martes, 3 de septiembre de 2013

LA POLÍTICA MONETARIA PROVOCARÁ AÚN FUERTES DISTORSIONES EN EL MUNDO.

LA CRISIS ESTÁ ASENTADA

Escribe  
LEÓN BENDESKY (*) 
Fuente “La Jornada” de México 
2 de septiembre 2013

(*) LEÓN BENDESKY (MEXICO 1950). Analista económico (Facultad de Economia de Universidad Autonoma de Mexico) doctorado en Cornell University de NY y Cambridge University en Gran Bretana. Fue profesor en Davisdson College.  Escritor. Autor de varios libros(“México: de la euforia al sacrificio (1998), Parral, comunidad y desarrollo (2001) junto con Raúl Conde, De apetitos e intemperancias: horizontes de la crisis mexicana (2003) con Roberto González y Temas de economía (2004).Investigador del CEMLA y profesor de Economía en la UNAM.Columnista en “La Jornada”

Las crisis están en la naturaleza misma del capitalismo. Solemos referirnos a cada uno de esos episodios como si fuesen únicos o aislados y que, de una u otra manera, se superan. Pero en realidad esto corresponde a un proceso único, a
saber: el modo de acumulación del capital. La crisis desencadenada en 2008 persiste, sin amainar de modo relevante. Apenas hay muestras en ciertos momentos de un alza insignificante del producto o el empleo, cuando se predice ya una recuperación. Una lectora de tarot podría atinar igual o mejor en sus previsiones económicas. Qué son dos centésimas de aumento en el PIB, que se ha desplomado vertiginosamente durante cinco años seguidos, o un pequeño decremento temporal en el desempleo masivo que se ha provocado, para poder decir que la profunda recesión en Estados Unidos, Europa o Japón, y que tiende a extenderse
por todas partes, empieza a ceder. Los números acerca del producto son muy imperfectos y las condiciones del empleo son tan frágiles que no dan cuenta de los complejos procesos en curso que no van en la dirección de un nuevo modo de creación de riqueza material y menos aún de bienestar ampliado. En 1971 se acabó el régimen de acumulación de la segunda posguerra. Fue decretado unilateralmente por Nixon, dando fin al patrón oro-dólar creado en Bretton Woods (1944). Entre 1945 y 1971 el dólar fungió no sólo como moneda de reserva, sino que había un régimen de tipos de cambio fijos y Estados Unidos financiaba el
crecimiento global con su creciente déficit comercial. Este periodo es atípico en la historia del capitalismo por las condiciones del crecimiento productivo, estabilidad financiera y bienestar generados. El sistema financiero estaba regulado y los negocios bancarios separados entre operaciones comerciales e inversiones.Eso se acabó definitivamente. Desde hace cuatro décadas los desequilibrios comerciales, fiscales y financieros son cada vez más grandes y con ello la recurrencia de las crisis. La ideología neoliberal creó la ilusión de que los mercados libres regulaban
eficazmente las corrientes de producción, comerciales y financieras. Esta creencia se ha derrumbado, pero no se ha admitido en los centros de poder. Se requería cada vez más bajar los salarios, exportando los trabajos donde fueran más baratos; financiar las importaciones con corrientes de capital (es decir, atrayendo los excedentes externos); ampliar el déficit fiscal para sostener la expansión y, sobre todo, desregular hasta el extremo los mercados de dinero y de capital. Sólo Estados Unidos podía conseguir financiar con una deuda cada vez mayor, y denominada en dólares, para aguantar sus grandes déficit y sostener la capacidad de consumo de su población. Eso también se ha acabado aunque los movimientos de la política monetaria provocarán aún fuertes distorsiones en el mundo.
(El análisis completo de Leon Bendesky)

No hay comentarios: