NUEVA FORMA DE CONTROL SOCIAL
Y TERRITORIAL EN BRASIL
Escribe
JOSÉ MANUEL RAMBLA
Periodista - Levante-EMV
Periodista - Levante-EMV
Universitat de València.
Presidente de la Comisión Permanente
de Derechos Humanos y Minorías.
de Derechos Humanos y Minorías.
7 de junio 2013
Pobres
y “torcedores” se convierten en las grandes víctimas de los preparativos del
Mundial y las Olimpiadas en Brasil. Los
desplazamientos forzados, la militarización y criminalización de la pobreza
El deporte es uno de esos raros fenómenos
sociales capaces de desatar las más intensas pasiones. Por ello, no es extraño que el actual capitalismo postindustrial y
especulativo lo haya convertido en pieza clave para ese modelo de desarrollismo
de los grandes eventos. Las más diferentes ciudades de todo el mundo
pugnan por convertirse en sede de estos macroeventos que presentarán a sus
respectivas ciudadanías como la gran
oportunidad para proyectarse internacionalmente, remodelar su urbanismo y
dinamizar sus economías. Negocios y deporte se fusionan así para desatar un tsunami de emociones en el
que los números de la contabilidad son tanto o más asombrosos que las gestas de
los atletas. Un tsunami que con su
elección para la organización del Mundial de Fútbol en 2014 y las
Olimpiadas en
Rio para 2016, viene azotando a un Brasil que ve ambas fechas como la reválida
definitiva a su entrada en el selecto club de los ricos. No obstante, los tsunamis no son solo dignos
de admiración. La devastación que
dejan a su paso alcanza niveles sin duda no menos espectaculares. Sin embargo,
los medios de comunicación, que suelen centrar sus focos en esta letal
irrupción de la calamidad en las vidas humanas cuando se trata de fenómenos
sismológicos, normalmente optan por apartar del daño colateral el objetivo de
las cámaras cuando se trata de estos modernos tsunamis deportivos. Y,
como no podía ser de otro modo, daños colaterales no faltan en las olas
gigantes proyectadas sobre la tierra brasileña por la Copa del Mundo y los
juegos Olímpicos. Un informe elaborado por los Comités Populares de la Copa
enumera algunos. El proyecto
inmobiliario Granja Werneck prevé ocupar en Belo Horizonte unos 10 millones de
metros cuadrados para construir 75.000 apartamentos destinados a turistas,
delegaciones deportivas y periodistas que acudan a cubrir los partidos del
Mundial programados en la capital minera. La contundencia en la
ejecución de estos proyectos adquiere en ocasiones tintes absurdos. Los
habitantes de Vila Harmonia y Metrô Mangueira, por ejemplo, recibieron un buen
día y por sorpresa una notificación
judicial con la orden de desalojo y el plazo fijado para dejar sus casas: cero
días.
(
El extenso y documentado informe )
No hay comentarios:
Publicar un comentario