miércoles, 14 de mayo de 2014

EL CASO ES UNO DE LOS MÁS EMBLEMÁTICOS EN EL INTENTO DE CRIMINALIZAR LA PROTESTA EN ESTE PAÍS.

   AMERICAN CURIOS    
¿JUSTICIA?

Escribe DAVID BROOKS (*) 
Columnista en “La Jornada” 
de México –13 de mayo 2014

(*) DAVID BROOKS (Toronto, 1961), periodista canadiense-estadounidense especializado en política. Escribe en el New York Timesy PBS. Corresponsal de “La Jornada” de México en EE UU. Responsable de la página editorial del Wall Street Journal, y del Weekly Standard . Autor de:”En el Paraíso Drive: ¿Cómo vivimos ahora”   (2004), “Bobos in Paradise: La nueva clase superior y cómo llegaron allí” (2000) y “El Animal Social”, gran éxito editorial.   (2011).

En un gran logro de la justicia estadunidense ocurrido la semana pasada, una peligrosa delincuente fue declarada culpable y de inmediato encarcelada en espera de una condena hasta de siete años de prisión. Su delito: desafiar "la ley y el orden", junto a otros miles, atreverse a resistir de manera no violenta acciones represivas de fuerzas policiacas y buscar desenmascarar a los verdaderos criminales de este país. El caso judicial contra Cecily McMillan fue el más grave y posiblemente el último en contra de quienes participaron en Ocupa Wall
Street. Un 90 por ciento de los más de 2 mil 600 arrestos que se realizaron contra Ocupa en esta ciudad (miles más ocurrieron en el resto del país) fue descartado por las autoridades, y sólo unos cuantos aceptaron declararse culpables de delitos menores a cambio de ser liberados. Como atestiguaron reporteros y fotógrafos de este y otros medios, no hubo actos graves de violencia ni daños materiales durante las protestas y la ocupación de los activistas. La violencia provino de la policía, con golpes, macanazos, uso de gas pimienta, arrestos masivos y provocaciones junto con infiltraciones en el movimiento. El único cristal que se rompió durante las protestas fue cuando un policía arrojó a un voluntario de asistencia médica de Ocupa contra un vitral. En este contexto, para muchos se trataba de enjuiciar a una de los miles de víctimas de la violencia oficial. McMillan fue formalmente acusada de agredir un policía dándole un codazo debajo de un ojo durante un operativo para expulsar a cientos de activistas de la plaza Zuccotti el 17 de marzo de 2012. El policía y los fiscales afirman que fue un acto intencional, y mostraron imágenes de un video borroso que mostraba cómo McMillan se inclinó y de repente lanzó hacia atrás el codo. El juicio duró cuatro semanas. El lunes pasado, el jurado de ocho mujeres y cuatro hombres la declaró culpable; el delito conlleva una condena hasta de siete años de prisión.  (…ir a la nota completa)

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