SE ENTERRABA EL ALCA
Escribe
ATILIO A. BORON (*)
Fuente BLOG del autor
4 de
noviembre 2013
(*)
ATILIO BORON – Escritor. Economista y periodista argentino. Analista y politólogo. Director
del Programa Latinoamericano de Educación a Distancia en Ciencias Sociales
(PLED). Premio Internacional de la
UNESCO José Martí. Centro de Estudios Martianos.. Profesor Regular Titular de
Teoría Política y Social, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos
Aires desde 1986. Autor entre otros de La Filosofía Política Moderna. Su ultima
obra es “Geopolitica de EE UU en América Latina” Premio al Pensamiento Crítico
Para recordar: en el día de anteayer, 4 de Noviembre, se
cumplieron ocho años de una fecha memorable para las luchas antiimperialistas
de Nuestra América. En ese mismo día, pero del año 2005, se enterraba en Mar
del Plata el más ambicioso proyecto de Estados Unidos para América Latina y el
Caribe: la creación del ALCA, el Acuerdo de Libre Comercio de las Américas. Fue
una batalla decisiva librada en el marco de la IV Cumbre de Presidentes de las
Américas, en la cual había una ausencia que brillaba enceguecedoramente: Cuba,
pero que estaba presente y hablaba nada menos que por la voz de Hugo Chávez. Pese
a que en la agenda temática previamente acordada no se contemplaba discutir la
propuesta del ALCA, Estados Unidos -con la ayuda de su socio/peón, Canadá-
trató de imponer el tema y lograr un voto positivo en la Cumbre que abriese de
par en par las puertas al proyecto imperialista. Este proponía instaurar la más
irrestricta liberalización comercial bajo la forma de un tratado global de
libre comercio –un TLC para las Américas- que, como enseña la experiencia
práctica de países como México
(La economía con mayor período de vigencia del
TLC), Colombia, Perú y Chile sólo profundizaría los lazos de dependencia, la
vulnerabilidad externa, la extranjerización de las economías, la pobreza y la
polarización social y el saqueo de los bienes comunes de la región. No es
casual que sean precisamente los países “beneficiados” por los TLCs aquellos en
donde más se agitan las protestas populares del continente. Como lo recordara
Eduardo Galeano, el libre cambio cristaliza la división internacional del
trabajo en la cual algunas economías se especializan en ganar y otras en
perder. De eso se trataba el ALCA, y eso es lo que fue derrotado en Mar del
Plata. Al pronunciar el discurso de apertura de las sesiones de la Cumbre,
Néstor Kirchner se pronunció en contra de la pretensión de incorporar el
tratamiento del ALCA en las deliberaciones, lo que provocó la insistencia de
Canadá acompañado por los gobiernos conservadores de México (presidido por
Vicente Fox); el de Panamá (presidido para su eterna deshonra por Martín
Torrijos, que traicionó el legado de su padre, Omar Torrijos, quien recuperó el
Canal de Panamá de manos yankees) y, sibilinamente, por el presidente de Chile,
Ricardo Lagos. Pero las intervenciones posteriores de Luiz Inacio “Lula” da
Silva, Tabaré Vázquez y, sobre todo, de Hugo Chávez, liquidaron definitivamente
ese proyecto y en la Declaración Final quedó claro, en negro sobre blanco, que
no había acuerdo sobre el tema y que, por lo tanto, quedaba postergado
indefinidamente. Fue, dicho en términos diplomáticos, el certificado de
defunción del ALCA. Hay muchas razones para celebrar un nuevo aniversario de
esa gran victoria de nuestros pueblos. ¡No permitamos que tamaña proeza popular
caiga en el olvido!
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