lunes, 5 de noviembre de 2012

ES COMO SI HUBIÉSEMOS OLVIDADO TOTALMENTE NUESTROS ORÍGENES ANCESTRALES DE LA COOPERACIÓN ORIGINARIA QUE NOS PERMITIÓ SER HUMANOS.

HAMBRE: DESAFÍO ÉTICO Y POLÍTICO


Reflexión LEONARDO BOFF (*) lboff@leonardoboff.com  - Viernes 3 de noviembre 2012

 (*)LEONARDO BOFF (BRASIL)Teologo, filósofo y escritor Es uno de los fundadores de la Teología de la Liberación.En 1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Ratzinger (hoy Papa) le silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder”, que criticaba la Doctrina de la Iglesia . Es profesor de, ética y filosofía en Brasil. Conferencista en muchas universidades , como Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Ha escrito más de 100 libros, traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio Right Livelihood

El flagelo del hambre no es propiamente un problema técnico. Existen técnicas de producción de extraordinaria eficacia. La producción de alimentos es superior al crecimiento de la población mundial, pero están pésimamente distribuidos. El 20% de la humanidad dispone para su disfrute del 80% de los medios de vida. El 80% de la humanidad debe contentarse con solo el 20% de ellos. Aquí reside la injusticia. Lo que ocasiona esta situación perversa es la falta de sensibilidad ética de los seres humanos hacia sus semejantes. Es como si hubiésemos olvidado totalmente nuestros orígenes ancestrales de la cooperación originaria que nos permitió ser humanos. Este déficit de humanidad resulta de un tipo de sociedad que privilegia al individuo sobre la sociedad. En la raíz del flagelo del hambre hay una inhumanidad básica. Si no se fortalece una ética de la solidaridad, del cuidado de unos a otros no habrá modo de superarla.

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