domingo, 30 de junio de 2013

LOS TRANSGÉNICOS CONLLEVAN UN AUMENTO EXPONENCIAL DEL USO DE AGROTÓXICOS

VERDADES DE LOS TRANSGÉNICOS

Escribe 
SILVIA RIBEIRO (*) 
Columnista en 
“La Jornada” de México
  29 de ju nio 2013

(*) SILVIA RIBEIRO – Escritora. Periodista. Militante ambientalista. Directora para América Latina del Grupo ETC y trabaja en la oficina de México.. Ha sido periodista y coordinadora de campañas en temas ambientales. Especialista en cambio climático: Detener el calentamiento con manipulación del clima es un grave contrasentido. Escribe sobre biotecnología y agronegocios. Impactos de los transgénicos; concentración corporativa, propiedad intelectual, el papel de la ciencia y las nuevas tecnologías y los peligros. Es grave e irresponsable el intento de FAO de legitimar los transgénicos como solución al hambre y la crisis alimentaria

Hay características que se repiten en todos los países, que lejos de la propaganda de las empresas, son la verdadera realidad de los transgénicos. En ningún país los transgénicos son para alimentar
 personas. Son  "comida para comederos, no para comedores". Se plantan para forraje en inmensas plantas industriales de cría confinada de pollos, cerdos y vacunos, todas con alto nivel de contaminación, que conllevan violencia y fuertes impactos en la salud animal y humana. Lejos de mejorar la alimentación humana, la empeoran. Argentina, es un ejemplo contundente. Con inmensas  áreas de soya transgénica han empeorado tanto la calidad de la carne producida, como la alimentación de la población, sobre todo infantil y en áreas rurales. Por la ocupación de territorio con monocultivos y debido al empobrecimiento que esto ha provocado, la población rural consume ahora leche y frijol de soya,  con demostrados impactos negativos en
la salud debido al alto contenido de hormonas vegetales que contiene la soya. Pediatras argentinos explican que contrariamente a la propaganda, la soya sin fermentar es un alimento dañino que no debe consumirse nunca antes de los 12 años y posteriormente solo en forma ocasional. En Argentina, ya existen varias asociaciones de "pueblos fumigados", con múltiples testimonios de los efectos devastadores de los agrotóxicos ligados a los transgénicos: malformaciones genéticas, leucemia, enfermedades autoinmunes, además de daños en fauna y flora. La introducción de los transgénicos ha sido siempre precedida por acciones  ilegales, luego legalizadas: primero contrabando y contaminación intencional, posteriormente leyes
a favor de las empresas, tanto en bioseguridad como otras para asegurar a las empresas sus patentes y otras formas de monopolio de semillas. México no es excepción. El caso más extremo de injerencia política de la industria transgénica es el golpe de estado en Paraguay, provocado por latifundistas,  relacionados con Monsanto y otras transnacionales. Poco espués del golpe, se plantaron varios transgénicos nuevos, sin ningún proceso de bioseguridad y contra las medidas precautorias del gobierno anterior.
(Nota completa de Silvia Romero )

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