DAVID SWANSON (*)
Fuente “CounterPunch”
publica “Rebelion”
Tradujo Germán Leyens
28 de octubre 2013
(*) DAVID SWANSON es autor de War is a Lie. Vive en
Virginia, EE.UU. autor de un
libro que está a punto de salir: Daybreak: Undoing the Imperial Presidency and
Forming a More Perfect Union en Seven
Hay un lado oscuro en el aluvión de informes y testimonios
sobre los drones [aviones teledirigidos sin tripulación], aunque de muchas
maneras son útiles. Cuando leemos que Amnistía Internacional y Human Rights
Watch se oponen a los ataques de drones que violan el derecho internacional, es
posible que muchos de nosotros nos inclinemos a interpretar eso como una
declaración de que, de hecho
, los ataques de drones violan el derecho
internacional. Al contrario, lo que quieren decir esos grupos por los derechos
humanos es que algunos ataques de drones violan la ley y algunos no lo hacen, y
que se quieren oponer a los que la violan. ¿Cuáles son unos u otros? Incluso
los mejores investigadores no lo pueden decir. Human Rights Watch estudió seis
asesinatos mediante drones en Yemen y concluyó que dos eran ilegales y cuatro
podrían serlo. El grupo quiere que el presidente Obama explique cuál es la ley
(ya que nadie más puede hacerlo), que la cumpla (sea cual sea), que se compense
a los civiles (si alguien puede estar de acuerdo en quiénes son los civiles y
si realmente se puede compensar a la gent
e por el asesinato de sus seres
queridos), y que el gobierno de EE.UU. se autoinvestigue. No se menciona la
idea de que se inicien procedimientos judiciales por esos crímenes. Amnistía
Internacional estudia nueve ataques de drones en Pakistán y no puede decir si
fueron legales o ilegales. Amnistía quiere que el Gobierno de EE.UU. se
autoinvestigue, publique los hechos, compense a las víctimas, explique cuál es
la ley, explique quién es un civil, y –notablemente– recomienda lo siguiente:
“Donde haya suficiente evidencia admisible, que se procese a los responsables
en juicios públicos y justos sin recurso a la pena de muerte”. Sin embargo,
habrá un hueso muy duro de roer, ya que se pide a los responsables de los
crímenes que definan qué es legal y qué no. Amnistía propone: “un estudio
judicial de los ataques de drones”, pero un tribunal según FISA [Ley de
Vigilancia de Inteligencia Extranjera] que apruebe
automáticamente los
asesinatos mediante drones no los reduciría, y un aparato judicial
independiente asignado para aprobar ciertos ataques de drones y no otros
ciertamente aprobaría algunos, mientras inevitablemente aclararía al mundo el
motivo por el cual lo hace. Los informes de los relatores especiales de la ONU tal vez
sean los informes más fuertes de esta semana, aunque todos los informes
suministran mucha información. La ONU discutirá sobre los drones el viernes. El
congresista Grayson llevará el martes a Washington niños heridos víctimas de
drones (aunque el Departamento de Estado no permitirá que vaya su abogado). Se
está llamando la atención respecto al tema y en su mayor parte es algo bueno.
Los informes de la
ONU hacen algunos comentarios útiles: los drones estadounidenses han matado a cientos de civiles; los drones convierten la guerra en la norma en lugar de una excepción; los ataques por asociación son ilegales; los ataques de doble golpe (ataques contra los rescatistas de las víctimas del primer ataque) son ilegales; asesinar en lugar de capturar es ilegal; la inminencia (como término para definir una supuesta amenaza) puede volver a definirse con el significado de posible o solo apenas imaginable. Y de un modo más fuerte los drones amenazan el derecho fundamental a la vida. Sin embargo, los informes de la ONU son tan serviles hacia el pensamientos del grupo de abogados occidentales como para permitir que algunos asesinatos de drones sean legales y para hacer tan compleja la determinación de cuáles lo son que nadie podrá llegar a decirlo, la determinación será política y no empírica
(
Nota de David Swanson en Rebelión )
sala de comando de drones |
ONU hacen algunos comentarios útiles: los drones estadounidenses han matado a cientos de civiles; los drones convierten la guerra en la norma en lugar de una excepción; los ataques por asociación son ilegales; los ataques de doble golpe (ataques contra los rescatistas de las víctimas del primer ataque) son ilegales; asesinar en lugar de capturar es ilegal; la inminencia (como término para definir una supuesta amenaza) puede volver a definirse con el significado de posible o solo apenas imaginable. Y de un modo más fuerte los drones amenazan el derecho fundamental a la vida. Sin embargo, los informes de la ONU son tan serviles hacia el pensamientos del grupo de abogados occidentales como para permitir que algunos asesinatos de drones sean legales y para hacer tan compleja la determinación de cuáles lo son que nadie podrá llegar a decirlo, la determinación será política y no empírica
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