martes, 11 de diciembre de 2012

A FINALES DE LOS AÑOS 80, RESULTÓ EVIDENTE QUE EL CAMBIO CLIMÁTICO PONÍA EN PELIGRO EL ECOSISTEMA DEL PLANETA Y A SUS HABITANTES,

PLANETA PROHIBIDO


Escribe GEORGE MONBIOT - Columnista de Internacionales de “The Guardian” Artículo original: http://www.monbiot.com/2012/12/03/forbidden-planet/  Publico EcoPortal – lunes 10 de diciembre 2012

Lo que teóricos neoliberales llaman adelgazar el Estado se parece más a adelgazar la democracia: reducir los medios por los que los ciudadanos pueden reducir el poder de la elite. Lo que ellos llaman “el mercado” se parece más a los intereses de las corporaciones y los muy ricos. El neoliberalismo no parece más que una justificación de la plutocracia. No podemos moderar el cambio climático sin una lucha política contra esa plutocracia. La mayor crisis de la humanidad coincide con el auge de una ideología que impide abordarla. A finales de los años 80, cuando resultó evidente que el cambio climático causado por el hombre ponía en peligro el ecosistema del planeta y a sus habitantes, se apoderó del mundo una doctrina política extrema cuyos dogmas prohíben el tipo de intervención necesaria para detener el peligro. El neoliberalismo, conocido también como el fundamentalismo del mercado o la economía del laissez-faire, pretende liberar el mercado de la interferencia política. El Estado, afirman, lo único que tiene que hacer es defender la situación, proteger la propiedad privada y eliminar las barreras a la empresa. En la práctica es otra cosa.

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