CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO
Escribe
AMY GOODMAN (*)
Fuente“ Democracy Now!”
27 de setiembre
2013
(*) AMY GOODMAN Locutora, periodista y escritora progresista
de EE UU. Egresada de Harvard University en 1984, Fundo”Democracy Now”
noticiero internacional que se emite diariamente en más de 750 emisoras de
radio y televisión en inglés y en más de 400 en español. Es co-autora del libro
"Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios
en Estados Unidos", editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur. Traducido
por Mercedes Camps. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español.
La
semana pasada, en el lejano Océano Ártico, el buque de Greenpeace Arctic
Sunrise navegó hacia una plataforma petrolera rusa para realizar una protesta
pacífica. Varios manifestantes intentaron subir a la plataforma para llamar la
atención acerca de lo que podría constituir un peligroso precedente: la
plataforma de la empresa de gas rusa Gazprom será la primera en producir
petróleo en las delicadas aguas heladas del Ártico. El Gobierno ruso respondió
rápidamente mediante el uso de la fuerza, al enviar soldados de las fuerzas
especiales al lugar, que llevaban pasamontañas y portaban armas automáticas.
Los soldados amenazaron a los activistas pacíficos de Greenpeace, destruyeron
sus botes inflables, arrestaron a treinta de ellos y remolcaron el buque de
Greenpeace hacia el puerto de
Murmansk, en el norte de Rusia. Según la
información más reciente, los activistas podrían afrontar acusaciones de
piratería. El Director Ejecutivo de Greenpeace Internacional, Kumi Naidoo,
participó en una acción similar el año pasado junto a otros activistas, aunque
en esa oportunidad no fueron arrestados. Naidoo habló acerca de la acción de
este año: “Uno de los activistas del grupo, Denis Sinyakov, un compañero ruso
que es fotógrafo a bordo del buque, dijo: "La actividad delictiva de la
que me acusan se llama periodismo y continuaré realizándola". Sus palabras
captan muy bien lo sucedido. Se trata de un uso desproporcionado de la
autoridad del Estado para intentar silenciar las importantes
conversaciones que necesitamos tener a nivel global. En este momento estamos llegando a un punto de inflexión a nivel climático. El Ártico sirve como refrigerador y aire acondicionado del planeta y, en lugar de ver lo que sucede en el mar Ártico en los meses de verano como una señal de advertencia, de que tenemos que tomar medidas serias para combatir el cambio climático, lamentablemente las empresas petroleras de Occidente como Exxon, Shell y otras se están asociando con el Estado ruso para intentar extraer hasta las últimas gotas de petróleo en el medio ambiente más frágil, remoto y riesgoso para realizar esas actividades”. La protesta llama la
(La
nota de Amy Goodman)conversaciones que necesitamos tener a nivel global. En este momento estamos llegando a un punto de inflexión a nivel climático. El Ártico sirve como refrigerador y aire acondicionado del planeta y, en lugar de ver lo que sucede en el mar Ártico en los meses de verano como una señal de advertencia, de que tenemos que tomar medidas serias para combatir el cambio climático, lamentablemente las empresas petroleras de Occidente como Exxon, Shell y otras se están asociando con el Estado ruso para intentar extraer hasta las últimas gotas de petróleo en el medio ambiente más frágil, remoto y riesgoso para realizar esas actividades”. La protesta llama la
atención por su gran audacia. Sin embargo, no es la única
protesta reciente contra la extracción y el consumo de combustibles fósiles. En
todo el mundo, cada vez hay más personas que se manifiestan para exigir que se
tomen medidas para combatir el calentamiento global. En América del Norte, hay
una coalición cada vez más grande de grupos que se unieron para detener el
proyecto de construcción del oleoducto Keystone XL y la explotación de arenas
bituminosas de Alberta, Canadá, que el oleoducto planea transportar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario