Escribe HARVEY WASSERMAN (*)
Fuente “Rebelión” http://www.rebelion.org/
Tradujo German
Leyens – 7 de abril 2014
(*) HARVEY WASSERMAN(EE.UU Ohio 1945) Periodista, autor,
activista de la democracia y energías renovables . Estratega y organizador en
el movimiento anti-nuclear en EE UU por 30 años. Integra el programa Nightline
, National Public Radio , CNN Lou Dobbs Tonight y otros. Asesor principal de
Greenpeace EE.UU. y de la Información Nuclear y Recursos de Servicios. Editor en
jefe de The Columbus Free Press. edita Nukefree.org y es el autor del libro
Solartopia! Our Green-Powered Earth
En los 35 años desde la explosión y fusión en Three Mile
Island, ha habido un feroz debate sobre si causó la muerte de seres humanos.
Por supuesto lo sabemos con más certeza. Nosotros, los seres humanos, no
saltaremos a un recipiente lleno de agua hirviendo. No estamos contentos cuando
los miembros de nuestra especie comienzan a morir a nuestro alrededor. Pero los
nuevos y aterradores
descubrimientos científicos nos han obligado a considerar
una realidad mayor. Cuando se trata de nuestros sistemas de apoyo más amplios,
la industria corporativa de la energía cuenta con que nosotros toleraremos la
radiación de nuestros semejantes, de los cuales dependemos, y con que
permaneceremos dormidos hasta que sea demasiado tarde para dar marcha atrás. Un
ejemplo claro es un nuevo informe del Smithsonian sobre Chernóbil, uno de los
documentos más aterradores de la era atómica. Conclusiones semejantes rodearon
el accidente de Three Mile Island. En un año, un equipo de tres periodistas del
Baltimore News-American
catalogó los masivos impactos de la radiación en
animales salvajes y de granja en la zona. Los periodistas y el Departamento de
Salud de Pennsylvania confirmaron un daño generalizado a los pájaros, abejas y
grandes animales domésticos como los caballos, cuya tasa reproductiva colapsó
en el año después del accidente. Otros informes también documentaron vegetación
deformada y animales domésticos nacidos con grandes mutaciones, incluido un
perro nacido sin ojos y gatos sin sentido del equilibrio. De hecho, muestras de
15 atunes pescados frente a la costa de California indican que todos estaban
afectados por la contaminación de Fukushima. El cesio y sus hermanos de
Fukushima ya son medibles en Alaska y en el noroeste de Canadá. Llegarán a
California este verano. Los medios corporativos se burlarán de los padres que
seguramente aparecerán en las playas con detectores de radiación. ( ir al completo informe )
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