LÍNEAS ROJAS
EN UCRANIA Y EN TODAS PARTES
Escribe
NOAM CHOMSKY (*)
Columnista de “La Jornada” de México,
fuente de esta
nota. 3 de mayo 2014
(*) AVRAM NOAM
CHOMSKY (1928) Es
profesor emérito en el Departamento de Lingüística y Filosofía del Instituto
Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés). Es colaborador
habitual de TomDispatch y autor de numerosas obras de análisis político. El
libro más reciente es “Sistemas
de poder: conversaciones sobre levantamientos democráticos en el mundo y nuevos
desafíos al imperio estadunidense: entrevistas con David Barsamian) Chomsky hoy
reconocido como un activista e intelectual político que se caracteriza por una
visión fuertemente crítica de las sociedades capitalistas.
El
columnista Thanassis Cambanis resume el meollo del asunto en The Boston Globe:
“La anexión de Crimea por (el presidente ruso Vladimir) Putin es una ruptura
del orden en el que Estados Unidos y sus aliados confían desde el fin de la
guerra fría, en el que las grandes potencias sólo intervienen militarmente
cuando tienen consenso internacional a su favor o, en ausencia de él, cuando no
cruzan las líneas
rojas de una potencia rival”. Por lo tanto, el crimen
internacional más grave de esta era, la invasión de Irak por Estados Unidos y
Gran Bretaña, no fue una ruptura del orden mundial porque, aunque no obtuvieron
apoyo internacional, los agresores no cruzaron líneas rojas rusas o chinas. En
contraste, la anexión rusa de Crimea y sus ambiciones en Ucrania cruzan líneas
estadunidenses. En consecuencia, "Obama se concentra en aislar a la Rusia
de Putin, cortando sus lazos económicos y políticos con el mundo exterior,
limitando sus ambiciones expansionistas en su propio vecindario y
convirtiéndola de hecho en un Estado paria", informa Peter Baker en The
New York Times. En suma, las líneas rojas estadunidenses están firmemente
plantadas en las fronteras de Rusia. Por consiguiente, las ambiciones rusas
"en su propio vecindario" violan el orden mundial y crean crisis. Este
aserto es de aplicación general. A veces se permite a otros países tener líneas
rojas en sus fronteras (donde también se ubican las líneas rojas de Estados
Unidos). Pero no a Irak, por ejemplo. Ni a Irán, al que Washington amenaza
continuamente con ataques ("ninguna opción se retira de la mesa"). Tales
amenazas violan no sólo la Carta de Naciones Unidas, sino también la resolución
de condena a Rusia de la Asamblea General, que Estados Unidos acaba de firmar.
La resolución comienza subrayando que la Carta de la ONU prohíbe "la
amenaza o el uso de la fuerza" en asuntos internacionales. (ir al análisis
completo de Chomsky)
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