miércoles, 31 de julio de 2013

¿CANSADOS DEL BRASIL QUE HACE POLÍTICAS RICAS PARA RICOS Y POBRES PARA POBRES…?

EL SIGNIFICADO DE LAS MANIFESTACIONES:
¿NO SERÍA LA REFUNDACIÓN DE BRASIL?

Escribe 
LEONARDO BOFF (*)  
 Domingo 28 de julio 2013

(*)LEONARDO BOFF (BRASIL) Teólogo, filósofo y escritor Uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. n 1985, la Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Ratzinger (ex Papa) le silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder” . Profesor de, ética y filosofía en Brasil. Conferencista en muchas universidades, como Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Escribió más de 100 libros, traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le otorgó el premio Right Livelihood

La gente que estaba en la calle en el mes de junio, de forma consciente o inconsciente, ¿qué era lo que quería? Para responder voy a apoyarme en tres citas inspiradoras. La primera es de Darcy Ribeiro en el prefacio de mi libro El caminar de
la Iglesia con los oprimidos (1998): «Nosotros los brasileños surgimos de una empresa colonial brasileña que no tenía intención de fundar un pueblo. Quería solo generar beneficios empresariales exportables con pródigo desgaste de gentes». La segunda es de Luiz Gonzaga de Souza Lima en la última y creativa interpretación de Brasil: La refundación de Brasil: hacia una sociedad biocentrada (São Carlos 2011): «Cuando se llega al final, ahí donde terminan las carreteras, es porque ha llegado la hora de inventar otros rumbos, es el momento para una nueva búsqueda, es el momento para que Brasil se refunde: la refundación es el camino nuevo de todos los posibles, el que vale más la pena, ya que es propio del ser humano no economizar los sueños y esperanzas; Brasil fue fundado como
una empresa. Es hora de refundarlo como sociedad».(contraportada) La tercera es del escritor francés François-René de Chateaubriand (1768-1848): «Nada es más fuerte que una idea cuando ha llegado el momento de su realización».Mi impresión es que las mutitudinarias manifestaciones de la calle, que se hicieron sin siglas, sin carteles de movimientos ni partidos conocidos y sin montaje de sonido, que irrumpieron espontáneamente querían decir que estamos cansados del tipo de Brasil que tenemos y hemos heredado: corrupto, con una democracia de baja intensidad, que hace políticas ricas para los ricos y pobres para
los pobres, en el que las mayorías no cuentan y pequeños grupos extremadamente opulentos controlan el poder social y político. Queremos otro Brasil, que esté a la altura de la conciencia que desarrollamos como ciudadanos y de nuestra importancia en el mundo, con la biodiversidad de nuestra naturaleza, con la creatividad de nuestra cultura y con el mayor patrimonio que tenemos, que es nuestro pueblo, mestizo, alegre, sincrético, tolerante y místico. De hecho, hasta hoy en día Brasil fue y sigue siendo un apéndice del gran juego económico y político del mundo.


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