lunes, 6 de mayo de 2013

EN EL MERCADO NEGRO UNA BARQUITA DE 400 KILOS, QUE VALDRÍA 100 EUROS, SE PUEDE ADQUIRIR POR 350.

LA EMIGRACION MARROQUI A ESPAÑA
CON LA VIDA PENDIENTE 
DE UNA BALSA DE JUGUETE


Escribe HELENA MALENO 
Fuente “PERIODISMO HUMANO – ESPAÑA - http://periodismohumano.com/  Domingo 5 de mayo 2013

Las “barcas de juguete”, como las llaman los medios españoles, es un cúmulo de historias de vida diferentes; aunque todos los pasajeros de las "toys" comparten algo. La esperanza de un futuro mejor y un pasado atravesado por las violaciones de derechos humanos, Muchos de ellos nunca pensaron que ese camino tan peligroso sería el que les llevaría a Europa, pero es el más barato y el más asequible. ” las pequeñas zodiacs se venden a mayor precio en el mercado negro marroquí. Una barquita de 400 kilos, que valdría 100 euros, se puede adquirir por 350. Las más grandes, de 500 kilos, pueden llegar a venderse por 500 euros. Pero aún así un grupo de siete y nueve personas puede pagarlas, los amigos se juntan, cotizan, compran sus chalecos y lo intentan. No hay grandes redes detrás de este tránsito, sólo intermediarios locales. Salieron de sus países buscando una vida digna, con un compromiso de mejorar  la situación de sus  familias y comunidades. 
Procedentes de contextos marcados por la pobreza, la falta de oportunidades y la violencia; destacando países en conflicto, y una fuerte violencia de género, se encontraron con un tránsito migratorio en el Norte de África tremendamente hostil. Por la noche hay movimiento en los barrios, es el momento  de intentarlo. Una vez llegas a la playa, cada grupo se dispone a inflar la zodiac y a depositarla en el agua. Algunos son ya interceptados en ese punto por las autoridades marroquíes, pero muchos otros logran entrar, y comienza el momento de remar. Están en medio del Estrecho, muchos de ellos dicen que llegaron al lado español y que hasta ese lado les siguieron las patrulleras marroquíes para interceptarles. “Cuando llegas a una zona que hay como una línea verde en el agua, como si estuvieses en una montaña y entonces ves claro Tarifa, ahí sabemos que estás en zona española, que hemos pasado la zona marroquí”, explica Tony, que lo ha intentado tres veces. La realidad es que arriesgan al máximo, entrando al mar muchas veces sin tener en cuenta las condiciones meteorológicas, desesperados y con la esperanza de que la patrullera marroquí no les siga. Te cuentan que las olas son muy altas, o que hay niebla. En la mayoría de las ocasiones es difícil saber cuántas embarcaciones hay en el Estrecho porque varios teléfonos llaman desde la misma zodiac pidiendo auxilio.
( La nota completa )

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