y el Crédito Suizo. Es la 14ta
compañía en el mundo en valor del mercado y la primera empresa privada de
Brasil. Además de la minería, su presencia se extiende en infraestructura y
energía, entre otros sectores. Es propietaria de 1800 kilómetros de líneas de
tren y de dos puertos marítimos en Peces (Estado de Ceará) e Itaqui (Estado de
Maranhão).
Cuenta, además, con una agresiva política de imagen/mercadeo
que intenta presentarlo como un grupo empresarial patriota y paternal. Para
llevarla a cabo emplea sumas millonarias en la publicidad. Solo en 2008 su
campaña publicitara para blanquear la imagen osciló en los 90 millones de
dólares.
LA VOZ DE
LOS AFECTADOS
Conocida mundialmente por los efectos nefastos que tendrá
para el clima y las poblaciones indígenas la construcción del Dique Belo Monte,
en Brasil, la Vale es acusada desde la sociedad civil por sus políticas
antisociales. “Ha usado la crisis económica mundial para presionar a los
trabajadores en todo el mundo para reducir sus salarios, aumentar las jornadas
de trabajo, renunciar o reducir sus derechos sociales ...” enfatizaba el
documento de base presentado en abril 2010 en el “Primer Encuentro
Internacional de los Afectados por la Vale”, realizado en Río de Janeiro.
Dicha iniciativa, promovida por una amplia alianza de casi
un medio centenar de importantes organizaciones sociales y movimientos
populares brasileros - entre ellos el MST, sindicatos, pastorales sociales,
redes rurales y urbanas y ONG- denunciaba también las negativas consecuencias
ambientales y humanas de la presencia de la multinacional. “La polución de las
aguas con productos químicos; la destrucción directa de las reservas acuíferas;
la producción de enormes volúmenes de residuos de sus actividades – del orden
de 657 millones de toneladas por año-; la emisión del dióxido de carbono; el
desvío de los ríos que antes servían a comunidades enteras;...el impacto sobre
las poblaciones indígenas y tradicionales”.
Argumentos todos –sumados a las maniobras fiscales y al
origen ilegal de la privatización de la Vale- que llevan a proponer a esas
organizaciones y movimientos sociales la anulación de la privatización. Tal
como lo respaldó una inmensa mayoría de los casi 4 millones de votantes que
participaron en 2007 en el Plebiscito Popular sobre la privatización de Vale y
la deuda pública.
Origen ilegal; daños
ecológicos y humanos irreversibles; maniobras de evasión fiscal en Brasil;
escándalos impositivos actuales en Suiza. Una cadena de hechos y políticas
anti-sociales y anti-éticas sin fin. Propio de una Vale para quien todo vale,
menos la naturaleza y el ser humano.
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