LA AUTO-AFIRMACIÓN
Y LA INTEGRACIÓN
Escribe
LEONARDO BOFF (*)
Viernes 1 de noviembre 2013
(*)LEONARDO BOFF (BRASIL) Teólogo, filósofo y
escritor Uno de los fundadores de la Teología de la Liberación. n 1985, la
Congregación para la Doctrina de la Fe, dirigida por el Ratzinger (ex Papa) le
silenció por un año por su libro “La Iglesia, Carisma y Poder” . Profesor de,
ética y filosofía en Brasil. Conferencista en muchas universidades, como
Heidelberg, Harvard, Salamanca, Barcelona, Lund, Lovaina, París, Oslo, Turín. Escribió
más de 100 libros, traducidos a muchas lenguas. En 1997, el Parlamento Sueco le
otorgó el premio Right Livelihood
Biológicamente
los humanos somos seres carentes (Mangelwesen). No estamos dotados de ningún
órgano especializado que nos garantice la supervivencia o nos defienda de los
peligros, como ocurre con los animales. Algunos biólogos llegan a decir que
somos un «animal enfermo», un “faux pas”, (un paso en falso), un «paso»
(Übergang) hacia otra cosa, y por eso nunca fijado, enteros pero
incompletos.Tal verificación nos obliga continuamente a garantizar nuestra vida
mediante el trabajo y la intervención inteligente en la naturaleza. De este
esfuerzo nace la cultura que organiza de forma más estable las condiciones
infraestructurales y también humano-espirituales para vivir humanamente en
sociedad. Hay que añadir todavía otro dato, presente también en todos los seres
del universo, pero que adquiere especial relevancia a nivel humano. Existen dos
fuerzas: una es la autoafirmación, y la otra la integración, que actúan siempre
en conjunto en un equilibrio difícil y siempre dinámico. Por la fuerza de la
autoafirmación cada ser se centra en si mismo y su
Pelicula 2001 Odisea del Espacio |
instinto es conservarse,
defendiéndose frente a todo tipo de amenaza contra su integridad y su vida.
Nadie quiere morir; quiere vivir, evolucionar y crecer. Esta fuerza explica la
persistencia y la subsistencia del individuo. En este punto necesitamos superar
totalmente el darwinismo social según el cual solamente los más fuertes
triunfan y permanecen. Es esta una media verdad que está a contramano del
proceso evolutivo. Este no privilegia a los más fuertes y adaptables. Si fuera
así, los dinosaurios estarían todavía entre nosotros. El sentido de la evolución
es permitir que todos los seres, también los más vulnerables expresen
virtualidades latentes dentro de la evolución. Este es el valor de la
interdependencia de todos con todos y de la solidaridad cósmica. Todos, débiles
y fuertes, se ayudan para coexistir y coevolucionar. Por la fuerza de la
integración, el individuo s
e descubre envuelto en una red de relaciones, sin
las cuales, sólo como individuo no viviría ni sobreviviría. El individuo
existe, pero viene de una familia, forma parte de un grupo de trabajo, vive en
una ciudad y habita en un país con un tipo de organización social. Está ligado
a toda esta cadena de relaciones. Así todos los seres están interconectados y
viven unos por los otros, con los otros y para los otros. El individuo se
integra, pues, por naturaleza, en un todo mayor. Y aunque el individuo muera,
el todo garantiza que la especie continúe permitiendo que otros representantes
vengan a sucedernos.
( leer más La reflexión de Leonardo Boff )
( leer más La reflexión de Leonardo Boff )
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