sábado, 10 de mayo de 2014

LA MASACRE de CURUGUATY SIGNIFICÓ la TOTAL APERTURA del PAÍS a los MONOCULTIVOS, a los AGROTÓXICOS...



PARAGUAY, DONDE LA TIERRA
SIEMBRA DESPOSESIÓN Y MUERTE

Escriben JAIRO MARCOS · 
Mª ÁNGELES FERNÁNDEZ -
 Periodistas “free Lance” 
Fuente “PERIODISMO HUMANO”
 http://periodismohumano.com/ 
8 de mayo 2014

Meses después del golpe de Estado parlamentario que derrocó a Lugo, los monocultivos y los transgénicos se han apoderado de la vida política y económica del país con mayor concentración de tierras del mundo y con la tasa más alta de deforestación. Las expulsiones de población campesina y la represión aumentan.  Encogido entre dos gigantes como Argentina y Brasil, casi el 20 por ciento del territorio paraguayo, o el 32 por ciento de las tierras cultivables, están controladas por foráneos. Son más brasileños, quienes controlan unas 4,8 millones
de hectáreas. Mientras tanto, carecen de tierras 300.000 familias de campesinos. “Paraguay es un país no industrializado en el que la exportación de las materias primas agrícolas es la única fuente de generación de riqueza. Las disputas sobre la propiedad de la tierra, que en el caso de los latifundios tiene muchos claroscuros en términos legales, sea una cuestión estratégica por donde pasa la distribución del poder económico y político. Hablar de la tierra es hablar de la democracia”, explica el abogado paraguayo Hugo Valiente. Tierra y democracia. Dos palabras que en la república guaraní tienen múltiples lecturas e interpretaciones. La tierra y el territorio son el hilo articulador del trabajo y de la vida
en el mundo rural, tanto para las poblaciones campesinas como para las indígenas de este país agrario y latifundista. Tierra y trabajo, trabajo y tierra permiten “abordar problemáticas como el derecho al trabajo, la contribución a la economía de los países y la región, la gestión de recursos naturales, la identidad, gobierno local, el enfoque de género, la seguridad alimentaria y la cultura, entre otros”, recoge el informe ‘La tierra en el Paraguay: de la desigualdad al ejercicio de derechos’.

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