CON LA
VIDA PENDIENTE
DE UNA BALSA DE JUGUETE
Escribe
HELENA MALENO
Fuente “PERIODISMO HUMANO – ESPAÑA - http://periodismohumano.com/ Domingo 5 de mayo 2013
Fuente “PERIODISMO HUMANO – ESPAÑA - http://periodismohumano.com/ Domingo 5 de mayo 2013
Las
“barcas de juguete”, como las llaman los medios españoles, es un cúmulo de
historias de vida diferentes; aunque todos los pasajeros de las
"toys" comparten algo. La
esperanza de un futuro mejor y un pasado atravesado por las violaciones de
derechos humanos, Muchos de ellos nunca pensaron que ese camino tan peligroso
sería el que les llevaría a Europa, pero es el más barato y el más asequible.
” las pequeñas zodiacs se venden a mayor precio en el mercado negro marroquí.
Una barquita de 400 kilos, que valdría 100 euros, se puede adquirir por 350.
Las más grandes, de 500 kilos, pueden llegar a venderse por 500 euros. Pero aún así un grupo de siete y nueve
personas puede pagarlas, los amigos se juntan, cotizan, compran sus chalecos y
lo intentan. No hay grandes redes detrás de este tránsito, sólo intermediarios
locales. Salieron de sus países buscando una vida digna, con un
compromiso de mejorar la situación de
sus familias y comunidades.
Procedentes
de contextos marcados por la pobreza, la falta de oportunidades y la violencia;
destacando países en conflicto, y una fuerte violencia de género, se
encontraron con un tránsito migratorio en el Norte de África tremendamente
hostil. Por la noche hay movimiento en los barrios, es el momento de intentarlo. Una vez llegas a la playa,
cada grupo se dispone a inflar la zodiac y a depositarla en el agua. Algunos son ya interceptados en ese punto
por las autoridades marroquíes, pero muchos otros logran entrar, y comienza el
momento de remar. Están en medio del Estrecho, muchos de ellos dicen
que llegaron al lado español y que hasta ese lado les siguieron las patrulleras
marroquíes para interceptarles. “Cuando
llegas a una zona que hay como una línea verde en el agua, como si estuvieses
en una montaña y entonces ves claro Tarifa, ahí sabemos que estás en zona
española, que hemos pasado la zona marroquí”, explica Tony, que lo ha intentado
tres veces. La
realidad es que arriesgan al máximo, entrando al mar muchas veces sin tener en
cuenta las condiciones meteorológicas, desesperados y con la esperanza de que
la patrullera marroquí no les siga. Te cuentan que las olas son muy altas, o
que hay niebla. En la mayoría de las ocasiones es difícil saber cuántas
embarcaciones hay en el Estrecho porque varios teléfonos llaman desde la misma
zodiac pidiendo auxilio.
(
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