miércoles, 13 de marzo de 2013

REFUGIADOS EN MUNDO PRESIDIDO POR LA INJUSTICIA




LO QUE ESTÁ MAL
EN EL MUNDO

Escribe SANTIAGO ALBA RICO (*) Fuente: Atlántica XXII  http://www.atlanticaxxii.com/ - Publica "Rebelión" 12 de marzo 2013

(*) SANTIAGO ALBA RICO (España) es un escritor, ensayista y filósofo español nacido en Madrid en 1960. De formación marxista  ha publicado varios libros de ensayo sobre filosofía, antropología y política.  Redactor en varias revistas y medios   como Gara, Archipiélago. Cuadernos de crítica de la cultura, LDNM, el Comité de Solidaridad con la Causa Árabe. Rebelion, etc.  Tradujo al castellano   autores árabes, como el poeta egicpio Naguib Surur o al escritor iraquí Mohamed Judayr. Actualmente reside en Túnez.

En un mundo presidido por la muerte y la injusticia, es fácil dejarse llevar a la conclusión de que el mal es más real que el bien y de que, por tanto, hay algo no sólo banal sino engañoso en las caricias, que no dejan marcas, o en la risa y el juego, incapaces de doblegar una tiranía. En el sur de Túnez está el campo de refugiados de Choucha: 200 subsaharianos  malviven en tiendas, abandonados  por el gobierno tunecino y por las NN UU. Fatma y sus tres hijos durmieron una noche en nuestra casa. La guerra los persigue. De Darfur, en Sudán, Fatma había huido a Libia, donde desapareció su marido. Robada y acosada por los partidarios de Gadafi, robada y acosada por los enemigos de Gadafi, esta jovencísima madre sudanesa acabó cruzando la frontera de Túnez en febrero de 2011, con el pequeño Mohamed recién nacido.  Me quedé un poco perplejo y casi conmovido por la alegría y la erudición con las que los dos chavales, sin conocer nada de España, hablaban de Messi y de Cristiano y de los resultados de los “clásicos” anteriores. Les pregunté intrigado: “¿y por qué sois cada uno de un equipo distinto?”. “Bueno”, respondieron, “nos pusimos de acuerdo”. Eran rivales, pues, por un amigable reparto de papeles. La forma más antigua de huir de la muerte, como bien señalaba Pascal, es la de lanzarse una y otra vez una pelota. Pero si el capitalismo puede ensuciar todos los orígenes, no puede controlar todos los destinos.  La recepción de un mismo espectáculo en Madrid y Sudán no homogeneiza a los espectadores sino que marca sus diferencias culturales y las muchas formas posibles de reciclar un deporte pervertido por el comercio y la iconopatía. Porque los mitos consisten en eso: los pueblos toman partido por la Osa Mayor o eligen el Kilimanjaro para declarar al mismo tiempo la independencia del mundo y su compromiso con él.

No hay comentarios: