DESAHUCIOS EN
ESPAÑA NUNCA CESARON...
VIVIENDA:
PROCESO DE UNA UTOPÍA
JORGE
MORENO
(ESPAÑA) Periodista.
Fuente “Semanario Diagonal”
22 de mayo 2014
El 17 de mayo de
2012 se conocía que un grupo de familias con problemas de vivienda ocupaba un
edificio de nueva construcción que permanecía vacío desde hacía 3 años. Nacía
la “Corrala Utopía” y ninguna de las familias allí alojadas o las personas
vinculadas al 15M que las apoyaban imaginaron la trascendencia social y la
repercusión pública de aquella acción. Era el momento y era el lugar. El drama
de los desahucios y el problema de la vivienda aparecían en los medios de
comunicación en forma de cifras. Las mujeres que iniciaron aquella aventura
ofrecían sus rostros y, lo más importante, mostraban que había alternativas y
que
había gente dispuesta a luchar por ellas. La experiencia despertaba un
inusitado interés mediático y periodistas de todo el mundo acudían a Sevilla
para conocer lo que estaba sucediendo. Era una historia que interesaba al New
York Times, a la BBC o a Al-Jazeera. Paralelamente se generó un incipiente
movimiento que se lanzó a la ocupación colectiva de inmuebles abandonados
propiedad de la Banca o de grandes inmobiliarias. 14 edificios de estas
características se ocuparon en la provincia de Sevilla en cuestión de meses. Y
el movimiento se extendió por Andalucía (Málaga y Granada) hasta convertirse en
un modelo de lucha aceptado socialmente en todo el Estado Español, siendo
utilizado por la PAH con su Obra Social. Un extraño triángulo de relaciones
políticas sobrevoló por encima de la
“Corrala Utopía” durante sus casi 2 años
de historia. Izquierda Unida, al frente de la Consejería de Fomento y Vivienda,
apoyaba públicamente la iniciativa. Juan Ignacio Zoido (PP), Alcalde de
Sevilla, catalogó rápidamente a las familias de San Lázaro como enemigas y no
dudó en cortarles los suministros de agua y electricidad, al tiempo que se
amenazaba incluso con retirar la custodia de sus hijos e hijas. El PSOE, al
frente de la presidencia de la Junta, guardaba silencio. El edificio que
albergó la “Corrala Utopía” constaba de 36 viviendas. Sin embargo, según
cuentan activistas que vivieron el proyecto en primera persona, aproximadamente
unas 50 o 60 familias habitaron el inmueble a lo largo de los 23 meses de vida
de la Corrala. Unas familias vivieron aquella experiencia desde el primer día y
aguantaron hasta el último. Otras, fundamentalmente agotadas por la dureza de
lo vivido, decidieron abandonar antes. Y, conforme unas se marchaban, llegaban
otras. Bien para quedarse unos meses o bien para resistir hasta el final. La
espada de Damocles de un posible desalojo policial siempre sobrevoló por las
cabezas de las habitantes de la “Corrala Utopía”. Hubo quien creyó, quizás
seducido por el calor caribeño de aquella noche, que Sevilla podía ser Caracas,
pero con olor a azahar. Hubo quien vivió su noche más bolivariana… Sin embargo,
algunas personas vinculadas a IU, y con cargos de confianza en la Junta,
mostraban en privado y en voz baja su preocupación. “La política de vivienda es
una línea roja para Izquierda Unida, pero romper así el pacto de gobierno… no
sé… Tenemos muchos proyectos en marcha”, afirmaban. Después de casi 2 años de
lucha desesperada, sin luz ni agua, tras sufrir un desalojo y tras ver cómo no
se cumplían las promesas que se les habían hecho, las familias de la Corrala
Utopía que se quedaron sin vivienda han vuelto a pasar por un nuevo calvario.
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